El plan de Carlos Ríos para abrir su "Mercadona saludable" y "competir contra los grandes"

El plan de Carlos Ríos para abrir su "Mercadona saludable" y "competir contra los grandes"

El nutricionista, que publica 'Pierde grasa con comida real', responde a las críticas: "Algunos toman el mensaje ‘come sano’ y lo llevan a un extremo que yo no estoy diciendo".

El nutricionista Carlos Ríos.Antonio Navarro Wijkmark / PAIDÓS

Si en su primer libro el nutricionista Carlos Ríos (Huelva, 1991) animaba a salir del “Matrix” de los ultraprocesados, con Pierde grasa con comida real (Paidós), que acaba de llegar a las librerías, pretende abrir los ojos sobre el “Matrix del adelgazamiento”. En el libro da claves sobre cómo perder grasa de forma saludable y salir de la cultura de las dietas “cortoplacistas” que terminan abandonándose. Eso sin olvidar que “una alimentación, sea o no para pérdida de grasa, tiene que aportar un componente de bienestar emocional y de salud”.

El promotor del realfooding, movimiento que ha conseguido gran cantidad de adeptos, también se ha enfrentado a distintas críticas, como la de promover trastornos de la conducta alimentaria. “Es como si recomiendo hacer ejercicio, algo cuyos beneficios están ampliamente demostrados científicamente, pero hay personas que lo llevan al extremo y hacen 10 horas al día de deporte”, argumenta.

Ríos, que ha comenzado a comercializar sus propios “procesados buenos” como hummus, pan o una crema de cacao, tiene un ambicioso proyecto entre manos, con el que intriga a su millón y medio de seguidores en Instagram: lo guarda en una libreta negra en cuya portada ha escrito “El Plan”. Como aclara, éste pasa por seguir desarrollando productos que puedan desplazar a otros menos saludables en los supermercados tradicionales y, cuanto tenga suficientes, llegar a abrir el suyo propio, “algo que ahora quiere la sociedad”.

¿Por qué titulas ‘pierde grasa’ y no ‘pierde peso’?

Estamos formados por múltiples materias, una de ellas por ejemplo es el agua. Provocar una deshidratación a través de diuréticos nos hace perder peso pero esto no nos sirve ni para nuestra estética ni, sobre todo, para nuestra salud, porque es peligroso. Hay que intentar educar a la gente acerca de que si en el cuerpo tenemos en exceso algo que puede ser negativo es la grasa y ésta es la que hay que corregir hacia una composición saludable.

Vivimos un poco en la contradicción de una sociedad con gordofobia pero a la vez rodeada de un ambiente, como defines, muy obesogénico. ¿Cómo se convive ahí?

Tenemos un ambiente obesogénico que nos promociona productos que, más allá de que nos hagan engordar, son insanos, que es lo que defiendo en mi primer libro. Independientemente del peso tenemos mucha comida insana. Claro, a raíz de todo este entorno las tasas de sobrepeso y obesidad se han disparado en las últimas décadas y van en alza; por tanto, hay más personas con esta composición corporal. Esto hace que las críticas sean más palpables y lo que está claro es que esta discriminación, al igual que cualquier otra, no está justificada en cualquier caso y hay que erradicarla, sobre todo con educación. Si desde pequeños nos enseñan a respetar a cualquier persona, sea cual sea su religión, raza... su aspecto físico también hay que respetarlo. Una parte es la sanitaria, de cómo mejorar la salud pública, y otra la del respeto por los demás.

No hago otra cosa que ser un altavoz de lo que dicen las autoridades científicas

¿Qué es la adherencia que comentas en el libro?

