Argentina 2019: ¿Vuelve el Peronismo?
¿Puede un partido derrotado en todos los frentes hace tan solo 3 años, intervenido judicialmente, que ha perdido buena parte de su base territorial, con una militancia deprimida, con sus cuadros políticos supervivientes atrincherados y - sobre todo- sin un candidato viable, ser una opción seria para presentar batalla a la mejor máquina de marketing electoral latinoamericana?
Pues miren, si el país no fuese Argentina y el partido no fuese el Partido Justicialista fundado por Juan Domingo Perón, la respuesta sería un "NO" con mayúsculas, perocon el peronismo, todo es posible.
La historia es ya conocida, tras más de una década de gobiernos K y contra todo pronóstico, Mauricio Macri consiguió armar una candidatura que contenía de forma transversal a todo lo que no era peronismo en la Argentina, desde la izquierda liberal de la UCR a la derecha del PRO, pasando por algunos peronistas desafectos y un buen número de personalidades públicas independientes.
Una coalición imposible desde el punto de vista ideológico, político o programático en cualquier otro lugar del mundo, que se apoyaba en la implantación territorial de la UCR, la potencia de Mauricio Macri y su partido en Capital Federal y provincia de Buenos Aires y sobre todo en la que ha sido hasta el momento, la mejor maquinaria de comunicación política articulada hasta la fecha en Latinoamérica.
Un equipo joven, profesional, y tremendamente competente, que apoyado en internet y las redes sociales fue capaz, no solo de construir la imagen de liderazgo de Mauricio Macri, sino también de enfrentarse con éxito a un Partido Justicialista anquilosado en formas de comunicación propias de los años 70 del pasado siglo, levantando un relato -vaporoso pero eficiente- en el que confrontaron militancia con ciudadanía, solidaridad con eficiencia y nacionalismo con apertura.
Han pasado tres años desde esa victoria, y tras un periodo de desconcierto, parece que el peronismo - especialmente en provincia de Buenos Aires- comienza a desperezarse, recuperar su autoestima y transitar por territorios políticos y comunicacionales que sirvan para acercarles de nuevo a una emergente ciudadanía joven y urbana que según la mayoría las encuestas se aleja cada vez más del actual gobierno.
Es pronto para decirlo, y tremendamente complicado descabalgar un proyecto político tan sólidamente construido como el del presidente Macri, pero tras los últimos y cuestionables resultados económicos que han vuelto a abrir la caja Pandora de los miedos atávicos argentinos contenidos en las palabras "Inflación"," Devaluación" y "Fondo Monetario Internacional" , que estos días se conjugan con distintas graduaciones en todos los medios de aquel país, muchos peronistas comienzan a plantearse si 2019, cuatro años antes de lo previsto, puede ser el año de plantear batalla al macrismo.
Y como saben, en Argentina solo hay una cosa más peligrosa que un peronista enfadado, un peronista esperanzado.