"Capitán, mande firmes"
La recuerdo en momentos difíciles. El accidente del vuelo de Spanair JK5022 nos hizo ver su lado más humano. Nadie la esperaba en algunos de los sepelios en los que quiso estar presente. Tenía una estrecha relación con compañeros de partido y supo, de primera mano, lo que significó la catástrofe. La ciudadanía no está acostumbrada a ver a los políticos dando la cara. Pero ahí estuvo. No fue una situación fácil, pero le tocó la amarga misión de representar al Gobierno de España.
Esa fue la ocasión más real que tuve de su persona. De su lado humano. Se mostró cercana, sensible, coherente con la situación. Sus palabras ante los medios no fueron oportunistas. No buscó protagonismo. Estuvo en segunda línea, dejando a los familiares lidiar con el dolor. No era el momento de hacer política, sino de demostrar lo que significa ser política: estar el servicio de quienes demandan alguna necesidad.
Carme Chacón supo estar a la altura de las circunstancias en esos momentos en los que nadie sabe qué hacer. Su paso por Canarias supuso un nexo que nuca olvidaría. Así lo manifestó esta mujer cuyo corazón, emotivo y sensible, como ahora hemos sabido, latió a un ritmo tan desacompasado como las circunstancias. A ella, la vida le tenía reservado otro destino.
Crónica de una muerte no anunciada
16 de abril de 2008. "Capitán, mande firmes. Digan conmigo: Viva España y Viva el Rey": Eran las palabras de la protagonista de un hito histórico para nuestro país: por primera en España, era ministra de Defensa y pasaba revista a las tropas de las Fuerzas Armadas. No sin cierta polémica en el entorno castrense. Pero un militar nunca desobedece una orden. Embarazada de siete meses y con gesto serio, Chacón asumía el cargo "con responsabilidad, orgullo y movida por el profundo amor a nuestra España unida y diversa, a la paz y a la libertad".
José Luis Rodríguez Zapatero había puesto sobre sus hombros una pesada carga repleta de connotaciones machistas. La paridad del líder socialista se hacía más real, no sólo por la formación de su Gobierno, sino por haber puesto al frente de un Ministerio obsoleto, anticuado y retrógrado a toda una mujer. Ella lo asumía como un reto más en su trayectoria y muchas féminas españolas levantamos el puño en silencio. La igualdad se manifestaba en su nuevo cargo.
A ella no le regalaron nada. Su padre era bombero, tuvo que buscarse la vida como apagafuegos. En la época en la que le tocó vivir, ¿qué mejor que hacerlo dentro del PSOE? Se afilió al partido con 16 años por convicción. No buscaba protagonismos, quería aprovechar sus fuerzas para que sus ideales llegaran al mayor número de ciudadanos posibles.
Con carácter, con mucho carácter. Pero no mal carácter. ¿Su único delito? Ser mujer. (Delito libre de carga en democracia, le pese a quien le pese).
Quienes la conocieron no dejan de valorar sus maneras. Directa, convincente, decidida, valiente y con las ideas claras. Puede que se algo que muchos no le perdonen. Muchos. Muchas, se lo agradecemos.
Ahora que tanto se habla de las luchas por la Secretaría General del PSOE y que priman a Susana Díaz por ser mujer, a quien apoyó en los últimos actos del partido a los que asistió, nadie debe olvidar que Carme Chacón fue una de las primeras mujeres en plantearse lo mismo.
Ha fallecido dejando huérfano a un menor que no llega a cumplir los diez años. No es el único. Chacón, ahora que no está, ahora que falta, deja huérfano a un partido que no tiene claro el camino a elegir. Ojalá su ausencia, en estos tiempos tan revueltos, sirva a las suyas y los suyos para ponerse de acuerdo en algo.