Artadi vs. Munté: el anuncio de la candidatura de Forn pone el foco en su ‘número dos’
Puigdemont y el PDECat pugnan por colocar a sus afines en la lista de Barcelona
Tras el anuncio de que el exconseller de Interior en prisión preventiva, Joaquim Forn, se presentará a la Alcaldía de Barcelona, todas las miradas están ahora en quién será su número dos. Los distintos actores del espacio convergente mantienen una pugna desde hace meses para colocar a sus afines en la lista, con la disputa entre Carles Puigdemont y el PDeCAT sobrevolando la candidatura municipal.
Al estar Forn en prisión, todo el peso de la apuesta convergente recaerá en el número dos: será la cara visible en los debates, en la precampaña y durante la campaña electoral de mayo. Puigdemont quiere colocar en ese puesto a Elsa Artadi, actual consellera de Presidencia y portavoz del Govern. La opción, sin embargo, genera muchos recelos en el PDeCAT, que apuesta por la exportavoz del Govern y también exconsellera de Presidencia, Neus Munté, que se impuso en unas primarias en mayo de 2018.
La pugna es ahora mismo entre Artadi y Munté o, lo que es lo mismo, entre La Crida –el nuevo partido político liderado por Puigdemont, Quim Torra y Jordi Sànchez – y un sector del PDeCAT. Ambos espacios, de momento, sólo han conseguido ponerse de acuerdo en dos aspectos: Forn debe ser el cabeza de lista y urge bastir la candidatura cuanto antes: faltan sólo cuatro meses para unas elecciones municipales muy reñidas y los rivales políticos llevan ya semanas de precampaña.
El paso adelante de Forn cuenta con el beneplácito de ambos lados. El exconseller de Interior fue primer teniente de alcalde durante el mandato de Xavier Trias (CDC) y es un buen conocedor de la ciudad. Antes de llegar a la Conselleria, en julio de 2017, ejercía de líder de la oposición a Ada Colau en el consistorio.
Son días intensos en la prisión de Lledoners. A falta de pocos días para que los políticos catalanes se desplacen a Madrid para el juicio ante el Tribunal Supremo (TS), las reuniones se suceden a diario ante la cantidad de asuntos pendientes que tienen los políticos independentistas, en especial en el entorno neoconvergente.
Este sábado se celebrará el congreso fundacional de La Crida, un espacio cuyo encaje con el PDeCAT está aún por determinar. A su vez, la postura de los partidos independentistas respecto a los Presupuestos de Sánchez también ocupa buena parte de los encuentros. Respecto a la candidatura de Barcelona, las reuniones en la cárcel entre Forn, Artadi, Munté y Ferran Mascarell –exdelegado del Govern en Madrid y miembro de La Crida, que también se ha postulado– se han sucedido sin que haya, por ahora, un acuerdo.
Los puestos de salida en la lista van muy cotizados. Las encuestas internas que maneja el PDeCAT le dan a la formación cuatro ediles, mientras que otros sondeos calculan que obtendría cinco. Con todo, fuentes del PDeCAT creen que esos resultados son mejorables porque cuando se hicieron las encuestas todavía no había un candidato claro. A parte de Munté, el PDECat quiere situar en los primeros puestos a tres o cuatro miembros más de su equipo municipal, algo que no acaba de convencer ni a Puigdemont ni a Artadi, que buscan una candidatura con un aire más "transversal".
El problema en la pugna entre el PDECat y La Crida –señala un miembro de la Ejecutiva que no está alineado con el nuevo proyecto de Puigdemont– es que los nombres que tratan de imponer el expresident y el PDeCAT generan muchos recelos al otro lado.
La opción de Artadi no gusta en el partido posconvergente. La actual portavoz de la Generalitat ni siquiera es miembro del PDECat, mantiene diferencias con parte de la Ejecutiva y rompió el carnet de la formación en noviembre de 2017.
Por contra, la imposición de Munté no gusta a Puigdemont y a los impulsores de La Crida. A pesar de que ganó las primarias para presentarse con el PDeCAT, el expresident no quiere que Munté se acabe convirtiendo en la cara visible de la candidatura de Forn. A la candidata del PDECat se la considera una persona cercana al expresident Artur Mas y se la sondeó para substituirle al frente de la Generalitat antes de que Puigdemont tomara el cargo.
Las relaciones entre Puigdemont y Munté se fueron enfriando durante la pasada legislatura y se rompieron en verano de 2017, cuando la portavoz fue cesada del Govern junto a dos otros consellers por sus dudas ante el plan unilateral del Govern para el 1 de octubre.
"¿Qué vamos a hacer president: la independencia o la revolución?", cuentan que le preguntó Munté a Puigdemont en su despacho durante esos días de julio de 2017. Pocos días más tarde fue cesada de su cargo.