Borrell renuncia a su acta de eurodiputado y seguirá como ministro en funciones
Esto no le invalida para lograr un alto puesto en la UE: "No hace falta ser europarlamentario para ser comisario”.
Movimientos en la cumbre política. Josep Borrell ha decidido renunciar a su acta de eurodiputado después de haberse presentado en las pasadas elecciones europeas como ‘número uno’ por el PSOE y seguirá como ministro en funciones, a la espera de las jugadas políticas en la Unión Europea para elegir a los futuros líderes.
La bomba informativa saltaba a media mañana, y el propio Borrell la ha confirmado ante los medios en Bruselas al medio día tras participar en la reunión de la OTAN. No obstante, este movimiento no invalida que el político socialista pueda conseguir alguno de los top jobs europeos a repartir.
“Las actuales circunstancias políticas han hecho pensar al presidente y a mí mismo que no era razonable que el puesto de Ministro de Asuntos Exteriores quedara vacante en un tiempo indefinido, por la incertidumbre que hay respecto a la investidura”, ha explicado.
En cuanto a si va a ejercer algún cargo en Europa, Borrel ha señalado que “ser parlamentario no es el único destino. No hace falta ser europarlamentario para ser comisario”.
Esta decisión se produce en mitad del tumultuoso clima político que vive España al no haber conseguido todavía ser investido Sánchez dos meses después de las elecciones. El Parlamento Europeo se tiene que constituir el próximo 2 de julio, el mismo día que Sánchez y Meritxell Batet pactarán la sesión de investidura del actual presidente (que todavía no tiene asegurados los votos para seguir en La Moncloa). Ante esta tesitura, Borrell, según ha admitido él mismo, ha decidido permanecer en su puesto en funciones en el Ejecutivo.
Borrell ha querido agradecer a Sánchez que le haya mantenido como ministro y ha añadido que “si las expectativas de una formación de Gobierno fueran más ciertas a corto plazo, posiblemente la decisión habría sido otra. Pero hoy no se sabe cuándo va a ser la investidura”, ha señalado. Ha insistido en su papel en Europa: “Presentarte a unas elecciones para Europa no quiere decir que el destino sea ser parlamentario”, ha aclarado.
Este movimiento de Borrell no implica que tenga que renunciar a uno de los altos cargos de la Unión Europea -a excepción de la Presidencia de la Eurocámara- que se negociarán este fin de semana en Bruselas.
Aunque fue el cabeza de lista del PSOE en las elecciones europeas, Borrell ya dio pistas de que su destino no sería quedarse en el Parlamento, ya que fue la número dos de la candidatura, Iratxe García, la que se postuló para presidir el Grupo de los Socialistas y Demócratas.
Diversos escenarios según la negociación
De este modo, su decisión no implica que Borrell esté descartado como próximo representante español en las instituciones europeas. Fuentes del Ejecutivo han insistido en los últimos días en que Sánchez tiene en mente varios perfiles para distintos puestos, en función del escenario que resulte de la negociación y que debe incluir equilibrios políticos, geográficos y de género.
Para el Gobierno español, tan importante es colocar a un español en un buen puesto como garantizar que los que no sean españoles compartan la visión española sobre el proyecto europeo.
Ahora, la siguiente fecha es el domingo 30 de junio. Los jefes de Estado y de Gobierno quieren acordar, al menos, el nombre del presidente de la Comisión Europea, el más importante de todos los puestos en juego, antes de que la Eurocámara elija a su presidente el día 2 o el 3 de julio y, de ese modo, ponga en marcha todo el juego de equilibrios para el resto de cargos.
Además de la presidencia de la Comisión, están en juego la presidencia del Consejo Europeo y de la Eurocámara, así como la única vicepresidencia de la Comisión que es fija, la del alto representante para la Política Exterior. El quinto puesto es el del presidente del Banco Central Europeo.
No obstante, fuentes próximas a la negociación explican que “encajar todas las piezas” de la negociación no está resultando nada fácil, ya que la designación de los puestos clave debe atender a criterios de distribución “norte-sur, este-oeste, hombre-mujer y por supuesto entre conservadores, liberales y socialdemócratas”.
Con todos estos cálculos, no está garantizado que Borrell vaya a alzarse con uno de los “top jobs” europeos, aunque sigue siendo “una baza clave” en la posición negociadora española.