Enésimo milagro de España, a la final del Eurobasket al tumbar a Alemania gracias a un soberbio Lorenzo Brown
El base nacionalizado lidera a los de Scariolo contra la temible anfitriona. 'La Familia' vuelve a superarse y luchará contra Francia por el título continental.
Con la selección española de baloncesto nada es imposible y con Sergio Scariolo a los mandos, menos. El técnico italiano ha vuelto a ejercer un milagro con ‘La Familia’ y ha metido a España en la final del Eurobasket tras tumbar a la temible Alemania, en Alemania, por 91-96. El de siempre en el banquillo y ahora, un protagonista en la pista: Lorenzo Brown, en una actuación estelar. 29 puntos, 6 asistencias y la sensación de que, en sus manos, la bola no quema. Otro acierto de Scariolo, pese a los no pocos debates que generó su ‘fichaje’.
Es un milagro que España llegue a la final de este Eurobasket porque nada ni prácticamente nadie veía avanzar tan lejos al equipo en un torneo al que llegaba con más ausencias que presencias. Retiradas de buena parte de los mejores nombres de nuestra historia, renuncias por edad/problemas personales, lesiones de última hora... Factores que obligaron a dar el mandato del equipo a una nueva generación. La de las ventanas que llevaba años soportando la etiqueta de ‘España B’ y cuya base ayudó a conquistar el Mundial de 2019.
Ahora, sin buena parte de los históricos, les ha llegado su momento. Igual que a Lorenzo Brown, un base estadounidense nacionalizado a la carrera (a semejanza de lo hecho por otras selecciones) que sigue callando bocas.
De la controversia a la unanimidad: su actuación en el torneo deja pocas dudas. Scariolo sabía que hacía falta un base de referencia y en su jugador (en Toronto Raptors) encontró el filón. Pero no solo ha ganado el partido él. Su capacidad de liderazgo ha tenido replica en los hermanos Hernangómez, liberados ya de complejos y ataduras, en la pintura y abiertos; Alberto Díaz, incisivo en ataque y como siempre un titán en defensa, o Usman Garuba, otro muro atrás y repartiendo juego cual base.
Alemania se movió como un torbellino liderado por un ‘jugón’ —cuando quiere— como Schroder, increíblemente en busca de equipo en la NBA. Su partidazo (30 puntos y 8 asistencias) quedó eclipsado por su par español, Brown, pero en los germanos hay selección para años. Wagner, hoy más fallón pero siempre incisivo, Obst o Thiemann fueron un dolor de cabeza para la selección hasta los últimos segundos.
El partido se manejó en ritmo y guarismos altos. A golpe de triples y a la carrera, se sucedían las canastas en los primeros cuartos. España hizo un amago de romper el duelo poco antes del descanso. Pero igual que llegó el +9, se fue y los germanos castigaron los despistes españoles. Una lluvia de canastas y de juego físico que casi noquea a los de Scariolo. Suerte que Brown, siempre él, despertó a tiempo para cerrar en -5 (51-46). Ni tan mal para la que estaba cayendo en ese empujón final teutón antes del descanso.
A la vuelta de vestuarios la locura frenó algo. Pero España seguía a remolque de los de Schroder y compañía. Otra vez al filo de la navaja, ‘La Familia’ se vio 10 abajo (71-61), esa barrera psicológica peligrosa. Dos libres de Garuba y otra canasta de Brown valieron mucho más que cuatro puntos. Irse seis abajo era más que aceptable para el momento.
Cuando pica la bola, cuando tiembla el pulso, apareció uno de esos perfiles no acostumbrados a los titulares. Alberto Díaz, el base de Unicaja, siempre preciso atrás, también hizo daño al ataque con cinco puntos que comandaron la reacción española. En un suspiro Scariolo y los suyos le dieron la vuelta al marcador. El parcial estaba siendo arrollador. Del 77-70 al 77-83, con Brown, Juancho y Garuba sacando petróleo. Venía el carrusel final: Alemania enloquecida a sumar y España, inteligente resistiendo. En ese intercambio Lorenzo Brown agigantó aún más su figura (y sus figuras) y apuntaló una victoria sensacional de España. Una más de un equipo que cambia nombres pero no ADN competitivo.
Al ‘más imposible todavía’ le queda un último reto, el mayor: Francia espera en la final tras arrollar a la otra sensación del torneo, Polonia. El domingo, Europa tendrá nuevo rey (del baloncesto).