AstraZeneca admite un error en la aplicación de su vacuna
Días después de haber anunciado una fiabilidad del 70%, ampliable al 90% en la efectividad de su proyecto.
Contratiempos en la carrera por la vacuna. AstraZeneca ha reconocido un error en la aplicación de las dosis a algunos participantes del estudio, apenas unos días después de hacer públicos sus datos de fiabilidad del 70% (ampliable al 90% en función de la cantidad de medicamento administrado).
Según la información revelada, varios de los pacientes de la investigación únicamente recibieron una dosis parcial en lugar de la carga completa. Además, los funcionarios de Estados Unidos han señalado que los resultados no fueron claros, ya que no revelaban los referidos a personas mayores, lo que podría aumentar la efectividad del fármaco.
La información revelada por AstraZeneca este lunes se suma a los anuncios de resultados muy esperanzadores de otras empresas como Moderna o Pfizer. Sin embargo, los fallos podrían suponer un frenazo en los plazos para que la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford logre la autorización para su uso de emergencia. “Creo que realmente han dañado la confianza en todo su programa de desarrollo”, dijo Geoffrey Porges, analista del banco de inversión SVB Leerink, citado por The New York Times.
La estadística del proyecto reflejó una efectividad media del 70,4% en aquellos pacientes a los que se les aplicaron dos tomas —preparatoria y de refuerzo—, pero los porcentajes variaban ostensiblemente en función del nivel de dosis. Cuando se daba media dosis seguida de una completa (en total, 1,5) el nivel de “funcionalidad” ascendía al 90%, pero cuando se recibían dos dosis enteras bajaba hasta el 62%.
Ahora la farmacéutica, en palabras de su CEO, Pascal Soirot, se plantea hacer un nuevo estudio internacional conscientemente basado en tomas con menor carga médica. En unas declaraciones recogidas por Bloomberg, apunta que “este podría ser más rápido porque sabemos que la eficacia es alta, por lo que necesitamos un número menor de pacientes”.
Varios frenazos previos
No es el primer paso atrás reconocido por la farmacéutica. Recientemente se supo de otro paciente, el segundo, que sufrió un trastorno neurológico sin explicación tras la aplicación de la vacuna. Semanas atrás la investigación quedó temporalmente suspendida mientras se aclaraban las circunstancias del trastorno de un primer voluntario. Entonces, la compañía tiró de transparencia y reconoció que “en los grandes ensayos las enfermedades pueden aparecer de forma casual”.
En una entrevista reciente, un ejecutivo de la farmacéutica encargado del desarrollo de la compañía defendió el sistema de gestión y comunicación de las pruebas. El responsable aseguró que el error en las dosis fue cometido por un contratista, un fallo del que se notificó de inmediato a las entidades reguladoras.
Entre las cuestiones que dejó la publicación de los primeros datos de fiabilidad fue su reparto por grupos de pacientes. AstraZeneca comunicó haberse basado en 131 casos sintomáticos de Covid-19, sin desglosar el número de integrantes de cada grupo de participantes en función de la cantidad de dosis o placebo administrada. Igualmente se ha sabido que los datos dieron mejores resultados en individuos de menos de 55 años, sin ofrecer más información de la población mayor.