Adiós, majestad: Barbados decide ser una república y romper con la Corona británica
Seguirá siendo uno de los 53 territorios que integran la Commonwealth, con orígenes en el pasado imperial británico, pero ya sólo liderado por la presidenta Sandra Mason.
Barbados se ha convertido este martes en una nueva república y se ha desvinculado de la Corona británica, un momento histórico que ha recibido apoyo regional pero que es visto con apatía por parte de la población, poco incluida en el proceso.
La ceremonia de declaración de la República y de juramento de Sandra Mason como presidenta de Barbados se inició a las 11 de la noche, hora local (cinco horas más en la España peninsular) y terminará este martes, con la Ceremonia de Honores Nacionales en la capital, Bridgetown.
A partir de hoy, la jefatura de Estado dejará de recaer en la reina Isabel II de Inglaterra, poniendo fin a la asociación con la Corona británica de la isla, una antigua colonia de cerca de 280.000 habitantes que se independizó en 1966.
La ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología, Kay McConney, explicó recientemente que la presidenta tendrá una función similar a su actual como gobernadora general pero, con la diferencia de que “asumirá el papel de jefa de Estado de Barbados de buena fe y no actuando en nombre de Su Majestad la Reina”.
El hito de esta transición pueda verse, sin embargo, parcialmente socavado por la incapacidad del Gobierno de concienciar a las masas sobre la importancia de la medida, en opinión del respetado académico e historiador de Barbados, Pedro Welch.
Sin la voz del pueblo
“El significado histórico ya está establecido. Es un hecho consumado. Sucederá y quedará registrado en los libros de historia, pero faltará la voz del pueblo”, dijo a Efe Welch.
Muchos comparan en Barbados la indiferencia de la población hacia este proceso con el muy distinto ambiente de celebración que existía durante la independencia en 1966.
“Estamos avanzando hacia una república, pero hay mucha apatía, la gente de hecho no está interesada. Algunos sienten aprensión y no porque haya algo malo en ser una república, sino porque la gente ignora lo que significa”, lamentó Welch.
El antiguo profesor de la Universidad de las Indias Occidentales declaró que se debería haber explicado todo de una forma más clara para “hacer que las masas confíen plenamente” en esta transición.
Esta apatía se ve influída también por la pandemia de la covid-19 y su impacto en la economía de la isla, muy dependiente del turismo.
“Las mentes de la gente simplemente no están en la cuestión de una república sino en los problemas del día a día. ¿Qué vamos a comer mañana? ¿Cómo vamos a ganarnos la vida si perdemos nuestros trabajos? Esos son los temas que ocupan la mente de la gente”, subrayó Welch.
Con el príncipe Carlos
En las ceremonias de estos días está prevista la asistencia de dignatarios internacionales, entre los que destaca el príncipe Carlos, heredero del trono británico y futuro líder de la Commonwealth.
Barbados tiene la intención de seguir siendo parte de la Commonwealth y no es la primera antigua colonia británica en el Caribe en convertirse en república: Guyana ya lo hizo en 1970; Trinidad y Tobago, en 1976; y Dominica, en 1978. La soberana Isabel II reina en 15 de los 53 territorios que componen esta unión. El lunes fue el último día que lo hizo en Barbados.
Además del príncipe Carlos, el secretario de Gabinete, Hughland Allman, dijo a Efe que han sido invitados otros dignatarios en base a varias solicitudes recibidas de la comunidad regional e internacional.
Todos los jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), integrada por 15 países, han participado, según Allman.
Misma identidad
“El 30 de noviembre todavía se conocerá como el Día de la Independencia. Y Barbados seguirá siendo conocido como Barbados, no la República de Barbados”, dijo la ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología.
La responsable también indicó en declaraciones a los periodistas que los colores nacionales seguirán siendo el azul aguamarina, el dorado y el negro.
El Gobierno de Mia Mottley busca con este cambio de monarquía constitucional a república “completar un viaje” que comenzó cuando la isla obtuvo la independencia, tras más de tres siglos como colonia británica, según McConnney.
“Esta finalización del viaje nos lleva a convertirnos en un Estado con una barbadense como nuestra jefa de Estado (...) Parte de la Commonwealth pero sin la necesidad de que el monarca británico nos dirija”, aseveró.
Consciente del desinterés popular hacia el proceso, la ministra animó a todos los habitantes de Barbados a ponerse para la ocasión sus colores nacionales “y celebrar el espíritu de esta época histórica y de este gran paso como país”.
Dónde manda Isabel II
Los territorios en los que Isabel es reina abarcan los más de 15.000 kilómetros que separan el palacio de Buckingham en Londres de la pequeña isla de Tuvalu, el más remoto de los lugares bajo su reinado, en pleno océano Índico.
Pese a que la mayor parte de los territorios y colonias bajo dominio británico lograron su independencia durante el período de descolonización de las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos de estos se convirtieron en monarquías constitucionales y mantuvieron a Isabel II como su reina y jefa de Estado.
Varios se encuentran en el continente americano. La mayor parte son islas del mar Caribe, aunque la lista incluye al segundo estado más extenso del planeta y más grande de América: Canadá. Los demás son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas.
La monarca británica es además el “símbolo de la libre asociación” de los 53 miembros de la Commonwealth, aunque la pertenencia al grupo no implica sumisión a la corona. Es decir, en ellos es la figura política principal, pero no necesariamente reina.
A los estados mencionados hay que sumar los llamados “territorios británicos de ultramar”, que son un conjunto de colonias y territorios que no se independizaron. En el hemisferio occidental, esta lista incluye a las islas Malvinas/Falklands, así como a Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Montserrat; y las Islas Turcas y Caicos.
Por tratarse de monarquías constitucionales, el papel de Isabel II como jefa de Estado de esos países es mayormente simbólico y representativo, y depende del sistema legal vigente aprobado por las autoridades de cada estado.
Pero la reina Isabel estuvo en ocasiones cerca de “perder” alguno de los países de su larga colección, explica la BBC. En 2016, el gobernador general de Jamaica, Patrick Allen, propuso aprobar una enmienda constitucional “para reemplazar a su majestad la reina con un presidente no ejecutivo como jefe de Estado”. Pero mientras eso no suceda, la reina de Inglaterra lo seguirá siendo de Reino Unido y de otros 15 países.