Guía de supervivencia para el día (y la noche) más caluroso del año
Estadísticamente, el 6 de agosto es el día con las máximas temperaturas del año y la del 7, la noche más cálida.
Al calor sin fin que venimos viviendo desde hace semanas en gran parte de España, se suma una terrorífica predicción fruto de la estadística: este fin de semana llegan el día y la noche más calurosos del año.
Según el portal eltiempo.es, el día más caluroso del año en España es el 6 de agosto. Según los datos históricos, este día tiene una temperatura media que alcanza los 24,3ºC. A su vez, la media de las temperaturas máximas es elevada, llegando a un valor de 30,7ºC. Es la mitad sur de la Península la que suele resultar peor parada. No queda ahí la cosa: la del 7 de agosto es, sobre el papel, la noche más calurosa, con una temperatura media de alrededor de 18ºC en la madrugada.
Sin querer desmoralizar, cabe recordar que históricamente el día más caluroso registrado hasta la fecha en nuestro país fue el 10 de agosto de 2012, con una temperatura media que casi llegó a los 37,9ºC.
Nos queda mucho sudor, mucha sed y mucho sonido de chicharras por delante, por lo que toca entrar en modo casi de supervivencia para sobrellevar la canícula.
Más allá de los típicos consejos de beber mucha agua y no hacer deporte en el exterior a las tres de la tarde, aquí tienes nueve claves para estar mejor preparado y pasar mejor estos días de calor:
Identifica los síntomas de un golpe de calor y conoce cómo actuar ante uno
El calor puede afectar a la salud, y más cuando las temperaturas son extremas. Por eso es importante saber reconocer un golpe de calor, para actuar a tiempo y atajarlo de manera adecuada y lo antes posible.
Piel caliente y enrojecida, sequedad (puede que no haya sudoración), respiración, pulso acelerado y fuerte, fiebre superior a 40 ºC, dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia son algunos de sus síntomas.
Si se sospecha que se está ante uno, la principal recomendación es llamar al 112 para seguir sus pautas. Después, lo aconsejable es llevar a la persona a un lugar fresco, ayudarle a bajar la temperatura corporal con un baño o ducha fría, con paños fríos e, importante, no darle nada de beber. Puedes encontrar más consejos aquí:
Otro problema de salud relacionado con el calor pero más desconocido es la hiponatremia, la consecuencia de una ingesta excesiva de agua en comparación con el consumo de sodio, o de un exceso de pérdida de sal en comparación con la eliminación de agua, algo con lo que tienen que tener cuidado los ancianos y los pacientes crónicos.
Aplica protección solar, pero hazlo bien
Aparte de para no sufrir las dolorosas quemaduras, protegerse del sol es fundamental para prevenir el envejecimiento y el cáncer de piel. En el rostro, el SPF +50 es “innegociable” para la dermatóloga Ana Molina, así como su reaplicación si pasamos muchas horas fuera.
También hay que ser conscientes de que la protección solar que incorporan cremas hidratantes y maquillaje por sí sola no basta. A la hora de elegir fotoprotector, además de escogerlo en un formato que nos resulte cómodo, es importante también fijarse en que proteja de la luz ultravioleta A, la infrarroja y la luz visible.
Y los expertos avisan: hay una zona en la que se nos suele olvidar poner protector solar, pero que es bien delicada. Se trata de los párpados y estos son los motivos por los que deberías ponerte crema encima.
Ojito con la hora a la que te expones al sol
Bien sabido es que no es nada aconsejable hacer deporte, pasear o tomar el sol en las horas centrales del día, cuando el sol pega con más intensidad y las temperaturas están en su máximo.
Un truco para saber si los rayos de sol están en su momento más dañino es el que Molina bautizó como ‘la regla de la sombra’: si es muy corta, “tienes que salir de ahí corriendo porque te vas a quemar, ya que eso significa que tienes el sol justo encima”. Si es alargada, ”ése es el momento de ir a la playa, nuestra sombra nos acompaña y es cuando el sol incide con menos energía”.
Cuida también de tu salud mental
Las áreas del cerebro responsables de enmarcar y resolver tareas cognitivas complejas se ven afectadas por el estrés térmico. Se ha comprobado que el aumento de las temperaturas puede agravar los síntomas de las personas con problemas de salud mental y se ha relacionado con el aumento de los suicidios o con el aumento de los delitos violentos. Si te notas más irascible o molesto, puedes seguir todas estas recomendaciones para gestionar el mal humor.
Darte una ducha fría es tentador, pero no lo mejor
Cuando se está sudando y agobiado de calor, recurrir a una ducha fría parece lo apropiado, pero hay expertos que avisan de que puede ser contraproducente: “Al echar agua fría sobre el cuerpo caliente, éste lucha contra el frío produciendo calor. Por lo tanto, al salir de la ducha puedes acabar sintiendo más calor que antes”.
Sin embargo, con una ducha tibia o caliente, “el agua de tu piel se evapora y esto hace que la temperatura de tu cuerpo baje”. Por eso también puede ser buena idea pulverizarte agua encima y dejar que se seque sola.
Y tampoco lo es dormir con el ventilador toda la noche
Cierto es que dormir en noches cuasi tropicales es harto complicado, pero recurrir al ventilador no es lo más aconsejable. Riesgo de bronquitis, dolor de cabeza o nariz taponada son algunos de los riesgos que puede acarrear. Si el calor es insoportable, aquí tienes varios trucos para dormir sin tener que enchufarlo.
No te pases arropando a tu bebé
Solemos arropar a los más pequeños tanto en sus siestas como por la noche, tanto para que se sientan más protegidos como para evitar que descienda mucho su temperatura, pero en un contexto como en el que estamos, los expertos señalan que no hay que preocuparse por esto último. Si en la habitación hay más de 27ºC, puede bastar con que duerma en pañal.
Y no te olvides de proteger a tu mascota
Ellos también sufren el calor. Parece obvio, pero hay que evitar sacar a los perros a pasear a las horas de mayor temperatura y vigilar que no se quemen las almohadillas; nunca, nunca, nunca dejarlos encerrados en un coche y procurar que tengan tanta agua y sombra como necesiten. Para ello, pueden resultarte útiles todos estos trucos para refrescarlos.
Y no tienes por qué renunciar al sexo
Los estudios demuestran que cuando hace calor la libido puede aumentar, aunque la idea de pegarse a alguien dé calor con solo pensarlo. Además de recurrir a la ducha como escenario, ser creativos con las posturas, jugar con hielo (con las debidas precauciones) o refrigerar los juguetes sexuales o el lubricante pueden daros muchas alegrías.