La adherencia es la clave para el éxito en cualquier tipo de dieta o de patrón de alimentación. Significa cumplimiento y todos sabemos que cuando no se cumple la dieta entonces no se obtienen resultados; no vale cumplirla durante una semana o dos y luego abandonar, que es lo que es común de las dietas muy restrictivas, que absurdamente te prohíben cierto tipo de alimentos o te hacen pasar hambre. Son cortoplacistas y se abandonan, no tienen buena adherencia. Una alimentación, sea o no para pérdida de grasa, tiene que aportar un componente de bienestar emocional y de salud. Mi libro trata de perder grasa con salud. Esto es lo más importante de cuidar y que los nutricionistas configuramos a la hora de hacer una alimentación.

Defiendes el realfooding [alimentarse principalmente con comida real, no ultraprocesados], con el que muchas personas han empezado a ser más conscientes de lo que comen o de la calidad de lo que están ingiriendo, pero también se le ha acusado de llegar a fomentar trastornos de la conducta alimentaria. ¿Qué respondes a esas críticas?

Al final no hago otra cosa que ser un altavoz de lo que dicen las autoridades científicas. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer menos comida ultraprocesada y más comida fresca, vegetal, de toda la vida. Pero claro, este mensaje a día de hoy llega a millones de personas por redes sociales. Hay muchas personas que tienen una predisposición a tener una conducta más radical por su contexto, y toman este mensaje que te está diciendo ‘come sano’ y lo cogen y lo llevan a un extremo que yo no estoy diciendo que lo hagas... bueno, no puedo controlar esto. Pueden coger este mensaje e incluso empezar a restringir su alimentación y llevarlo a algo que le haga tener cierto malestar físico o mental. Esto no es lo que yo busco, obviamente, pero soy consciente de que al llegar a tanta gente es como si recomiendo hacer ejercicio, algo cuyos beneficios están ampliamente demostrados científicamente, pero hay personas que llevan ese ejercicio al extremo y hacen 10 horas al día de deporte, se aíslan... Esto no es saludable. Y esto es un poco lo que hay que advertir para cierto grupo de población, que la alimentación viene para darnos bienestar y salud y hay que moderar un poco la conducta.

  Portada de 'Pierde grasa con comida real'.PAIDÓS

Dentro del realfood, ¿percibes que hay culpa cuando hay personas que se pasan o se comen un bollo que les apetece mucho, por ejemplo? ¿Cómo aconsejas gestionar eso?

Creo que tenemos que tener una cierta percepción del riesgo que supone comer los ultraprocesados. Si no la tenemos no vamos a dejar de consumirlos. Si tú no sabes que beber alcohol o que fumar o que, incluso, no ponerte el cinturón de seguridad en el coche tiene un riesgo, no vas a dejar esa conducta. Tenemos que saber que si nos pasamos con los ultraprocesados asumimos un cierto riesgo. Dicho esto, hay un porcentaje, que es lo que yo llamo el 10% o consumo ocasional, no frecuente ni diario, en el que podemos consumir ultraprocesados sin ningún tipo de culpabilidad porque no hay ningún riesgo en ese sentido. La ciencia nos dice que porque comamos una o dos veces a la semana comida que tenga más azúcares, harinas o aceites que no son buenos no pasa nada, pero tú tienes que ser consciente de cuánta frecuencia le estás dando y saber que hay riesgo si abusas de los ultraprocesados. Esta es la conciencia y la responsabilidad que quiero transmitir a la gente.

¿Recibes mucho hate? Te fuiste de Twitter creo que por ese motivo. ¿Afecta a tu salud mental? 

Hombre, digamos que al ser un personaje público sí que he buscado que el máximo de personas posible conozca el mensaje del realfooding y poder ayudarlas, pero a su vez también te conocen otras personas que obviamente van a tener una opinión desagradable hacia mí y demás. Eso claro que en cierto modo me afecta, aunque ya he asumido, he aceptado, ese rol de que a cuantas más personas llegue más voy a gustar y a ayudar a cierta población y a otra no le voy a gustar y es un poco el precio que tengo que pagar de hacer lo que hago. Y yo nunca tengo problema por explicarme. Todo lo que hago lo quiero siempre argumentar y dar mi opinión desde mi perspectiva, me puedo equivocar, obviamente, y asumir los errores, pero estoy muy seguro de lo que digo.

