¿Cambiará el IVA menstrual en 2021? Di NO a la tasa rosa
¿Qué es la tasa rosa?
Durante la pandemia de la COVID-19, los estantes de papel higiénico fueron los primeros en escasear, lo que hizo plantearse los métodos de consumo de la población y qué se consideraba “de primera necesidad”. Mientras tanto, en la sección de productos de higiene menstrual el IVA seguía estando al mismo nivel que algunos artículos de lujo. Mientras tanto, Escocia se convertía en la primera nación del mundo en hacer accesibles los productos menstruales de manera gratuita.
En los supermercados, los tampones, compresas, copas y miles de productos menstruales son categorizados aún como “rosas” solo por estar destinados en gran parte, pero no exclusivamente, al género femenino. Los productos menstruales tienen el mismo IVA que el caviar, una vuelta en taxi o una cena de lujo.
Aunque se suele ver más claramente en los productos menstruales, también existe un sobrecargo oculto en los productos dirigidos bajo la etiqueta “woman”, el característico tono rosa asociado al género o adjetivos como “suavidad”, “delicadeza”... En perfumes, champús, o incluso productos destinados para niñas en comparación al de los niños.
El ejemplo más evidente (y asombroso) es que en España aún se considera que los productos de higiene menstrual no son de primera necesidad. Cuando existen términos como “pobreza menstrual”, en la que se estima que 1 de cada 4 personas en Europa debe elegir entre alimentos básicos o productos de higiene menstrual.
Precisamente el libro CYCLO: Tu menstruación sostenible y en positivo aborda el término de “activismo menstrual” que lucha por la pobreza menstrual, los prejuicios y la accesibilidad a productos higiénicos para todas las personas menstruantes. Por eso, el 28 de mayo se celebra el Día de la Higiene Menstrual, donde cada gesto, desde donar una copa menstrual o luchar por derribar tabúes, cuenta.
La tasa rosa es un término acuñado para un fenómeno que tiene muchas vertientes. La primera y más escandalosa es el IVA del 10% que se aplica a los productos de higiene menstrual como las compresas, tampones, la copa menstrual… Porque no están consideradas como productos de primera necesidad.
Pero dentro del concepto, hay mucho más. ¿Has oído hablar alguna vez de que las maquinillas de afeitar “para mujeres” son un 171% más caras que la de los hombres? Según un análisis realizado por FACUA, comprobaron que en la mayoría de los casos tienen exactamente las mismas características. La única diferencia es el color rosa y esa creencia completamente impostada de que el producto asociado -injustamente- al género femenino debe tener mayor precio.
Ya por 2016, Pedro Sánchez, cuando todavía era líder de la oposición, aseguró que había que revisar los impuestos y aplicar el IVA superreducido del 4% a los productos de higiene menstrual. Cuatro años más tarde todavía no se ha aplicado una reducción de dicha tasa. Esperamos que pronto se tomen las medidas necesarias para cambiar esto que nos afecta a todas y que enfatiza una clara desigualdad.
Por ejemplo, durante esta pandemia de la COVID-19, los estantes de papel higiénico arrasados han salido en cada telediario y han sido pasto de los memes, pero... ¿qué hay de las mujeres que han encontrado el estante de las compresas vacío? ¿No es acaso un producto de primera necesidad?
Sin embargo, hay mucha esperanza en el horizonte. En noviembre de 2020, Escocia se convirtió en la primera nación del mundo en hacer que los productos de higiene para la menstruación no tengan un costo económico para su población. Los legisladores del Parlamento de ese país aprobaron por unanimidad el proyecto de Ley de Productos de Período (de suministro gratuito).
¿Servirá para que los políticos sean conscientes de que la pobreza menstrual también existe en España? Por el momento, nos queda seguir luchando y reivindicando que menstruar no debería ser un lujo.