Carmona sorprende haciendo un discurso en urdu durante una convención en Londres
"Yamaté ahmadía que moasís..."
Antonio Miguel Carmona, exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, no deja de sorprendernos.
Le habíamos visto en muchos registros, especialmente durante las campañas electorales, pero este fin de semana ha hecho lo nunca visto: hablar en urdu, el idioma de Pakistán y la India hablado por millones de personas en todo el mundo.
Lo ha hecho durante una convención de musulmanes de Pakistán e India en Londres, donde ha denunciado la persecución de los ahmadíes.
Acompañado por el V Jalifa, Misra Masroor Ahmad, Carmona denunció la “persecución, tortura y asesinatos” de cientos de ahmadíes en el mundo. Los ahmadíes son una comunidad musulmana de origen pakistaní, profesada por unos cien millones de personas en el mundo.
“Por amar y por abrazar os persiguen, ahmadís. La persecución de los violentos que os hacen víctimas e hijos de Dios. Y ese dolor, permítannos hacerlo nuestro para sentirnos hermanos de ustedes para siempre”, aseveró ante el auditorio londinense.
Tal y como manifestó Carmona, “el futuro es un horizonte cuyo camino es la paz. Nada sin ella”. “Amar es el único lugar donde queremos encontrarnos”, puntualizó.
Además, el político socialista recordó que la comunidad ahmadía posee millones de seguidores en Pakistán. Se trata de “la comunidad de mayor crecimiento del Islam y cuyos enfrentamientos con los sectores más ortodoxos han dado lugar a numerosos derramamientos de sangre”.
Carmona puso en valor el pasado islámico de la Península Ibérica, “cuando Córdoba era la capital del mundo, la capital del universo”. ”¿Es que acaso no se parecen los frutos del árbol que posee las mismas raíces aunque sus ramas se alejen?”, preguntó.
En esta línea, alabó el pasado musulmán de la Península Ibérica, “ocupada durante siete siglos por musulmanes, árabes y bereberes, donde Al Andalus emanaba luz a toda la civilización y Córdoba era la capital del mundo y la capital del universo”.
“Gracias al Islam mi país dio a luz las ideas del doctor Averroes, la Aritmética de Ansari, historiadores como Al-Udri, poetas como Ibn Zaydum, la Escuela de traductores de Toledo o los más bellos edificios, como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada”, enumeró.
“Déjenme que les tienda mi mano, para vivir y morir con ustedes, para llenar de felicidad nuestros corazones y de paz un mundo mejor”, concluyó su intervención.