He aceptado que a cuantas más personas llegue más voy a gustar y a otras no, es el precio que tengo que pagar

¿Sientes que otros colegas de profesión, otros nutricionistas, te han dado un poco la espalda o te sientes respaldado?

Hombre, me siento respaldado sobre todo por la comunidad a la que ayudo y ellos mismos me dan un feedback muy positivo del cambio que están experimentando y la gente es superagradecida porque en cierto modo cambia la vida el descubrir una alimentación saludable. Otros profesionales, pues oye, pueden tener otra opinión sobre el realfooding o sobre mí y la respeto totalmente, tampoco necesito su apoyo en el sentido de que ya somos mayores, cada uno pueda trabajar y sin necesitar caer bien a todo el mundo.

Comenzaste haciendo esas famosas visitas a supermercados, ¿alguna vez te has metido en algún problema por ello o te han llegado a prohibir la entrada a algún establecimiento?

Al principio, cuando nadie me conocía sí que es cierto que algunos supermercados se opusieron a que yo grabase dentro, pero al final creo que a medida que se veía que esto iba teniendo más repercusión creo que ningún supermercado quiere esconder o intentar no ser transparente. Es una información que debe ser accesible a todo el mundo y por eso creamos la aplicación My Realfood pero sí, al principio sobre todo tuve muchos problemas para que me dejasen grabar.

Ahora eres tú parte de estos supermercados, estás introduciendo tus propios productos en algunos. ¿Cuáles son los siguientes que tienes en previsión sacar?

Vamos a sacar todo tipo de buenos procesados que sustituyan a estos ultraprocesados. Sacaremos galletas, pizzas, mermeladas... y otros productos como cremas de verduras. Todo lo que podamos sacar con buenos ingredientes y fáciles de consumir va a ayudar mucho a la gente a comer de forma saludable porque precisamente los ultraprocesados vienen listos para consumir, están muy disponibles y en esto es en lo que tenemos que ayudar a la gente que tiene poco tiempo dentro de la cocina. Eso mientras no tengamos nuestro propio supermercado, cuando lo tengamos habrá todo tipo de productos: verdura, fruta de temporada, local, legumbres, frutos secos...

¿Cuál fue el desenlace de aquello que pasó con tu crema de cacao? ¿Se cambió el etiquetado?

Lo único que tuvimos que especificar fue que los azúcares que llevaba eran presentes de forma natural en el dátil y ya está, realmente esa fue un poco la polémica, por desconocimiento tanto mío como del fabricante. No sabían que tenían que especificarlo, se cambió y ya está.

Mencionabas el objetivo de llegar a abrir un supermercado, ¿ese es el contenido de tu famosa libreta con “El Plan”?

Digamos que lo que vamos a hacer es ir sacando buenos procesados al mercado, que se vayan consolidando, y cuando ya tengamos suficientes ya instaurados podremos abrir nuestro propio supermercado, tanto online como físico y que venga a ser como el Mercadona saludable y pueda competir contra los grandes de la distribución a nivel nacional.

¿Crees que hay hueco para una propuesta así?

Sí. Ya solo mi comunidad estaría encantada y demanda esta nueva fórmula del supermercado en donde no haya ultraprocesados y haya una gran variedad de productos que nos cuiden y sean ricos, obviamente, porque la gente disfruta comiendo, y que no sean tampoco gourmet, que no sean solo para una clase alta muy concreta de la sociedad, sino para todo el mundo. Claro que es algo que ahora quiere la sociedad, probablemente no solo mi público sino más allá de quien me conoce y es algo que tenemos que hacer ya.

Has sacado una bebida a base de kombucha...

Sí, es una kombucha con sabor a cola.

