Adriana Lastra: "Pedro Sánchez no dividió al partido"
Entrevista con la diputada y coordinadora de campaña de Sánchez: "Es el único que puede sacar al PSOE de su debilidad"
De pequeña tenía largas conversaciones sobre política con su abuela. Y un día decidió que había que dar un paso más allá. Era 1996, el PP de José María Aznar había conseguido ganar las elecciones al PSOE. Lo vio claro y se apuntó a Juventudes Socialistas.
Hoy Adriana Lastra (Oviedo, 1979) no se reconoce en el modelo del actual PSOE de la gestora. Vivió con mucho dolor aquel cainita Comité Federal del 1 de octubre. Llantos, intentos de agresión, insultos. Luego optó por abstenerse para no desobedecer a su partido. Ahora vuelve a ser una de las personas de máxima confianza de Pedro Sánchez. Fue su secretaria de Política Municipal en la Ejecutiva y ejerce estos días de coordinadora de la candidatura para las primarias de mayo.
Dice que le gusta hablar claro, que prefería ir a unas terceras elecciones antes que abstenerse ante Rajoy. Recorre toda España y siente la "ilusión" de los militantes. Está convencida de que Sánchez va a ganar en las primarias y de que puede implantar un partido del siglo XXI. Cree que Susana Díaz al final dará el paso y que es pura "obstinación". De Patxi López comenta que está "errado", pero no quiere considerarlo un traidor. Con su padrino político Javier Fernández lleva muchos meses sin hablar. Toca tiempo de batalla en el PSOE y ella se motiva escuchando AC/DC. Tiene alma heavy.
Votó en la sesión de investidura de Mariano Rajoy "abstención por imperativo". ¿Se arrepiente de aquello?
Hice lo que mi Comité Federal mandató. No es una cuestión de arrepentirse o no, lamento profundamente la decisión que adoptó mi partido y la de la gestora de que se tuviera que abstener todo el grupo socialista. Siempre dije que asumiría la decisión del Federal y fue lo que hice.
Visto lo que ha pasado durante estos meses, ¿cree todavía que hubiera sido mejor ir a unas terceras elecciones?
Siempre defendí que prefería unas terceras elecciones a que mi partido rompiera su palabra y acabara apoyando al PP. Lo mantengo a día de hoy, hubiera sido mejor para España y para el PSOE.
¿Por qué su candidato es Pedro Sánchez?
Por coherencia, credibilidad y porque nuestro partido necesita recuperar el espacio que perdió. Y eso solo lo vamos a poder hacer con Pedro, porque lo conozco y nunca me ha decepcionado como sí lo han hecho otros compañeros. Hay muy pocas personas que representen como Pedro lo que tiene que ser el partido en el futuro o lo que debería ser ya. Quiero un líder también fuerte, que no tenga mandíbula de cristal.
Sánchez llegó a ese Comité Federal después de haber perdido dos elecciones seguidas con los peores resultados del PSOE. ¿Cree que puede ganar unas elecciones generales?
Por supuesto que sí. Lo que está claro es que el paradigma cambió, han surgido nuevas fuerzas políticas como Ciudadanos y Podemos. Es verdad que fueron los peores resultados de la historia del PSOE en unas generales, pero fueron también los peores en unas elecciones europeas en 2014. Y en las municipales y en las autonómicas en 2015 tuvimos los peores también. Ahora mismo tenemos presidentes autonómicos por el apoyo de otras fuerzas y que no ganaron las elecciones. El resultado no es responsabilidad de Sánchez sino de una crisis de la socialdemocracia en España y en Europa.
¿Cree que Sánchez no fue presidente por los propios límites que le marcó el partido?
No fue presidente porque Pablo Iglesias votó que no, pero creo que los límites que se nos pusieron en diciembre de 2015 no ayudaron desde luego a buscar una solución a la situación del país. De repente, una serie de compañeros decidieron que no podíamos hablar con nadie. Nos trajo muchos problemas al partido en su conjunto. Llegó un momento en el que solo podíamos sentarnos con Ciudadanos, una situación kafkiana.
