Aumenta el temor a que la explosión de covid en China afecte al resto del mundo
EEUU e Italia someterán a PCR a los viajeros de China, mientras la Comisión Europea estudia una respuesta coordinada. Los expertos consideran "preocupante" la situación.
Año 3 de la covid y la sensación de déjà vu se instala con fuerza entre la población. En diciembre de 2022, como ya ocurriera hace justo tres años, las noticias que llegan sobre el coronavirus en China inquietan al resto del mundo.
En una especie de tormenta perfecta, China ha acabado con su drástica política de ‘covid cero’ en un contexto de especial vulnerabilidad: bajas tasas de vacunación entre los ancianos, un sistema sanitario deficiente en algunas zonas del país, una población harta de las eternas restricciones, unas fiestas a la vuelta de la esquina, una información epidemiológica que llega incompleta y a cuentagotas, y el resto del mundo mirando de reojo al gigante asiático, tras haber pasado ya por las fases de desescalada mucho tiempo atrás, y poco a poco.
En apenas unos días, la preocupación ha escalado a nivel internacional. Primero la OMS expresó su inquietud, al tiempo que pedía a China más información y mejor vacunación; luego, los países del entorno fueron reaccionando poco a poco, incorporando requisitos a los viajeros procedentes de China. Este miércoles, la alarma llegaba claramente a Occidente, con el anuncio de que Estados Unidos e Italia someterán a pruebas PCR a las personas que lleguen de China. Ahora, es la Comisión Europea quien estudia imponer medidas coordinadas ante el auge del covid en el país asiático.
“A la luz de la situación actual de la covid-19 en China, la Comisión ha convocado al Comité de Seguridad Sanitaria esta mañana para debatir con los Estados miembros y las agencias de la Unión Europea (UE) posibles medidas para un enfoque coordinado”, ha indicado a Efe Daniel Ferrie, portavoz de la Comisión. “Si la situación epidemiológica lo requiriese, podrían reintroducirse medidas relacionadas con la covid-19 de forma coordinada y siguiendo un enfoque basado en las personas”, ha añadido.
“Vigilantes y preparados para el freno de emergencia” en la UE
Ferrie también ha señalado a la agencia Efe que la variante ómicron BF7 del coronavirus, prevalente en China, ya está presente en Europa y “no ha crecido significativamente”. “No obstante, permanecemos vigilantes y estaremos preparados para utilizar el freno de emergencia en caso necesario”, dice.
Estados Unidos justificó su decisión de imponer pruebas a viajeros procedentes de China no sólo por el aumento de contagios en el país, sino por la falta de información adecuada y transparente por parte de China, lo cual temen que pueda hacer pasar desapercibida una nueva variante del coronavirus potencialmente peligrosa.
En una línea similar se manifiesta el virólogo español Luis Enjuanes, que en una entrevista publicada esta mañana en El País describía la situación china como “preocupante” para el resto del mundo. Si bien “estamos mucho más preparados” –reconoce Enjuanes–, “hay muchos contagios y esto supone que habrá muchas más mutaciones y surgirán nuevas variantes”. “Esto tendrá un efecto cascada sobre el resto del mundo”, advierte. “Más contagios siempre provocan más casos graves y más fallecidos, e implica más riesgos”.
Los datos no cuadran
Como si del mundo al revés se tratara, es China quien ahora no entiende las restricciones contra sus ciudadanos, que tilda de “exageración, difamación y manipulación política”. “Creemos que [las medidas] deberían ser justas y científicas”, ha replicado este jueves en rueda de prensa el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin. “Esperamos que todos los países tomen decisiones en base a la ciencia y que, además, garanticen la recuperación económica global y una cadena de suministros estable”, ha añadido, según recoge Efe. Wang Wenbin ha asegurado que la situación se encuentra “bajo control”, dentro de “lo esperado”.
Sin embargo, las cifras y las imágenes de China que ofrecen medios internacionales y redes sociales dan a entender otra cosa. Hospitales a rebosar, colas en los crematorios, millones de contagios diarios… Según estimaciones de la consultora británica Airfinity, alrededor de 5.000 personas estarían falleciendo a diario en China a causa del coronavirus. Mientras, China opta por su política habitual: negarlo u obviarlo.
En lo que va de mes, desde que cayeron las restricciones, China apenas ha notificado una decena de muertes por covid y, según publican numerosos medios citando a expertos chinos, sólo contará como muertes por coronavirus aquellas que se den por neumonía o fallos respiratorios en pacientes con covid, y no aquellas que se produzcan por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares o ataques al corazón en personas infectadas.
Por otro lado, el Gobierno ha dejado de comunicar un parte diario de infecciones, que ahora sólo se reportará de forma semanal o mensual. En las tres primeras semanas de diciembre, China ‘sólo’ registró –según sus cifras oficiales– 62.592 casos sintomáticos de covid en el país, mientras que un informe de las autoridades sanitarias nacionales que recoge el Financial Times cifra en 250 millones los contagios que se produjeron en esas mismas fechas. Esto es: el 18% de los 1.400 millones de chinos podrían tener covid.
Algunas zonas, posiblemente cerca del “pico”
Algunas voces, como la del epidemiólogo jefe del Centro de Control de Enfermedades de China, Wu Zunyou, apuntan ya a que la ola de contagios “ha llegado a su pico” al menos en Pekín (la capital), Tianjin (noreste) y Chengdu (centro). “En lugares como Shanghái (este), Hubei (centro) o Hunan (centro), la pandemia todavía se encuentra en una fase de rápida propagación”, señaló el epidemiólogo, según cita la prensa local y recoge la agencia Efe.
El especialista vaticinó recientemente que se producirían “tres oleadas” de contagios en el país: en diciembre, a finales de enero como consecuencia de los viajes durante la fiesta del Año Nuevo Lunar y cuando la gente vuelva al trabajo tras sus vacaciones. “Entre un 10% y un 30%” de la población china podría contraer el virus entre diciembre y marzo, predijo.