Berlín rechaza de nuevo que Erdogan haga campaña en Alemania
El Gobierno y la justicia de Alemania están determinados a impedir que la cumbre del G20 sirva de plataforma política para el presidente turco.
El Gobierno y la justicia de Alemania están determinados a impedir que la cumbre del G20 sirva de plataforma política para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ya sea con un mitin o de actos en apoyo a su gestión.
El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, ha respondido con un "no es buena idea" a la comunicación recibida de Turquía sobre el propósito de Erdogan de hablar ante sus seguidores durante su visita a Hamburgo, el 7 y 8 de julio, durante la cumbre de este grupo de economías industrializadas y emergentes.
"En el pasado hemos permitido ese tipo de actos, también en medio de campañas electorales. Creo que debemos comunicarle a todos los países que no pertenecen a la UE —y no sólo a Turquía— que no permitiremos actos en Alemania que traigan conflictos internos de otros países", ha afirmado el ministro en de un comunicado.
La postura del ministro es "compartida por el Gobierno", ha afirmado poco después el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, en declaraciones al semanario Der Spiegel.
Al propósito gubernamental de impedir ese mitin se suma la decisión del Tribunal Administrativo de Hamburgo de prohibir un acto en "apoyo" del presidente turco, convocado por sus seguidores durante la cumbre.
Entre el próximo domingo y el día 8 hay convocados en Hamburgo un total de 26 concentraciones de distinto formato, en su mayoría de signo izquierdista y en protesta contra el G20, y las fuerzas de seguridad alemanas han preparado un dispositivo de seguridad con más de 15.000 agentes.
Habrá un amplio radio de prohibición a toda concentración en torno al centro de congresos donde tendrán lugar las reuniones de los líderes y sus delegaciones, recordó el tribunal hamburgués.
Los seguidores de Erdogan pretendían mantener una concentración durante dos días de sesiones en las inmediaciones del hotel donde se hospedará al presidente turco, dentro de esa zona de prohibición.
Gabriel, del Partido Socialdemócrata (SPD), ha indicado que ya ha comunicado a Ankara su punto de vista respecto al mitin y destacó que un acto de esta naturaleza "no encuadra en el contexto del G20".
El líder de su partido y candidato a la Cancillería en las elecciones de septiembre, Martin Schulz, había pedido ya de antemano la prohibición de una eventual intervención de Erdogan en Alemania.
"Los políticos extranjeros que pisotean nuestros valores no deben tener en Alemania un escenario para sus discursos incendiarios", ha dicho Schulz en declaraciones al diario Bild.
"No quiero que el señor Erdogan, que en Turquía mete en la cárcel a periodistas y miembros de la oposición, hable en una manifestación en Alemania", ha añadido Schulz, quien ha dicho no querer que el presidente turco exporte sus problemas internos.
En Alemania viven unos 3 millones de personas con raíces turcas y cerca de la mitad de ellos tienen derecho a voto en Turquía.
La prohibición de mítines de ministros turcos en Alemania durante la campaña del referéndum constitucional, el pasado marzo, generó una crisis bilateral.
Las relaciones entre Berlín y Ankara estaban ya dañadas por la detención en Estambul de un periodista germano-turco, acusado de propaganda terrorista, y por el veto de Ankara a que diputados germanos visitaran a sus tropas en la base turca de Incirlik.
La pasada semana el pleno del Bundestag (cámara baja) respaldó la retirada de las tropas de esa base, desde donde el Ejército alemán apoya a la coalición internacional en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y su traslado a Jordania.
Ankara había prohibido ya el año pasado una visita de diputados a Incirlik, poco después de que el Bundestag aprobara una resolución de condena del "genocidio armenio" que desató protestas de Ankara.
El veto se repitió este año, entre críticas a Berlín por dar asilo a personas vinculadas a la red del predicador islamista Fethullah Gülen, al que Ankara acusa de instigar el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
La última vez que Erdogan habló en Alemania ante sus partidarios fue en Karlsruhe (suroeste del país), en mayo de 2015.