El agrio debate 'a siete' o cómo Álvarez de Toledo vive para la polémica
De las risas de Espinosa de los Monteros sobre los desparecidos de la Guerra Civil a la tensión por Cataluña, en el primer duelo televisivo.
“La casa de los líos”. Le salía del alma a la socialista Adriana Lastra en mitad del debate. Lunes por la noche, más de dos horas de tensión frente a las cámaras en la primera gran batalla: ‘a siete’ entre los portavoces parlamentarios. Pero uno de ellos siempre tiene la capacidad de dinamitar los duelos con sus polémicas: Cayetana Álvarez de Toledo.
La dirigente del Partido Popular llegaba con varias bombas al ring organizado por RTVE. No ha querido retractarse sobre sus palabras del ‘no es no’ que acapararon la campaña del 28-A -con la versión ahora de “Sigo diciendo que no todo lo que no sea un sí tiene que ser obligatoriamente un no”-. Y además se ha lanzado contra un icono del activismo ecologista de cara a la cumbre de Madrid: “Pocas personas han hecho más daño a la causa del cambio climático que los padres de Greta Thunberg”.
Sobre la cancha, además de Álvarez de Toledo y Lastra, Inés Arrimadas (Cs), Iván Espinosa de los Monteros (Vox), Aitor Esteban (PNV), Gabriel Rufián (ERC) e Irene Montero (Unidas Podemos). Desde luego el clima entre ellos no invita a pensar en una rápida investidura, pase lo que pase, después del 10-N si gana el PSOE como marcan las encuestas.
Una batalla catódica que tenía una gran novedad: por primera vez la ultra derecha debatiendo en la televisión pública. Con el rostro de Espinosa de los Monteros, que ha dejado uno de los momentos más impactantes de la noche, se ha reído mientras Irene Montero hablaba de los desaparecidos en la Guerra Civil.
“Dejad de cortar carreteras”, ”¿Cuántas naciones hay?”
Todo ello con un arranque marcado por Cataluña y la difícil situación que se vive tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés. ¿Cuántas naciones hay?, repetían duramente Álvarez de Toledo y Arrimadas para arrinconar a la portavoz socialista. Y, por otro lado, empujaba Gabriel Rufián a Lastra: “no tener complejo de reconocer que España es un país de países”.
Unos 130 minutos que se ha ido más allá de la medianoche. A pesar de la larga duración -prime time y conciliación no son compatibles-, ha sido un debate muy vivo, a la vez que duro. Continuas interrupciones, latiguillos que interrumpían, intercambio de reproches, algunas ironías. Frente a otros formatos de este tipo, no ha sido nada aburrido.
Las propuestas no han sido las grandes protagonistas. Ese clima de bloqueo y de falta de entendimiento que ha dominado esta legislatura exprés y fallida ha estado presente durante todo el debate. Eso sí, la más clara para el día después ha sido Arrimadas: “Queremos gobernar con el Partido Popular”. Y desde el PSOE, Lastra ha querido remarcar que no va haber gran coalición con el PP.
Apostilla que resumía todo del peneuvista Esteban: “La incapacidad de los partidos estatales para ponerse de acuerdo es lo que nos ha traído aquí”.
“Ciudadanos es como Vox pero cool”
Un debate que tenía como primera parada Cataluña, el tema que ha ensombrecido toda la campaña desde la sentencia. La idea más dura llegaba desde Vox: decretar el estadio de sitio y emergencia en esta autonomía. “No se puede negociar con atracadores”, señalaba Espinosa de los Monteros. Y se acordaba de las “provincias olvidadas”. Los de Santiago Abascal quieren sacar rédito a la crisis territorial estos días y auparse al tercer puesto el 10-N.
Tensión que llegaba hasta dentro de la derecha, con los portavoces de Vox y el PP se enfrentaban en un tema muy sensible en su electorado. El representante de la ultra derecha le afeaba a Álvarez de Toledo su posición poco contundente supuestamente en este tema. “No tergiversemos”, soltaba la popular.
