‘Celtiberia Way’: La Mirada
Todo el mundo sabe, consciente o inconscientemente, que lo primero que uno busca al mirar una imagen, cualquier imagen, son los ojos del otro. Su mirada. Porque es ahí donde todo se descifra. Incluso sabemos que siempre, secretamente, buscamos que una mirada se nos cruce. Para entrar en otra dimensión. Y es entonces cuando todo lo demás se evapora.
Si artistas de distintos siglos, como Julio Romero de Torres y Óscar Mariné, nos lo vuelven a recordar es que ahí está la clave. La clave está en la mirada. En la mirada de sus protagonistas. La técnica, el estilo y la época, o espíritu del tiempo, vienen después, pero la visión que une a estos autores es lo definitivo. Ya sea para un retrato o para el diseño de un cartel publicitario. La mirada.
Del modernismo, hijo adoptivo del clasicismo del XIX, a la modernidad, hija putativa de las vanguardias del XX, así hayan pasado cien años… hay cosas que no cambian. Hay miradas que no cambian. Y no hay mirada de rey ni papa ni ángel ni demonio, así en El Prado como en la tierra, que comunique más que cualquiera de éstas.
La mirada. Es la mirada.