Alemania baraja seguir la estela de Francia y dar mayores libertades a los vacunados
El presidente galo revela que desde que restringieron la hostelería a las personas inmunizadas, la vacunación se ha disparado hasta alcanzar 4 millones en dos semanas.
Alemania se ha sumado al debate sobre si dar más libertades a quienes hayan recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus, en medio de una situación en que los contagios tienden al alza y la campaña de vacunación se ha ralentizado. De esta forma, el Ejecutivo germano ha comenzado a estudiar la posibilidad de seguir la senda iniciada por su homólogo francés, con medidas como impedir el acceso al interior de la hostelería a aquellos que no tengan completa la pauta de vacunación.
La idea ha sido lanzada por el ministro de la Cancilleria Helge Braun, quien ha puesto sobre la mesa la obligatoriedad de la vacuna, al menos para determinados grupos, como ya ocurrió con el personal sanitario en Francia. No obstante, esta última medida ha sido considerada como inviable por parte del Gobierno alemán.
“No habrá una obligación general de vacunarse. Jurídicamente tampoco es posible”, ha asegurado este lunes la ministra de Justicia, Christine Lambrecht, en declaraciones a la emisora Deutschlandfunk.
Sin embargo, Lambrecht sí ha indicado que la estrategia de equiparar a los vacunados con las personas que hayan superado la enfermedad y quienes presenten un test negativo para el acceso a determinados actos o establecimiento ha resultado exitosa.
La vacunación se dispara en Francia
Las medidas adoptadas en Francia para incentivar la vacunación continúan demostrando su eficacia entre la población. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha precisado este lunes que cuatro millones de personas más se han vacunado en Francia en las últimas dos semanas, desde que se anunció la implantación de un certificado de sanitario obligatorio para entrar en buena parte de los lugares públicos. En España se han adoptado medidas similares a esta en Galicia y en Canarias.
Presentado en Consejo de Ministros hace una semana y aprobado este domingo por los parlamentarios tras cinco días y noches de debate, el proyecto de ley del Gobierno galo se encuentra ahora a la espera de que el Consejo Constitucional dé su opinión sobre el texto, de cara a una promulgación a principios de agosto.
Cuando sea avalado, los franceses tendrán que presentar un certificado de vacunación, de haber pasado la enfermedad recientemente o un test negativo de las 48 horas anteriores para acceder a cafés, restaurantes, bares, transportes de largo recorrido y salones profesionales. Desde el 21 de julio, esta medida ya es obligatoria para entrar en salas culturales, como teatros y cines.