Aumenta el pulso entre Rusia y la OTAN ante el despliegue militar en la frontera ucraniana
Los Estados miembros se han mostrado dispuestos a adoptar nuevas sanciones económicas contra Rusia si finalmente ataca Ucrania.
Aumenta la tensión. Los Estados miembros de la OTAN se han mostrado este martes dispuestos a adoptar nuevas sanciones económicas contra Rusia si finalmente ataca Ucrania, después de que Moscú haya aumentado su presencia militar junto a la frontera de la antigua república soviética por segunda vez este año.
“Cualquier agresión futura rusa contra Ucrania vendría con un alto precio y tendría consecuencias políticas y económicas graves para Rusia”, ha declarado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante la rueda de prensa posterior a la primera jornada de la reunión de ministros de Exteriores aliados que se celebra hasta este miércoles en Riga.
En esta primera jornada del encuentro, los países de la OTAN han abordado el aumento de la concentración militar rusa junto a Ucrania y han debatido posibles consecuencias.
La OTAN como organización no puede adoptar sanciones económicas contra Moscú. Esa tarea correspondería a los países individualmente o a la Unión Europea, como ha recordado Stoltenberg, quien, no obstante, ha destacado que la Alianza es “una plataforma para tomar decisiones, pero también para consultar y coordinar esfuerzos”.
“Aunque la OTAN no toma necesariamente las decisiones de imponer sanciones, eso corresponde a los aliados individuales y a la Unión Europea, por supuesto, la OTAN es una plataforma donde los aliados europeos, los miembros europeos de la Unión Europea, y Canadá y Estados Unidos se reúnen”, ha comentado. En ese sentido, ha señalado que “la coordinación, las discusiones políticas” que tienen lugar en la OTAN, “dan forma a las decisiones que tomamos como países individuales”.
“Por tanto, también las sanciones económicas y las reacciones políticas son parte de lo que hemos debatido hoy, también con Estados Unidos. Representamos el 50 % del PIB mundial y, por supuesto, importa cuando los aliados de la OTAN debaten también el uso de sanciones económicas contra la conducta de Rusia”, ha indicado.
Ha agregado que ya se ha visto la “resolución, voluntad y capacidad” para “mantener esas sanciones económicas cuando es necesario”. “Creo que, de hecho, Rusia subestimó la resolución de los aliados de la OTAN de imponer sanciones y mantener sanciones tras la anexión ilegal de Crimea en 2014”, ha expuesto.
Además, ha recordado que entonces también se adoptaron medidas políticas y que la OTAN suspendió la “cooperación práctica” con Rusia. Ha destacado que la Alianza incrementó la preparación de sus fuerzas, la presencia en su parte oriental, la vigilancia aérea o la presencia naval.
“Todo eso junto, envió un mensaje muy claro tras la anexión ilegal en 2014 y, por supuesto, hay medidas similares que son posibles opciones que miraremos esta vez también, sin entrar en detalles o especular sobre exactamente cuáles serán las decisiones. Sanciones económicas, sanciones financieras, reacciones políticas, pero también, como hemos visto, la preparación de la OTAN para proteger y defender a todos los aliados”, ha resumido.
Stoltenberg ha subrayado que los miembros de la Alianza están “unidos” en su “objetivo de disuadir a Rusia de cualquier otra acción agresiva” y ha insistido en que Moscú “sea transparente, reduzca la escalada y disminuya las tensiones”.
Una situación “fluida e impredecible”
Pese al debate sobre las sanciones, Stoltenberg ha admitido que la situación en torno a Ucrania sigue siendo “fluida e impredecible” y “no hay certidumbre sobre las intenciones de Rusia”.
“Vemos una concentración de fuerzas significativa y fuera de lo corriente que no está justificada ni explicada, y acompañada de una retórica elevada y desinformación. Y sabemos que Rusia ha usado la fuerza antes contra Ucrania y otros vecinos”, ha apuntado.
El secretario general de la OTAN ha afirmado que los ministros “fueron claros en que no debe haber malentendidos o errores de cálculo en la resolución de la OTAN”. “Estamos unidos para defender y proteger a todos los aliados. Continuaremos evaluando activamente la situación y nos aseguraremos de contar con todos los planes necesarios”, ha expuesto. Y ha insistido en que es irrelevante si la “probabilidad” de un ataque ruso contra Ucrania es del “20% o del 80%”. “No importa, necesitamos estar preparados para lo peor”, ha resumido.
Asimismo, ha evidenciado que el enfoque de dos vías de la OTAN con respecto a Rusia permanece “sin cambios”, con una “defensa y disuasión fuertes” y la creencia de que el diálogo es “vital”.
“Lamentablemente, Rusia ha decidido recientemente cortar las relaciones diplomáticas con la OTAN. Pedimos a Rusia que revoque esta decisión”, ha declarado.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha advertido antes de la reunión a Rusia de que tendrá que hacer frente a “graves consecuencias” si ataca Ucrania.
Los aliados también abordaron “el uso de personas vulnerables” por parte del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, “para presionar a Polonia, Letonia y Lituania”, ha dicho Stotlenberg en referencia a la crisis migratoria.
“Esto es cínico e inhumano. Y los ministros de la OTAN dejaron claro que nos solidarizamos plenamente con los aliados afectados. La OTAN también está cooperando estrechamente con la Unión Europea para contrarrestar esta campaña híbrida”, ha apuntado.