Alemania cierra bares, restaurantes, cultura y ocio y limita los aforos en las tiendas
Se deberán limitar al mínimo los contactos sociales y las reuniones entre personas que no conviven.
Cerrojazo en Alemania. La canciller Angela Merkel y los poderes regionales han acordado el cierre en noviembre de bares y restaurantes, así como el ocio, la oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados, aunque mantendrán abiertos, mientras sea posible, la actividad escolar y el comercio.
Asimismo, se deberán limitar al mínimo los contactos sociales y las reuniones entre personas que no conviven, ha anunciado la jefa del Gobierno, que ha dicho que las restricciones entrarán en vigor el próximo 2 de noviembre con el objetivo de “evitar una emergencia sanitaria nacional”, ante el avance de la pandemia.
Un cliente en 10 metros cuadrados
Aunque las tiendas permanecerán abiertas, no podrá haber en su interior más de un cliente por 10 metros cuadrados, mientras que los centros de maquillaje, masaje y tatuajes tendrán que cerrar sus puertas a partir del lunes. En lo que se refiere a las peluquerías, seguirán abiertas bajo estrictas medidas de higiene.
Las medidas han sido pactadas en el marco de la reunión mantenida este miércoles por la canciller alemana, Angela Merkel, con los ministros principales de las 16 regiones del país.
Por lo que se refiere a les escuelas y guarderías, seguirán estando abiertas, pero se introducirán nuevos protocolos de higiene, mientras que está previsto limitar las reuniones al aire libre a no más de los miembros de dos hogares. Otra de las medidas pactadas es la limitación del turismo nacional, prohibiendo las estancias en hoteles a menos que sea por razones “esenciales”.
“Familias y amigos deberían poder reunirse durante las Navidades incluso bajo las condiciones del coronavirus. Por eso, como ya hicimos en primavera, necesitamos otro esfuerzo conjunto”, reza el borrador del paquete de medidas, según DPA.
Compensación a las empresas
Por otra parte, fuentes gubernamentales han indicado que el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, analiza compensar a las empresas por las pérdidas que registren en caso de que se apruebe el cierre de actividades en noviembre.
De acuerdo a este plan, las empresas pequeñas podrían reclamar una compensación por hasta el 75 por ciento de los ingresos que generaron en igual mes del año pasado, mientras que las compañías más grandes podrían obtener hasta el 70%.
La asistencia estatal, que aún está en debate en el gabinete alemán, tendría un costo de entre 7.000 y 10.000 millones de euros para un período de cuatro semanas. Según el periódico financiero Handelsblatt, los pagos ya concedidos, como la ayuda transitoria o el subsidio de jornada reducida, serían deducidos de la ayuda de emergencia.
De acuerdo a esta información, se trataría principalmente de empresas del sector de la gastronomía o del turismo. Los fondos provendrían del presupuesto para ayudas transitorias ya existente. De los 25.000 millones de euros previstos, se han utilizado hasta el momento unos 2.000 millones.
El Gobierno alemán planea prolongar la ayuda transitoria y los subsidios para pequeñas y medianas empresas hasta mediados de 2021, pese a que originalmente iban a terminar a finales de este año. Además, se mejorarían las condiciones de asistencia para la industria de la cultura y el sector de eventos, muy afectados por el impacto de la pandemia.