¿Crees que hay cierta resistencia, con tanta cultura de bar que tenemos, a cambiar esos hábitos también en torno a la bebida?

Totalmente. Hay ciertas cosas que antes no eran tan típicas pero poco a poco se van instaurando, como el auge de las bebidas vegetales. De pequeño sólo tomaba leche, no existían las bebidas de avena y demás, ahora casi se consumen más en muchos sectores de la población. La alimentación va cambiando y creo que otros tipos de alternativas de bebidas más saludables también son necesarias porque la gran mayoría de lo que se distribuye en la restauración suelen ser o bebidas alcohólicas o azucaradas y edulcoradas.

Hace poco estuviste de viaje, enseñaste en Stories que habías probado insectos. ¿Serán nuestra comida en no mucho tiempo o todavía tardaremos en verlo?

Creo que tardaremos un poco. Pueden ser una buena fuente de proteínas, incluso más sostenible y barata, y a lo mejor empiezan a desarrollar productos a base de insectos, pero sobre todo hay que ganar al paladar del consumidor. La comida tiene que tener un sabor que guste a nuestro paladar y eso también va cambiando por cultura y es lo que tienen que conseguir. Si es un producto saludable, interesante nutricionalmente y con buen sabor, sí que se quedará y poco a poco irá aceptándose. Como curiosidad, las termitas que probé tenían como un sabor a jengibre y no estaban mal.

El ayuno intermitente puede ser interesante para algunas personas pero no como recomendación general

Quería preguntarte tu opinión sobre un asunto que está un poco de moda, el ayuno intermitente. ¿Puede ayudar o no para perder grasa?

Puede ayudar. No soy de recomendarlo a nivel general ni a todo el mundo como algo que tengas que hacer para perder grasa porque la gente debe adaptar su alimentación a la frecuencia que mejor le venga, de tal forma que oye, si no te gusta desayunar, no tienes por qué hacerlo, pero a la hora de comer quiero que comas comida real. Y si necesitas hacer una pausa, ponemos una media mañana pero con comida saludable, tu fruta, tus frutos secos, tu sandwich integral. Esta es la recomendación para que la gente no haga locuras de empezar a privarse y luego a tener más ansiedad y compensaciones. Pero, sí que es cierto que en algunas personas que ya comiendo bien y ya incluso reduciendo calorías no consigue una pérdida de grasa efectiva, quizá el ayuno intermitente, con un proceso de adaptación, sí que le consigue este déficit calórico del que hablo en el libro que es fundamental para la pérdida de grasa. Esto puede ser interesante para algunas personas pero no como recomendación general.

¿Y qué es el desentrenamiento?

La gente que en su día a día está sentada y con trabajos sedentarios va perdiendo capacidad muscular y funcional y en parte también capacidad para quemar estas calorías y que el superávit consiga que mucha gente comience a engordar aunque no coma mucho. Hay que entrenar simplemente para estar saludable, en primer lugar, al igual que una alimentación saludable previene de muchas enfermedades, pero para la pérdida de grasa el empezar a moverse, a tener una capacidad física buena no solo va a mejorar tu bienestar sino que va a hacer mucho más fácil mantener un peso saludable. La alimentación probablemente sea la clave para la pérdida de grasa pero el ejercicio es la clave para el mantenimiento.

¿Crees que, si tus productos tienen buena acogida, las marcas de ultraprocesados te empezarán a copiar o a alterar sus productos para acercarse a lo que tú haces?

Ese es un poco mi plan. Creo que al final las marcas están a merced del consumidor. Si cambiamos las conductas de los consumidores y éstos demandan más productos saludables con ciertos ingredientes que, si no los llevan, el producto se queda en el lineal, estas marcas van a intentar copiar nuestros productos para que se vendan. Creo que esto puede ser muy positivo porque a su vez cambiaríamos poco a poco el sistema alimentario que es lo que necesitamos para cambiar este entorno que ayude a la gente a comer más saludable.

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