Al príncipe Harry le hacen una pregunta incómoda como pocas veces: así reacciona él
Una situación incómoda.
El príncipe Harry y Meghan Markle han sufrido un momento de lo más incómodo, en el que se han visto obligados a enfrentarse al interrogatorio de los periodistas, poco antes de que se estrene su polémico documental de Netflix.
Ha ocurrido cuando acudían a una gala repleta de estrellas organizada por la organización de derechos humanos Robert F. Kennedy, donde recibieron un premio por luchar contra el racismo en el mun
Allí, un periodista aprovechó que tenía a escasos centímetros a Harry para plantearle si están anteponiendo el dinero a la familia por haberse prestado a protagonizar el documental.
Harry escuchó la pregunta, pero miró a los periodistas, asintió levemente con una sonrisa en la cara y siguió su camino con aparente tranquilidad, haciendo como que no se había enterado de nada.
Y, al final, antes de desaparecer del foco de las cámaras, Harry soltó un: “Demasiadas preguntas”.
La escena se produce poco antes de que se estrene ese documental en el que Harry denuncia el “juego sucio” del que supuestamente han sido víctima tanto él como Meghan Markle a manos de la Casa Real, de la que ambos se han distanciado en estos últimos años.
El duque de Sussex, que ya dio una polémica entrevista a Oprah Winfrey tras renunciar a parte de sus responsabilidades reales y mudarse a Estados Unidos, habla ahora para asegurar que sólo ellos saben “toda la verdad” de lo que han vivido en este tiempo.
“Hay filtraciones, pero también hay historias inventadas”, explica en el avance, en el cual alude al “sufrimiento” de “las mujeres que se casan con esta institución”, en aparente referencia tanto a su esposa como a su madre, la princesa Diana.
“Todo va sobre odio, todo va sobre raza”, señala el segundo hijo del rey Carlos III, que ya en el pasado había denunciado que su mujer había sido víctima del racismo de otros miembros de las Casa Real a los que nunca llegó a señalar públicamente.
El documental verá la luz en dos partes -el 8 y el 15 de diciembre- y está llamado a ser el primer escándalo familiar de la nueva era de Carlos III, que asumió el trono el 8 de septiembre tras el fallecimiento de su madre, Isabel II.