Biden dice en México que la crisis migratoria ya está "muy bien encaminada"
El norteamericano se ve con López Obrador y pactan “atender las causas de raíz de la migración”. El mexicano le reclama que acabe con el “desdén” hacia Latinoamérica.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró esta pasada noche que la crisis migratoria en la frontera “ya está muy bien encaminada”, gracias a la colaboración del Gobierno mexicano.
Así lo afirmó el mandatario estadounidense al iniciar una reunión con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional de México, acompañados de varios miembros de sus gabinetes.
Biden está en la capital mexicana con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte. Es su primera visita a un país latinoamericano desde que llegó a la Casa Blanca hace dos años.
“Hablaremos sobre cómo podemos abordar la inmigración irregular, que creo que eso ya está muy bien encaminado”, dijo Biden sentado en una mesa frente a López Obrador. La Casa Blanca informó luego en un comunicado que Biden y López Obrador “reafirmaron su compromiso para implementar políticas innovadoras para frenar la migración irregular”.
Discutieron “el reciente anuncio” sobre inmigración de Estados Unidos, que prevé entregar 30.000 permisos mensuales a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, pero deportar inmediatamente a México a aquellos que crucen la frontera de forma irregular. También se comprometieron a “atender las causas de raíz de la migración” en el continente.
El mexicano, por su parte, le pidió acabar con el “desdén” hacia los países de Latinoamérica y avanzar hacia la integración económica del continente. “Es el momento de acabar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia Latinoamérica y el Caribe”, dijo. Además, expuso que “no habría otro dirigente que pudiera llevar a cabo esta empresa” e instó a Biden a “comenzar una nueva etapa entre los pueblos y naciones del continente a partir del respeto y la ayuda mutua”.
“Usted tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano”, declaró al inicio de la reunión. Con esta propuesta, López Obrador pretende renovar las relaciones de Estados Unidos con el resto de países del continente, pues considera que la única política en materia de cooperación para el desarrollo “importante” que se ha impulsado en medio siglo fue la Alianza para el Progreso del expresidente John F. Kennedy en 1961.
El líder estadounidense también puso sobre la mesa la necesidad de trabajar conjuntamente para frenar “la plaga del fentanilo”, una droga sintética fabricada en México que está detrás de buena parte de las muertes por sobredosis en Estados Unidos. Y, en materia comercial, propuso “fortalecer las cadenas de suministro” para que la región de Norteamérica pueda ser más competitiva. “México es un socio de verdad y cuando trabajamos juntos y con respeto mutuo, no hay nada que no podamos hacer”, declaró Biden.
En el terreno internacional, Biden instó a López Obrador a seguir apoyando la democracia en el continente americano, y recordó que Estados Unidos es el país que “más asistencia exterior” brinda en el mundo.
El presidente estadounidense consideró que el mundo vive un “punto de inflexión” único desde la Segunda Guerra Mundial, ya que lo que se acuerde ahora marcará el mundo “en las próximas décadas”.
El encuentro ocurre después de que la Casa Blanca anunciara un nuevo programa migratorio para frenar la llegada de personas a su frontera sur.
Estados Unidos ofrecerá 30.000 permisos humanitarios para venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, pero regresará de forma exprés a México a todos aquellos migrantes que crucen la frontera de forma irregular.
Asimismo, ambos mandatarios se ven tras el reciente arresto en México de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán, a quien Estados Unidos quiere extraditar por tráfico de drogas.
Declaración a tres
En paralelo a esta bilateral, el canciller mexicano Marcelo Ebrard se reunió este lunes con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, para suscribir la “Declaración de la Alianza Norteamericana para la inclusión y la igualdad Racial”, además de ofrecer un mensaje trilateral a medios.
“Este es nuestro proyecto sobre la diversidad, la igualdad y la inclusión en nuestras sociedades. Todas las personas merecen oportunidades iguales sin importar la religión, el género o la orientación sexual”, dijo Joly durante su intervención.
Señaló que como líderes de Canadá, Estados Unidos y México tienen “una gran responsabilidad para combatir la discriminación y el odio en todas sus formas, hoy nos comprometimos a ellos al firmar la declaración”.
Blinken dijo que cada una de las tres naciones “reconoce la responsabilidad de trabajar con feroz urgencia en estos temas para derribar estar barreras y acabar con los prejuicios”.
Además, recordó que su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva, el avance de la equidad racial y el apoyo a las comunidades desatendidas a través del Gobierno federal.
Dijo que “es importante la voluntad de los tres países en reconocer que todavía hay mucho trabajo por hacer para erradicar la discriminación y la iniquidad en cada uno de nuestros países, lo cual demuestra que estamos pedir lo mismo de nosotros que de otros países”.
En tanto, el canciller Ebrard apuntó que “los tres países estamos pensando algo similar en nuestra política interior y es una gran oportunidad porque no tenemos que convencer a nadie de qué es lo que tenemos que hacer”.
Expuso que el caso de México “el racismo es algo sumamente relevante y durante mucho tiempo no se hablaba del racismo y este es un tema muy actual y es un problema que sintetiza la desigualdad social, de género y otras desigualdades, y se ha hecho mucho por desmantelar la cultura del racismo”.