Estos son los 1.000 bares con Solete de la Guía Repsol
Estos establecimientos se sumarían al otro millar galardonado en verano.
Los bares han vuelto a la normalidad y muestra de ello es que también reciben nuevos reconocimientos. La Guía Repsol ha retomado su nueva calificación de Soletes después del verano para la temporada otoño-invierno y hacer así un listado de 1.000 bares, cafeterías, barras, tascas, vinotecas e incluso establecimientos de fast food.
“La primera edición estaba muy marcada por la temporalidad del verano con chiringuitos, terrazas. Ahora en otoño apetece más el resguardo, las barras, los vinos, coctelerías, los platos de cuchara... Todo ello pensando en establecimientos que ofrezcan tickets medios que puedan disfrutarse tranquilamente”, explica María Ritter, directora de la Guía Repsol.
Los 1.000 Soletes, aunque parezcan muchos, se encuentran distribuidos en las 52 provincias españolas. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid solo se han entregado 53, ya que también tiene un carácter de descentralizar la gastronomía por todo el territorio nacional y potenciar los sabores y establecimientos de la España vaciada.
Entre los barrios más ‘soleteros’ de la capital se encuentra el de Lavapiés, nombrado por la revista TimeOut como el más cool del mundo en 2017. De ahí, la Guía ha querido presentar a tres de los establecimientos galardonados: La Caníbal, especializado en vinos y cervezas artesanas y quesos; Yeca, de comida fusión y street food especialmente del sudeste asiático, y La Lorenza, una taberna que revitaliza la comida tradicional.
La Caníbal, regentado por Javier Vázquez, bebe principalmente de la gastronomía y los caldos de pequeños productores y que se elaboren de manera sostenible. “Nos enfocamos en el pequeño productor de todos los productos: vinos, cerveza y quesos, entre ellos el Savel galardonado como uno de los mejores de España. La cocina también buscamos que sea muy cercana al agricultor y al ganadero y que sea de temporada. En cuanto al vino, también buscamos que se elabore de forma respetuosa con el viñedo, con la temporalidad y sin mucha intervención industrial”, señala Vázquez.
Muestra de su apuesta por lo sostenible y lo tradicional es que en este establecimiento se puede pagar por una botella rellenable de cristal e irla rellenando con los caldos favoritos de entre los siete grifos disponibles. Cuentan con otra decena de grifos de cervezas artesanales —entre ellas seis propias— y vinos de elaboración propia.
En el caso de Yeca, se trata de un pequeño establecimiento de comida del sudeste asiático siguiendo el concepto de street food con platos que no superan los 10 euros y cuyos platos estrella son el curry verde de pollo y calabaza y los dumplings de kimchi fermentado artesanalmente, tofu y boniato asado.
En La Lorenza, se puede encontrar comida tradicional con toques de comida fusión. De hecho, en su carta se pueden encontrar desde los callos más castizos madrileños a un canelón de manitas de cerdo, rabo de vaca y setas, pasando por un steak tartar o gyozas de caldeirada de pulpo y espuma de patata ahumada. De postre, la especialidad de la casa es la tarta de queso gorgonzola.