Casado y sus principios
Ya saben, lo de Groucho Marx: “estos son mis principios y si no les gustan, tengo otros”.
¿Cuánto duran o cómo de firmes son los principios de una persona? Me hacía esta pregunta cuando hace unos días escuché a Pablo Casado en una entrevista concedida a Europa Press decir que él no iba a acceder a la renovación del Consejo General del Poder Judicial bajo la actual forma de elección por las Cámaras Parlamentarias, porque eso sería ir contra sus principios.
Mi sorpresa fue mayúscula. Yo puedo entender que él y el PP estén ahora por promover una reforma legislativa que modifique la forma de elección de los vocales del Consejo, pero de ahí a hacer de ello una “cuestión de principios” me parecía de un cinismo extraordinario.
Y es que la actual forma de elección de los vocales se reguló en una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, impulsada y aprobada por la mayoría absoluta del PP en 2013. Pablo Casado, como destacado dirigente del PP y Diputado por Ávila, por supuesto votó a favor de dicha reforma.
Por tanto, o Pablo Casado tenía “otros” principios en 2013 o sus principios se supeditaban a la disciplina del Partido o, simplemente, lo de los principios que ahora esgrime es un monumental sarcasmo. Ya saben, lo de Groucho Marx: “estos son mis principios y si no les gustan, tengo otros”
Aquella norma de 2013, que como decimos regula la actual forma de elección de los vocales del Consejo, literalmente señalaba que se atribuía “al Congreso y al Senado, como representantes de la soberanía popular, la responsabilidad de la designación de dichos Vocales”.
Conforme a esta norma fue elegido el actual Consejo que preside Lesmes, cuyo mandato caducó hace ya más de 1000 días y, conforme a la cual, debió haber sido renovado de no ser por el bloqueo al que lo somete el PP.
Porque digo yo, si para Casado va contra “sus principios” renovar el Consejo con el actual método de elección ¿no va contra sus principios mantener un Consejo caducado que fue elegido con aquellas reglas que ahora le parecen inaceptables?
Un demócrata, un constitucionalista, lo que debe hacer es cumplir la Ley; en este caso, renovar el Consejo en su plazo y no dejarlo en la situación de interinidad en la que se encuentra. Y si quiere cambiar la norma (lo que es legítimo incluso siendo la ley que el propio PP impulsó), utilizar los cauces legales y constitucionales para ello. ¿O no era esto lo que les decíamos a los independentistas?
Como hace unos meses pude decir desde la Tribuna del Senado, al PP no les importa la forma de elección de los vocales del CGPJ, porque cuando han tenido mayorías absolutas, no sólo no la han modificado, sino que, como en 2013, reformaron la Ley manteniendo el actual método de elección por el Congreso y el Senado. El PP lo que no soporta es no tener la mayoría parlamentaria cuando toca la renovación del Consejo. Ya pasó antes.
O ¿duda alguien que si ahora hubiese una mayoría parlamentaria del PP ya se habría renovado el Consejo sin que Casado tuviese ningún problema de principios?