En esta situación, Sánchez no controlaba al partido y estaba polarizado entre dos bandos. ¿No parece imposible que el PSOE vuelva a unirse si Sánchez gana las primarias?
Es que Pedro Sánchez no dividió al partido. Lo que hizo fue respetar escrupulosamente siempre los mandatos del Federal. Me gustaría que aquellos compañeros que cuestionaron sistemáticamente las decisiones que adoptábamos no lo hubieran hecho. Me hubiera gustado que hubieran puesto encima de la mesa los intereses generales del partido y España más que los individuales. Después de las primarias, lo que tenemos que hacer es unirnos todos. Abramos las urnas y cerremos filas, que la militancia hable y respetarlo escrupulosamente. Respeto al secretario o secretaria general y a la dirección que salga del congreso. El problema fue que durante dos años y medio no se respetó al secretario general ni a la dirección. Esto no es algo que haya pasado solo con Sánchez, sino que la situación de debilidad interna la llevamos arrastrando desde hace cinco años. Rubalcaba sufrió algo parecido. Hay una situación de deterioro interno orgánico que no es responsabilidad de Sánchez y hay que ponerle fin.
¿Quién es él, la o los responsables de ese deterioro del que habla?
Los que cuestionan permanentemente a la dirección, sea Sánchez o Rubalcaba, los que filtran, los que graban los comités federales. No les quiero poner nombre porque no sé quiénes son, pero no han jugado limpio.
Dice que no quiere poner nombres, ¿pero Susana Díaz no jugó limpio con Sánchez?
Díaz es una compañera que tendrá sus aspiraciones. Lo que sí me hubiera gustado es que hubiera dicho desde el primer momento, por ejemplo, que estaba a favor de la abstención.
Mucha gente que daba por muerto a Sánchez después de aquel proceso y ahora parece que hay agua en la piscina, ¿no?
Lo que veo es que hay mucha ilusión, mucha gente detrás y un equipo estupendo. Vayamos donde vayamos, hay muchos compañeros que nos están apoyando. Estamos muy contentos y satisfechos porque vemos que el proyecto político ha calado muy bien. Lo acabamos de presentar y ya tenemos miles de aportaciones al documento y compañeros que se ofrecen para trabajar en las comisiones. Vemos que la ilusión de los actos se traslada al papel. Estoy convencida de que vamos a ganar las primarias. Siempre estuve convencida de que Pedro se iba a presentar y ganar. Lo ves, lo sientes, lo palpas y te llega de toda España.
Muchos críticos con ustedes dicen que los que acuden a sus actos no son todos militantes...
Pido mesura a los compañeros cuando intentan denostar los actos de Pedro. Comprendo que los compañeros que no concitan esta ilusión en la base lo intenten menospreciar. No le pido a los compañeros que se acercan a los actos el carné. He ido con él en muchos sitios y aseguro que a un acto del partido solo se acerca gente del partido. Eso lo sabemos todos.
Está coordinando la campaña, ¿trabajan y dan por hecho que Díaz se presenta?
Eso solo lo podrá decir Díaz. Siempre digo que nosotros tenemos que hablar de nuestro proyecto político. Lo que hagan los demás no es algo que nos deba ocupar y preocupar. Nosotros tenemos que estar atentos a lo que nos dice la militancia. Me imagino que no hemos llegado hasta aquí para que luego la gente no se atreva a dar el paso. Todo aquel compañero que quiera presentarse, bienvenido a la precampaña y nos veremos en los debates.
Sí sabemos el modelo de partido de Díaz porque es secretaria general del PSOE-A. ¿En qué se diferencia del de Pedro Sánchez?
Por ejemplo, en quién debe tomar las decisiones importantes y trascendentales del partido. Cuando hablamos de alianzas postelectorales, quién toma la decisiones: la militancia o no. Si al final queremos una militancia que sea obra barata para las campañas o una militancia empoderada y que decida. Y luego, por ejemplo, que Pedro tomó durante los dos años y medio las decisiones de forma compartida con la dirección y el Comité Federal. Ese es nuestro modelo. Es una cuestión estratégica de si queremos un modelo de partido del siglo XXI.
