El aplauso más emotivo de Wimbledon no es para los tenistas
El público de este Grand Slam brindó un espectacular homenaje a quienes permitieron su celebración como antes de la pandemia.
Las gradas de Wimbledon se han llenado este lunes de aplausos. Una larga y sentida ovación que simbolizó un gesto de agradecimiento que va más allá de lo deportivo o de un mero compromiso social. De hecho, el sentido homenaje en el clásico torneo inglés no ha sido para ningún tenista. Ellos también se pusieron en pie y aparcaron las raquetas para sumarse.
Entre el público del Gran Slam se encontraban personas que han sido esenciales en la lucha contra la pandemia del coronavirus, el personal sanitario del Servicio Nacional de Salud británico (NHS). Y también fundamentales para la humanidad. Todas las miradas se posaron en el Royal Box, donde se encontraba una mujer, con rostro extrañado y tanto sonrojo como el de su chaqueta roja. Ella era Sarah Gilbert, cocreadora de la vacuna de AstraZeneca y Oxford.
El palco de honor
Invitada especial en este asiento reservado, Gilbert había sido galardonada con el título honorífico de dama de honor en el mes del aniversario de la reina Isabel II. De esta forma, se vio una imagen con gran carga simbólica. Gilbert, sentada junto a otras personalidades como importantes mecenas -el caso de Hannah Ingram-Moore-, vio como miembros de la realiza y la alta sociedad inglesa se levantaban para mostrar sus respetos e inundarla en aplausos.
Y es que, gracias a la profesora Sarah Gilbert y al resto de los homenajeados, ese aplauso pudo ser realizado sin llevar mascarilla y compartiendo asientos sin distancia de seguridad. Gracias a ellos pudieron volver a tener más que un recuerdo de lo que era Wimbledon antes de la pandemia del coronavirus.