Carlos Iturgaiz, el candidato del pasado

El nombre de Carlos Iturgaiz (Santurtzi, Bizkaia, 1965) regresa del pasado. El candidato designado por el líder del PP, Pablo Casado, para sustituir a Alfonso Alonso y encabezar la coalición de los populares con Ciudadanos en Euskadi es un viejo conocido de la política vasca y de los escoltas, porque ETA intentó matarle en tres ocasiones.

Su llegada a la presidencia del partido, hace 24 años, estuvo precedida del asesinato, un año antes, de su compañero Gregorio Ordóñez. Y su vuelta como candidato lo está por el pacto entre el PSOE y Unidas Podemos que, critica, ha alumbrado un Gobierno “fasciocomunista” en España empeñado en destruirla.

Iturgaiz vuelve después de irse el año pasado. No le gustó el puesto 17 en el que aparecía en las lista de su partido al Parlamento Europeo. Se fue, escribió entonces, “con el orgullo de haber defendido en Europa y el País Vasco”, la unidad de España, haber combatido el nacionalismo y el terrorismo y haber defendido a sus víctimas. Ahora regresa “ilusionado”.

El tiempo de Iturgaiz al frente del PP vasco, entre 1996 y 2004, estuvo marcado por los años más duros de una banda terrorista que dejó de matar hace casi una década. Tiene claro que quiere volver al punto de partida para recuperar a los votantes del PP de toda la vida.

Ya fue candidato en 1998 a lehendakari. Entonces, 251.743 vascos le respaldaron. El PP fue entonces, por primera vez en su historia, la segunda fuerza política solo por detrás del PNV de Juan José Ibarretxe.

Iturgaiz cree que hay gente en Euskadi que echa en falta la esencia de aquel PP; el de José María Aznar como presidente y Jaime Mayor Oreja como ministro del Interior. Y que ese es el motivo por el que las siglas han perdido peso y relevancia elección tras elección.

A Iturgaiz le sucedió al frente del PP vasco María San Gil, otra de las políticas que se deja ver con Casado en sus actos. San Gil se fue años después porque no le gustó el rumbo que tomó Rajoy en 2008, cuando el expresidente empezó a decir que había que ser “capaz de dialogar también con los que no están de acuerdo”.

Tras San Gil, abandonó el barco José Antonio Ortega Lara, exfuncionario secuestrado por ETA, quien terminó fundando Vox, el partido que ahora se disputa el espacio de la derecha con el PP.

Iturgaiz regresa a la política bajo la prescripción de Aznar, a quien arropó el pasado jueves en Bilbao durante la presentación de un “manual contra el nacionalismo”. Previsiblemente se volverá a sentar en el Parlamento vasco, del que fue expulsado durante un mes por hacer trampas en una votación en 2003.

Ahora corteja a Santiago Abascal (dice que es una persona maravillosa) y a la ultraderecha de Vox para colaborar más, como en Madrid, Murcia y Andalucía, y mejor. También para sacar juntos la artillería retórica contra los nacionalistas vascos y catalanes. Llegó a decir que “Artur Mas sigue las consignas de ETA” y que el fundador del PNV, Sabino Arana, “fue el Hitler de finales del siglo XIX”.

El sustituto de Alonso mantiene que, a pesar del paso del tiempo y del fin del terror, militar en el PP sigue siendo un estigma para mucha gente en Euskadi. La prueba, dice, son las agresiones en la universidad a personas a quienes se les ha partido la cara por defender España o a su bandera. Él mismo dijo que “todos los que han pitado el himno son unos hijos de puta”.