Bruselas guarda silencio ante el plan de May de revisar la salvaguarda irlandesa
"Si tenemos algo que decir, lo diremos mañana".
La Comisión Europea y el Consejo Europeo optaron hoy por mantenerse en silencio ante la comparecencia de la primera ministra británica, Theresa May, en la Cámara de los Comunes para exponer sus planes de cara al Brexit, donde ha expresado su intención de volver a Bruselas para tratar la frontera irlandesa.
"Si tenemos algo que decir, lo diremos mañana", dijo un portavoz del Ejecutivo comunitario, en referencia a la rueda de prensa diaria que organiza esta institución.
Una portavoz del Consejo señaló, por su parte, que "no hay comentarios en este punto", rehusando así pronunciarse sobre la propuesta de May, que rechazó hoy convocar un segundo referéndum sobre el Brexit, pese a que el acuerdo de salida acordado con la UE no ha logrado superar el trámite de la ratificación en el Parlamento británico.
May explicó a los diputados su intención de volver a Bruselas para abordar la polémica salvaguarda para evitar una frontera en la isla de Irlanda, un asunto que las instituciones consideran cerrado por formar parte del acuerdo de salida al que el Gobierno británico dio su apoyo.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República de Irlanda, Simon Coveney, dejó hoy claro que su país rechaza cualquier límite temporal a la solución para evitar que haya una frontera física entre su país y la provincia británica de Irlanda del Norte, un asunto en el que el resto de socios europeos han cerrado filas en apoyo a la República de Irlanda desde el principio de las negociaciones.
Coveney realizó estas declaraciones ante la posibilidad evocada por Polonia, a través de su ministro de Exteriores, de poner un límite de cinco años al plan de salvaguarda irlandés.
"Puedo entender que le preocupe que encontremos soluciones a un Brexit sin acuerdo porque hay muchos polacos viviendo en Irlanda y el Reino Unido", comentó, pero recordó que "los que hablan en nombre de la UE son (el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude) Juncker y (el jefe negociador europeo para el Brexit, Michel) Barnier, y esa es la posición de Irlanda", concluyó.
Desde la Eurocámara, el jefe del grupo de seguimiento del Brexit en este organismo, Guy Verhofstadt, se expresó en un breve mensaje en su cuenta de Twitter en el que señaló su deseo de que ahora comience la cooperación entre partidos y las consultas para ir hacia "la relación futura más cercana posible entre la UE y el Reino Unido".
El político belga aplaudió, además, el anuncio de que el Reino Unido eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) para adultos y 32,50 libras (37 euros) para menores de 16 años que cuesta a los comunitarios pedir el "estatus de asentado" para quedarse en el Reino Unido después del Brexit.
May dijo que estas tarifas se anularán cuando el proceso de solicitudes se aplique en firme a partir del 30 de marzo, un logro que, según Verhofstadt, ha sido una "demanda clave" del Parlamento Europeo.
Otros grupos políticos, como el de los socialistas en la Eurocámara, criticaron que May no haya ofrecido ninguna solución para romper el bloqueo del Brexit y que la premier esté "perdiendo el tiempo pidiendo una revisión o aclaración sobre la salvaguarda irlandesa".
"Nadie quiere ver activarse la salvaguarda, pero tiene que estar ahí como un mecanismo de emergencia para evitar una frontera dura entre la República (de Irlanda) e Irlanda del Norte y proteger la integridad del mercado único", señaló el portavoz socialista para el Brexit, Roberto Gualtieri.
En su intervención, May tampoco contempló la posibilidad de solicitar la ampliación del periodo de negociación del Brexit a la UE, aunque sí advirtió a sus diputados de que Bruselas no aceptará un retraso si no hay perspectivas de que el Parlamento británico puede aprobar un acuerdo.
En este sentido, la Comisión ya advirtió de que esta petición para retrasar el Brexit debe ir acompañada de un razonamiento que justifique la extensión, ya que, según defienden fuentes comunitarias, ampliar este plazo es "ampliar la incertidumbre".