De un lado a otro. Rufián pedía multilateralidad y una mesa de negociación. “Dejad de cortar carreteras”, entonaba desde su atril Arrimadas. Foco al PSOE: ¿Cuántas naciones hay?, le recriminaban desde Cs y el PP a Lastra. Ella decía que el PSOE era el único partido en el debate que había participado y aprobado la Constitución y reprochaba a la dirigente del PP que a Mariano Rajoy le hicieron dos referéndums ilegales y una DUI.
Sí tenía respuesta Esteban: solo en el País Vasco y Cataluña existe el sentimiento independentista. Y vaya cara se le quedaba a los minutos a Arrimadas cuando el portavoz de ERC lanzaba: “Ciudadanos es como Vox pero cool”. Bloque que aprovechaba Irene Montero para lanzar: “Sánchez tiene le excusa de Cataluña para pactar con el PP”.
“En la vida cotidiana, no todo lo que no sea un sí es un no”
Uno de los momentos más duros ha sido cuando se han adentrado los portavoces en el tema de la violencia de género. Casi todos miraban a Álvarez de Toledo después de sus polémicas palabras durante la anterior campaña electoral.
Y no se ha movido de posición, a pesar de que le han pedido Irene Montero, Gabriel Rufián y Adriana Lastra se retractara. La dirigente del PP se ha reafirmado con frases como: “En la vida cotidiana, no todo lo que no sea un sí es un no”.
Desde su atril, Lastra decía que había que reformar la ley para que solo un sí sea un sí y no haya casos como la reciente sentencia sobre la manada de Manresa. A la popular le pedía un compromiso: que el PP apoye esta reforma en el Congreso. Álvarez de Toledo ha eludido responder diciendo que el PSOE no va a gobernar después del 10-N. “No todo lo que no sea un sí es necesariamente un no”, insistía la ‘popular’.
La popular ha pasado al ataque contra la socialista y le ha reprochado que en lo que va de año han muerto ya 51 mujeres, más que el año anterior. ”¿Y ustedes que están en la Moncloa qué han hecho?”, le ha lanzado.
“Hay mucha gente que te vota que lo que dices le revuelve el estómago”, comentaba Rufián tras escuchar a Álvarez de Toledo. Desde Unidas Podemos, Montero le decía: “Creo que toda España piensa que te equivocaste y que es evidente, es un clamor, que sólo un sí es sí. Entonces, ¿tan difícil es decir oye, sí, en esto me equivoqué y en lo demás seguimos pensando cosas diferentes?”
Todos culpan a Sánchez del 10-N
Más de dos horas de enfrentamientos. Pero ha habido algunas grandes coincidencias: todos han reprochado a Lastra que el culpable de repetir las elecciones es Pedro Sánchez. La socialista ha aprovechado las veces que ha podido, especialmente su minuto de oro, para llamar a la movilización, que es la gran obsesión ahora en Ferraz y Moncloa. “Los españoles ya votaron en abril y el PSOE ganó, pero otras fuerzas políticas nos han obligado a volver a las urnas”, ahondaba.
Incluso ha habido otro consenso en forma de carcajada, cuando Álvarez de Toledo ha utilizado la expresión de “sí se puede” -grito de guerra durante la creación de Unidas Podemos-.
Más momentos para el recuerdo: Esteban se ha negado a darle la mano a Espinosa de los Monteros cuando ha acabado el debate. Momentos antes ha habido un roce brutal. “Hablaremos con todos, pero con franquistas no”, ha dicho el nacionalista. “Nosotros con racistas, tampoco”, le ha replicado Espinosa de los Monteros, que había leído antes textos de Sabino Arana.
La primera batalla del 10-N. Y el lunes toca el gran duelo: los líderes frente a frente. Seguro que han tomado notas.