Biden, en mitad del caos, deja el frío de Washington y se va a descansar a las Islas Vírgenes
Con más de 50 muertos por Eliot y con el caos aún instalado en los aeropuertos nacionales, con más de 3.000 cancelaciones...
El presidente estadounidense, Joe Biden, y la primera dama, Jill, abandonaron este martes el frío de Washington y pusieron rumbo a las cálidas Islas Vírgenes de Estados Unidos, donde celebrarán la llegada del nuevo año junto al resto de su familia.
Biden y su esposa salieron de la Casa Blanca pasadas las 18.30 hora local y se subieron al helicóptero presidencial Marine One, en el que se trasladarán hasta la base militar Andrews, en el estado de Maryland y a las afueras de Washington. Desde allí, viajarán directamente a Saint Croix, el mayor territorio de las Islas Vírgenes de EEUU, en el Caribe.
Junto a Biden y la primera dama también viajaron cuatro miembros del gabinete presidencial, incluyendo Jake Sullivan, consejero para asuntos de Seguridad Nacional y Annie Tomasini, directora para asuntos de la Oficina Oval.
Según la Casa Blanca, los Biden tiene previsto celebrar Nochevieja y el Año Nuevo junto al resto de su familia en las Islas Vírgenes y regresarán a la Casa Blanca el 2 de enero.
Los Biden han ido a las Islas Vírgenes de vacaciones durante las fiestas navideñas casi todos los años desde 2008, incluido el periodo en el que el actual mandatario ejercía como vicepresidente con Barack Obama (2009-2017).
Uno de los hermanos del presidente, James, tiene una vivienda en Water Island, uno de los territorios de las Islas Vírgenes, y Biden ha pasado varias vacaciones navideñas allí o en la isla de Saint Croix.
Pese a que viajar a las Islas Vírgenes es costumbre en la familia, el mandatario y la primera dama rompieron el año pasado con esa tradición y pasaron sus vacaciones en Delaware, estado en el que creció Biden y al que representó en el Senado de Estados Unidos durante 36 años. Tanto el año pasado como este, los Biden han salido de vacaciones después de Nochebuena y Navidad, festividades que han pasado en la Casa Blanca.
El problema es que el presidente ha decidido moverse cuando su país arrastra los efectos de la histórica tormenta invernal que ha dejado más de 50 muertos y cuando se siguen contando por centenares los retrasos y cancelaciones de vuelos de personas que no tienen un avión oficial. El caos aéreo persiste, entre otras cosas, porque otro frente frío llegó a la costa oeste con nieve y lluvias, informó el servicio meteorológico nacional (NWS, en inglés).
A pesar del fin de Elliot, las cosas siguen mal y se acerca Año Nuevo: este martes han sido cancelados más de 3.000 vuelos, según el portal Flight Aware, dejando en tierra a miles de pasajeros que tenían previsto viajar durante las vacaciones.