El detalle de 'La asistenta' que muchos han pasado por alto
La serie de Netflix está entre las más populares de la plataforma.
No todo es El juego del calamar en Netflix. Entre las series más vistas de la plataforma en las últimas semanas se encuentra otra producción de corte bien distinto, La asistenta. Inspirada en una historia real —la autobiografía superventas Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother’s Will to Survive, de Stephanie Land—, en ella Margaret Qualley interpreta a Alex, una madre soltera que recurre a limpiar casas para ganarse la vida y darle a su hija Maddy una vida mejor mientras huye de una relación abusiva.
El reparto lo completan actores como Nick Robinson, que hace de Sean, el padre de Maddy, o Andie MacDowell, quien interpreta a la madre de Alex. Lo curioso de la serie, y que no todos los espectadores conocen, es que esta relación madre e hija es real: Margaret Qualley es una de las tres hijas de Andie MacDowell con su primer marido, Paul Qualley.
La actriz, de 26 años, no iba a seguir inicialmente los pasos de su madre: quería ser bailarina y llegó a formarse en el American Ballet Theatre. Sin embargo, cambió las puntas por las pasarelas. Qualley ha llegado a ser imagen de marcas como Chanel.
Pronto sus pasos la llevaron hasta el mundo de la interpretación, en el que debutó en 2013 con un papel en Palo Alto, película de Gia Coppola. Poco después obtuvo un personaje regular en The Leftovers, serie de HBO, y en 2019 trabajó para Quentin Tarantino en Érase una vez... en Hollywood —cinta en la que el propio director y Brad Pitt tuvieron que convencerla para que aparecieran sus pies—.
Curiosamente, la idea de que Andie MacDowell interpretara el papel de su madre, bipolar sin diagnosticar, en La asistenta fue suyo. Como contó en una entrevista en Collider, durante el confinamiento el papel de la madre de Alex, Paula, aún no estaba cerrado, y se le ocurrió que su madre sería perfecta. Se lo propuso a Margot Robbie (productora de la serie) y también se mostró entusiasmada.
“Crucé los dedos, esperando que mi madre quisiera hacerlo, y tuve suerte”, afirmó. “Vino a Canadá y fue un verdadero sueño trabajar con ella. Fue una de las experiencias más surrealistas de mi vida”. Según Qualley, no solo tuvo la comodidad de tener a su madre cerca “en medio de una pandemia”, sino su trabajo, que no puede “admirar más”. “Y luego está eso de que entras en la habitación y tu mamá está interpretando ser tu mamá”, añadió.
En otra entrevista en el mismo medio, Andie MacDowell señaló que su hija sabía que el papel era idóneo para ella porque ella misma ha tenido “experiencias personales con enfermedades mentales”: “A mi madre le diagnosticaron esquizofrenia justo después de mi nacimiento”.
“Creo que trabajamos realmente bien juntas”, señaló la actriz de 63 años sobre cómo fue trabajar con su hija. “Cuando lo vi, me quedé impresionada por su actuación”.