Así ha sido la reapertura de Italia, el país al que España mira de reojo
Tiendas, playas y restaurantes abiertos, reencuentros entre amigos dentro de una misma región, mucha precaución y medidas de seguridad.
Italia está volviendo a la vida, aunque con temor y precaución. Desde este lunes, en el primer país del mundo que decretó confinamiento en todo su territorio, se permite abrir casi todos los comercios, las playas, restaurantes, hoteles, centros de belleza o peluquerías del país. No sólo eso: también se permite el libre movimiento en la misma región sin limitaciones.
Así lo acordó el Gobierno italiano este fin de semana con las regiones. Se abrirían casi completamente las actividades comerciales del país y a partir de ahora serán los presidentes de cada región los que decidirán y tendrán responsabilidad sobre estas aperturas.
“Serán meses muy duros y complejos, no debemos ignorarlo”, ha advertido no obstante, el primer ministro, Giuseppe Conte, al considerar la reapertura como un “primer paso” hacia “una cotidianeidad literalmente cambiada”. Lo ha señalado en una carta abierta al diario Leggo, la publicación distribuida gratuitamente, especialmente en el transporte público, el que usan muchos trabajadores que este lunes volvieron a sus puestos.
Pero no todo el país ha reabierto al mismo nivel. Tres meses después de que saltasen todas las alarmas por el primer caso, con un cuarto de millón de contagios y 32.000 fallecidos en todo el país, regiones como Lombardía, Piamonte y Campania, donde golpeó más fuerte la pandemia, han retrasado la apertura de los restaurantes hasta que los propietarios tomen las medidas adecuadas de seguridad.
Movimiento dentro de las regiones y restaurantes con condiciones
Desde hoy, los movimientos de las personas dentro del territorio de la misma región será libre y sin limitaciones. De esta manera se podrán trasladar a segundas residencias y visitar a familiares y amigos. Eso sí: hasta el 2 de junio, los viajes con medios de transporte públicos y privados están prohibidos entre regiones, así como las salidas al extranjero excepto por necesidades de trabajo debidamente controlados o de absoluta urgencia.
También se puede volver a ir a los restaurantes, siempre que se guarde la distancia de seguridad de un metro entre los clientes o colocando barreras separadoras y con el uso de una mascarilla al levantarse de la mesa, sin menús de papel y con reserva previa. El consumo en la barra se permite también si se puede garantizar la distancia interpersonal de un metro. Pero nada de comida en bufé.
En el barrio romano de San Giovanni, bastantes personas hacían cola, distanciadas entre sí, para entrar a sendas tiendas de dos conocidas cadenas de ropa, como si el fin del confinamiento marcara también el reinicio de la normalidad del consumismo.
El metro de distancia se debe respetarse en todos los lugares públicos. En la playa también será obligatorio un metro, mientras que será de cinco metros entre las sombrillas en las playas privadas y se prohíben los juegos y deportes en grupo.
Según Confcommercio, la Confederación General Italiana de Empresas, Actividades Profesionales y Trabajo Autónomo, el 70 % de los pequeños negocios como tiendas, bares, restaurantes o peluquerías han reanudado hoy su actividad en Italia. Un 30 % ha decidido mantener el cierre por el miedo a trabajar con pérdidas o la necesidad de poner a punto los establecimientos para garantizar los protocolos de seguridad.
Peluquería sí, pero con cita previa
En el sector de la belleza, como servicios de peluquería y estética, los clientes sólo podrán ser atendidos bajo cita y será obligatorio uso de mascarillas y guantes y al menos 1 metro de separación entre los clientes.
En las tiendas de ropa y otros productos será necesario que los clientes lleven guantes y mascarillas, pero no será obligatorio desinfectar después.
“Hoy es nuestro primer día, no creo que tengamos muchos clientes pero lo necesitaba aunque sea psicológicamente”, cuenta a Efe Tania, dependienta en una pequeña tienda de ropa en la céntrica Via dei Coronari, cubierta con la preceptiva mascarilla. Nada más entrar, un bote de gel desinfectante para los clientes, y nos enseña una especie de plancha de vapor con la que debe “desinfectar la ropa cada vez que alguien se la pruebe”.
Vuelven también las misas y reabre la Basílica de San Pedro
Desde este lunes también han empezado a celebrarse misas con fieles después de más de dos meses de prohibición, con toda una serie de medidas de seguridad y distancia.
Una de las primeras ha sido la oficiada por el papa Francisco en la Basílica de San Pedro, que estuvo dedicada al centenario del nacimiento de Juan Pablo II.
Esta misa marcaba la reapertura de la Basílica, cerrada desde el 10 de marzo, también a los visitantes, y esta mañana ya podía verse una pequeña cola de gente con distancias entre ellos.
Voluntarios de la Orden de Malta, cubiertos con trajes protectores y mascarillas, medían la temperatura antes de permitir la entrada, y la mascarilla era obligatoria.
Otros templos emblemáticos, como la Basílica de San Marcos en Venecia también han abierto sus puertas.
Sanciones de hasta 3.000 euros
Las sanciones para las personas que violen las reglas van de 400 a 3.000 euros y el cierre de 5 a 30 días para los comercios que no respeten las disposiciones.
Según la asociación de comerciantes Confcommercio, son cerca 800.000 las tiendas que podrán abrir desde hoy después del cierre decretado por la pandemia, aunque sólo 7 de cada 10 volverán a hacerlo, pues muchas han cerrado por la crisis y en el caso concreto de los restaurantes no lo harán por cuestiones económicas o por no haber tenido tiempo para adecuarse a las normativas.
Las próximas fechas en el calendario de desescalada serán el 25 de mayo, cuando reabran gimnasios, centros deportivos y piscinas; el 3 de junio, cuando Italia abrirá sus fronteras con los países de la Unión Europea sin necesidad de tener que guardar cuarentena y se permitirá el movimiento entre las diferentes regiones; y el 15 de junio le tocará el turno a teatros y cines.