Boris Johnson pone rumbo a Reino Unido desde sus vacaciones en el Caribe tras la 'crisis Truss'

¿Dónde está Boris Johnson? Es la pregunta que todos se hacían ayer, cuando su sucesora, la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, anunciaba su dimisión a los 45 días de llegar al cargo. La respuesta es que está de vacaciones en el Caribe con su familia. No es una frase hecha ni un cliché. Es verdad. Ante la crisis Truss, sin embargo, ya está haciendo las maletas y volviendo a su país porque, afirman sus allegados a medios de solvencia como The Times o The Guardian, tiene aspiraciones de volver al 10 de Downing Street.

Johnson ha estado ausente de las votaciones del Parlamento desde julio, informa The Mirror. Fue entonces cuando dimitió, aunque formalmente se mantuvo en el cargo hasta el pasado seis de septiembre. En este tiempo estuvo soltando lastre en sus responsabilidades de gestión y, ya liberado de ser premier, se ha dedicado a viajar con su familia y a escribir en la casa de campo que un amigo le ha dejado.

Preguntado por Johnson, Andrew Gilligan, su exasesor de Transportes y muy cercano al antiguo mandatario, dijo a la LBC que Johnson estaba esté observando los resultados de las encuestas que lo dan como favorito como sucesor de Truss “con interés”. “Probablemente está divirtiéndose en este momento en el Caribe”, remarcó.

Las supuestas vacaciones de Johnson se producen dos meses después de los informes sobre su escapada a Grecia con su esposa, Carrie, en agosto, que fue muy criticada porque, aunque de salida, no dejaba de estar en el cargo en un momento de máxima crisis económica en su país. Se le acusaba de no importarle nada ya.

The Conservative Post ha dado la bienvenida a los que apoyen a Boris en su regreso, con una petición titulada Bring Back Boris. La propuesta ha logrado unas 15.000 firmas desde el martes 18 de octubre.

Sin embargo, se rechazó una petición oficial enviada al sitio web del Gobierno y el Parlamento del Reino Unido el 14 de octubre. El Gobierno no puede aceptar peticiones sobre nombramientos, incluido el reemplazo o despido de miembros.

“En cualquier caso, las decisiones sobre los cambios en los líderes de los partidos políticos son un asunto de los partidos políticos individuales, no del Gobierno o el Parlamento del Reino Unido”, se lee en el texto.

Un aliado de John son le dijo a The Guardian que sentía que era de “interés nacional” que él organizara un regreso, aunque no señala si es para ayudar en el partido o ayudar en el proceso de relevo. Otro asesor señaló que Johnson aún entiende que se le ha “cortado antes de tiempo” en el cargo, de forma “injusta”, y que todavía tenía mucho que hacer en el poder. Johnson, en 2019, logró una aplastante mayoría absoluta, que hoy luce la derecha en el Parlamento y con la que pude gobernar dos años más.

Sin embargo, el anuncio del Partido Conservador de que el umbral para llegar a la boleta electoral sería el apoyo de 100 diputados hace que la posibilidad de que Johnson se presente de nuevo parezca menos probable. Es demasiado alta para quien arrastra un Partigate. Algunos diputados conservadores sugirieron que podría estar desperdiciando su energía presentándose.

Un exministro, que respalda al exministro de Finanzas Rishi Sunak, señaló al citado diario que creía que era muy poco probable que Johnson se postulara. “La verdad brutal para Boris es que su apoyo no ha cambiado en absoluto desde que fue expulsado. Entonces tenía aproximadamente 40 diputados que todavía lo respaldaban, tal vez 20 más son votos débiles”.

Es una figura profundamente divisora dentro del grupo parlamentario conservador -que aún tiene pendiente una investigación sobre el asunto Partygate-, pero Johnson sigue siendo popular entre las bases de su partido y podría tener voz en el proceso de elección de un nuevo líder. Una encuesta de YouGov a principios de esta semana encontró que el 32% lo colocó como su principal candidato, por delante de Sunak con un 23%.