Así convence un guardia civil a un padre de que saque a su hijo de una carga policial
En el centro donde iba a votar Puigdemont
Decenas de vecinos han pasado la noche a las puertas del polideportivo de Sant Julià de Ramis, en Girona, el municipio de residencia de Carles Puigdemont y donde el presidente de la Generalitat tenía previsto votar en el referéndum ilegal del 1-O. Un tractor aparcado en la puerta pretendía impedir que las fuerzas de seguridad entran en el local y requisaran las urnas.
La Guardia Civil ha llegado a primera hora de la mañana, alrededor de las 9, cuando ya se habían constituido las dos mesas electorales y se habían colocado las urnas.
Después de varias cargas contra los vecinos que bloqueaban la entrada del pabellón desde la madrugada y tras romper la puerta de cristal, los policías han conseguido acceder al interior de las instalaciones y, media hora más tarde, han salido con las urnas requisadas.
Ha habido mucha tensión en estos momentos entre los agentes y las personas congregadas en la puerta.
Entre las cientos de personas que se encontraban en las puerta del polideportivo se encontraba un padre con su hijo pequeño a hombros. Un guardia civil le ha pedido al hombre que se retirara del tumulto, momento que ha sido recogido por una cámara.
Centenares de personas han seguido a los agentes de la Guardia Civil en su marcha hasta la salida del municipio, mientras coreaban lemas como 'Votaremos', 'Las calles serán siempre nuestras','Vergüenza' y cantaban canciones como 'Els segadors', 'Passi-ho bé' de La Trinca, y los han despedido al grito de 'Nos vamos a votar'.
Los agentes han realizado un cordón para facilitar la salida de los vehículos, una veintena, que tenían estacionados cerca del pabellón, y los vecinos los han seguido hasta que los últimos policías han subido a los coches.