Breve historia de Ibiza (4)
(Por Pablo Burgués)
Allá por el año 406 después de Chuchi, aprovechando que el Imperio romano de Occidente estaba de chancla caída, el pueblo vándalo decidió salir de su zona de confort en el norte de Europa y darse un garbeo para ver qué se cocía por ahí.
Parece ser que la retórica y la oratoria no eran los fuertes de estos chavales, por lo que pronto se vieron obligados a desarrollar sus propias técnicas de expresión. Nacía así en la vieja Europa un nuevo y rompedor –ismo: el vandalismo. Este a priori poco sofisticado sistema de comunicación basado en la violencia y la destrucción, pronto hizo despuntar en el campo de relaciones internacionales a sus creadores, quienes con gracia y salero pusieron patas arriba Alemania, Francia, España y buena parte del norte de África.
Las matanzas vandálicas fueron tan desmadradas que incluso se les atribuye a ellas la aparición de pestes y enfermedades infecciosas asociadas a los miles de cadáveres insepultos que dejaban a su paso. Vamos, lo que se conoce como gente perfeccionista, meticulosa y fina en su trabajo.
En el año 440, tras 34 primaveras de bofetones non-stop, aquellos fieros hombretones venidos del norte decidieron que era hora de hacer un pequeño parón en su exitosa carrera hacia la conquista del Mediterráneo, así que se instalaron en un lujoso a la par que económico hotel con vistas al mar llamado Cartago (actual Túnez). Pero lo que iban a ser dos o tres días de vacaciones pronto se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años. La prensa rosa de la época empezó a decir que los Vándalos Street Boys estaban acabados, que no habían sido más que la típica banda One Hit Wonder y que nunca volverían a tener un gran éxito en su carrera artístico/invasora. Pero nada más lejos de la realidad amigas...
Una fría mañana del año 455, el hasta entonces adormecido pueblo vándalo liderado por un tal Genserico, decidió que era hora de salir de nuevo de turné y mostrarle al mundo que ellos seguían siendo los auténticos reyes del pop. Así que se subieron a sus barcos y sin apenas despeinarse saquearon Roma. Este hecho supuso la caída definitiva del Imperio romano de Occidente y puso fin a seis siglos (con sus noches) de gobierno romano en las Baleares.
Sin embargo, el cambio no duró demasiado ya que en el año 534 el Imperio Bizantino (el Barça B del Imperio Romano) hartito perdido de tanta tontería y tanto niño muerto invadió Cartago, poniendo punto y final de una vez por todas a las travesuras vándalas. Ibiza volvió entonces a convertirse en provincia romana hasta en el siglo X, cuando uno chulazo de piel canela, turbante y perilla llamado Abderraman III anexionó las islas Baleares al Califato de Córdoba y olé. Pero esa historia tiene mucha miga, así que si no te importa te la cuento la próxima semana.
Continuará...
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———— Esta historia se publicó originalmente en mi blog Typic d'aquí