¿Afectará el calor a la expansión del coronavirus? Fernando Simón responde
Las altas temperaturas suelen dificultar la supervivencia de los virus, y los científicos tratan de anticipar si ocurrirá esto mismo con el COVID-19 en España.
Es una pregunta que acompaña a la epidemia de coronavirus casi desde su comienzo, y que los epidemiólogos tratan de resolver a medida que pasan los días y que, en el hemisferio Norte, mejora el clima. ¿Influirá el calor en la supervivencia del virus?
Luis Enjuanes, el científico español que probablemente conoce mejor este coronavirus, ya dejó entrever hace unas semanas que las altas temperaturas vendrían mal al virus y, por ende, bien a la humanidad. Este martes, la Agencia Estatal de Meteorología y el Instituto de Salud del Carlos III publicaron un informe en el que apuntan a unos “primeros indicios de correlación entre variables meteorológicas y propagación de la enfermedad COVID-19 en España”. Y este miércoles, Fernando Simón, jefe del Servicio de Alertas y Emergencias Sanitarias, se ha pronunciado sobre ello como respuesta a El HuffPost durante su rueda de prensa diaria.
Todo indica que el virus sí es “susceptible” a las altas temperaturas
“Sería extraño que este coronavirus no compartiera las características de otros”, ha señalado, en referencia a que la mayoría de virus tienen dificultades para sobrevivir a altas temperaturas y entornos húmedos. “Ha habido estudios hasta ahora, y parece que [estas condiciones] sí afectan a su supervivencia, pero no son condiciones que estemos viviendo todavía [en España]”, ha explicado.
Simón ha aclarado que la información todavía “no es concluyente” y que los estudios aún “no han sido capaces de valorarlo de forma fehaciente”, pero todo “parece indicar que el virus sí sería susceptible” a estas condiciones meteorógicas.
“Los resultados preliminares indican que en nuestro país el índice de afectación aumenta a menor temperatura promedio”, señala el informe de la AEMET y el ISCIII del 14 de abril. “A menor temperatura promedio, mayor incidencia, en consonancia con lo obtenido en otras investigaciones internacionales”, dice el estudio preliminar, que ha analizado el período transcurrido entre el 26 de marzo y el 5 de abril y ha observado la repetición de este patrón en ciertas comunidades españolas.
“Investigaciones recientes en relación a la propagación de la enfermedad COVID-19 y el virus SAR-COV-2 indican que también la humedad del aire puede incidir en la propagación y transmisión de la enfermedad, principalmente en el sentido de que las altas temperaturas y la alta humedad reducen significativamente la transmisión y propagación del virus; por lo que la llegada de la temporada primaveral en el hemisferio Norte podría reducir efectivamente la transmisión de COVID-19”, concluye.