Así es la Cooperación Estructurada Permanente en Defensa, "el euro" de la seguridad en la UE
España y otros 22 países UE se comprometen a reforzar su colaboración en Defensa y a aumentar la inversión y la investigación.
España ha firmado este lunes en Bruselas el protocolo de adhesión a la Cooperación Estructurada Permanente de la Unión Europea (PESCO, por sus siglas en inglés), una herramienta que permitirá a los países miembros una colaboración militar más ambiciosa, más coordinada y con más medios.
La firma del acuerdo ha estado presidida por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, la italiana Federica Mogherini, y en nombre del Gobierno español han acudido los ministros de Defensa, María Dolores de Cospedal, y Exteriores, Alfonso Dastis. Otros 22 estados se han sumado a este compromiso.
Pero ¿qué aporta de nuevo la PESCO? ¿Para qué sirve? ¿Por qué dice Cospedal que es "como el euro de la seguridad" europea? Estas son las claves para entender este "paso fundamental" en la integración defensiva comunitaria.
QUÉ ES LA PESCO
La Cooperación Estructurada Permanente en Defensa es un instrumento previsto en el Tratado de Lisboa, pero nunca utilizado hasta ahora; en este articulado permite a los países que quieran avanzar más rápido en su integración en materia defensa para desarrollar capacidades militares o participar en operaciones, si una mayoría cualificada de países lo avala.
Por eso hoy se han sumado 23 naciones, pero no todos los socios. Los únicos países que por ahora no se han sumado a la PESCO son Dinamarca, Malta, Portugal y Irlanda, aunque podrán hacerlo si asumen los compromisos vinculantes que aceptan el resto en la reunión de Asuntos Exteriores del próximo 11 de diciembre, cuando está previsto la decisión formal para aprobar la cooperación permanente, según fuentes europeas citadas por Europa Press.
Tampoco se suma obviamente Reino Unido, cuya salida de la Unión Europea está prevista para marzo de 2019 y que históricamente ha frenado todo avance para el refuerzo de la defensa comunitaria, para no socavar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El protocolo ha sido promovido por España, Francia, Alemania e Italia, que han diseñado los principios y compromisos del texto y que han presionado en un sprint exitoso, cuando hace apenas unos meses se veía imposible acabar el año con esta suma de esfuerzos.
Mogherini, de hecho, ha considerado la firma de hoy como "un momento histórico" para avanzar en la defensa europea y ha expresado "mucha satisfacción" de que se avance en la PESCO, algo que "parecía imposible de lograr" hace un año para "la mayoría".
QUÉ SE BUSCA
El objetivo de la PESCO, según Cospedal, es doble: garantizar que la Unión Europea pueda lanzar y sostener las operaciones de defensa y de paz que sean necesarias y dotar a los europeos de las capacidades para actuar en los escenarios interiores o exteriores de la Unión Europea.
Los dos objetivos son "perfectamente compatibles y coherentes" con la pertenencia a la OTAN de los países europeos, porque se va a buscar que no se solapen las competencias de cada cual.
LOS COMPROMISOS QUE HAY QUE CUMPLIR
Para poder entrar en la PESCO, los países asumirán una veintena de "compromisos vinculantes", incluido aumentar el presupuesto en defensa de manera "regular" y "en términos reales" para "alcanzar los objetivos acordados".
También se comprometerán a aumentar el gasto para investigación y tecnología en defensa "con vistas a acercarse al 2% del total del gasto en defensa", así como "el gasto en inversión en defensa hasta el 20% del gasto total en defensa" para cubrir las capacidades estratégicas deficitarias, en línea con las metas colectivas de la Agencia Europa de Defensa (EDA).
Igualmente, se comprometen a participar más en proyectos conjuntos de desarrollo de capacidades y en "al menos un proyecto" en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente para desarrollar capacidades que han sido identificadas como "estratégicamente relevantes".
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Los estados también se comprometen a contribuir de manera "sustancial", "dentro de sus medios y capacidades" y "limitaciones constitucionales" a operaciones militares y misiones de entrenamiento, incluido con personal y equipos, aprobadas por unanimidad por el Consejo y a contribuir "sustancialmente" a los grupos de combate multinacionales de la UE, que nunca han sido utilizados, para lo que tendrán que confirmar con cuatro años de antelación al menos sus contribuciones.
Además, simplificarán y estandarizarán el transporte militar transfronterizo para permitir el despliegue rápido de fuerzas militares y materiales entre países, un aérea en el que la UE y la OTAN ya han avanzado su intención de cooperar para atajar los obstáculos legales, burocráticos y físicos, dado que parte de las infraestructuras -carreteras, puertos, pistas y redes ferroviarias- necesitarán mejoras para tener en cuenta los requisitos de peso y altura de muchos de los vehículos y equipos militares. La OTAN espera que la UE contribuya a financiar la mejora en las infraestructuras.
CÓMO SE CONCRETA
Los países que se suman al proyecto deberán presentar en diciembre, antes de la aprobación formal de la PESCO, un plan nacional para demostrar cómo van cumpliendo los compromisos vinculantes. Los países tendrán un plazo máximo hasta 2025 para cumplir los compromisos.
Los planes nacionales, que los países irán actualizando según sea apropiado, serán evaluados anualmente por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, con el apoyo de la EDA y el Estado Mayor de la UE para evaluar si cubren las capacidades y necesidades operativas, al igual que los proyectos.
Esa evaluación se compromisos y cumplimientos es esencial, ya que a diferencia de la entrada en el euro, que estaba totalmente vinculada al cumplimiento de requisitos mínimos en inflación, deuda o déficit público, este proyecto defensivo no obligaba a nada previamente. Vale como punto de partida lo que se va a hacer.