Britney Spears toma la palabra para recuperar el control de su vida
Este miércoles comparece en el juzgado, justo cuando una investigación revela que se opuso a que su padre fuera su tutor legal en 2014.
Desde hace más de trece años Britney Spears no puede tomar decisiones por sí misma. Ni gastar su dinero, ni salir a cenar con su novio, ni conducir, ni siquiera ver a sus hijos, ya que no tiene la custodia completa. Desde 2008, la cantante vive bajo la tutela legal de su padre, que tiene un control total sobre sus finanzas y su vida. Este miércoles, la artista tomará por primera vez en años la palabra en el juzgado para defender su libertad.
Según una investigación exclusiva de The New York Times, los fans de Spears que llevan denunciando años la situación de la artista tienen razón. Al parecer, la intérprete de Baby One More Time, se opuso a que su padre, Jamie Spears, fuera su tutor legal en 2014.
El periódico, que ha publicado una serie de informes judiciales, también incluye revelaciones del abogado de la artista, Samuel Ingham, que explica que Spears tenía miedo de su padre y quería sacarlo por completo de la tutela alegando problemas con el alcohol y un control excesivo.
La tutela de Britney Spears por parte de su progenitor se estableció en 2008, cuando la cantante sufrió varias crisis y tuvo que ser ingresada en un centro de salud mental. A pesar de que la artista se recuperó, ésta nunca fue revocada. Durante estos trece años, Spears ha lanzado varios discos al mercado, ha participado en giras alrededor del mundo y ha protagonizado un espectáculo en Las Vegas que agotó cada noche las entradas. Sus seguidores denuncian que si puede seguir desarrollando su carrera como siempre, por qué se supone que no está capacitada para tomar decisiones sobre su vida.
Tal y como revela el diario estadounidense, su padre tiene la última palabra hasta en cuestiones como la renovación de su cocina: se la prohibió porque era demasiado cara. La fortuna de Spears ronda los 60 millones de euros pero, según The New York Times, la cantante solo recibe una paga semanal de 2.000 euros.
Las fuentes citadas por el periódico confirman que la artista “está harta de que se aprovechen de ella” y, según un informe adjunto, en 2016 Spears expresó que la tutela era “una herramienta opresiva y controladora en su contra”.
La batalla legal
Desde julio de 2020, Britney Spears está inmersa en una batalla legal para recuperar su libertad. A lo largo de este año se han celebrado varias vistas para revisar las condiciones de la tutela y que cada parte exponga sus puntos de vista.
A principios de año, un juzgado estipuló que Jamie Spears no será el único tutor legal de la cantante, que deberá elegir un fondo de inversión para que gestione sus finanzas con su padre. Este miércoles, la estrella tomará la palabra con la esperanza de la tutela sea completamente revocada algo que, según la abogada de su padre, ocurrirá “cuando se den las condiciones”.
Britney no estará sola para defenderse. Desde que el proceso judicial tomó relevancia mediática el pasado verano, decenas de seguidores de la cantante se han manifestado en el juzgado con pancartas de #FreeBritney.
Su documental y el escrutinio de los medios
La situación de Britney Spears acaparó las portadas de medios de comunicación alrededor del mundo a principios de año, cuando se emitió el documental producido por The New York Times, Framing Britney Spears.
En la cinta se narra la presión y el escrutinio al que fue sometida la cantante por la prensa durante sus años de mayor éxito y cómo su salud mental terminó resintiéndose ante el acoso de los paparazzi. Spears, que ha revelado que no ha visto el documental, sí ha confesado haber llorado “durante dos semanas” por lo que ha podido saber y sentirse “avergonzada”.
“Siempre se ha especulado sobre mi vida, se ha observado y se me ha juzgado toda la vida”, denunció en una publicación en su perfil de Instagram. La artista aseguró que le resulta complicado mostrarse vulnerable porque siempre ha sido “juzgada, insultada y ridiculizada por los medios de comunicación”.
Ahora que la sociedad le ha pedido disculpas y mientras lucha por cambiar su vida, Britney ha dejado claro que no volverá a subirse a un escenario mientras su padre siga siendo su tutor legal. Este miércoles, da un paso más para que se haga realidad.