Tenemos también como precandidato a Patxi López, que fue un íntimo colaborador de Sánchez. ¿Se sintió decepcionada cuando anunció su aspiración?
Me sentí decepcionada cuando un mes antes a mí me llamaron a una comida para orientarme y decirme que Patxi se iba a presentar.
¿Es un traidor?
No, yo no digo que un traidor. Patxi legítimamente tomó esa decisión y creo que se equivocó. Es un referente para mucha gente en el partido y lo que le deseo es acierto, pero creo que se ha equivocado en qué ha hecho, en cómo lo ha hecho y en no haberse sentado además con Pedro y haber tenido una conversación de tú a tú sobre la decisión. Pero, desde luego, nunca será un traidor.
¿Cómo ha visto el trabajo de la gestora durante estos meses?
La he criticado abiertamente y creo que es un órgano interino cuya única finalidad debía haber sido convocar el congreso. Se ha excedido en sus funciones y sus decisiones han dividido más al partido, como la obligación de abstenerse a todo el grupo. El objetivo de esa decisión era Sánchez. Además, es una gestora que nos ha perseguido, entre comillas, a los afines a Sánchez en el Congreso. A mí me han sacado de la Diputación Permanente y me han dejado de diputada rasa. En vez de intentar coser el partido, ha hecho lo contrario: perseguir a una parte del partido. No hay ningún colaborador de Sánchez en la elaboración de la ponencia del congreso. No entiendo esa obsesión que tienen contra nosotros.
La vuelta a la pregunta sería si trabaja la gestora para Susana Díaz...
Desde luego no es una gestora neutral.
¿A favor de?
Desde luego no a favor de la neutralidad.
Una de las cosas que más llamó la atención del documento de ideas de Sánchez es que había que profundizar en la plurinacionalidad del Estado. ¿Qué significa eso?
Ya lo decía Gregorio Peces Barba en el debate constitucional, en España hay varias nacionalidades. Así lo dicen los propios estatutos de Autonomía, lo dice hasta el de Aragón. Y dentro del artículo 2 de la Constitución entra también que España es un Estado plurinacional. Es decir, que España es una nación de naciones culturales y que la soberanía reside en todo el pueblo español. Lo que está claro es que tenemos un problema territorial en España y ahora mismo tenemos encima de la mesa la desconexión catalana. Es un tema que tenemos que resolver con política no tirando del artículo 155.
Otra de las cosas que se recoge en el documento es una alianza con fuerzas progresistas. ¿Eso se traduce en un Gobierno PSOE-Podemos?
Apuesto por las alianzas de progreso postelectorales, como siempre hemos hecho en este partido. No es nada nuevo. Lo que me sorprende es que haya compañeros que lo que hacen en sus comunidades lo denosten en el Estado. Es lo que no acabo de entender.
En las últimas encuestas, Podemos vuelve a tener más intención de voto que el PSOE. ¿Desde la candidatura de Sánchez se defendería entrar en un Gobierno liderado por Pablo Iglesias?
Cuando nosotros dejamos la Secretaría General, la intención de voto del PSOE era de casi el 24%, estábamos subiendo, recortando con el PP y a Podemos lo teníamos muy lejos. Con todo lo que sucedió, ahora el drama es que parece que el sorpasso que no se produjo en las urnas se consolida en las encuestas. Esperemos que eso no sea así. Siempre vamos a defender la alianza de las fuerzas de progreso, pero está claro que a nivel nacional siempre va a ser el PSOE la primera fuerza política de la izquierda. Además, como Pedro Sánchez va a ser secretario general, recuperaremos incluso en esas encuestas la primera posición.
En el PP dan por hecho que si gana Sánchez posiblemente haya que ir a elecciones otra vez. ¿Si vence su candidato se cortará cualquier tipo de acuerdo con los populares y habrá que ir a comicios?
Es gracioso esto, que ahora el PP intente chantajear a los militantes del PSOE. Cuando hablamos de ser un partido autónomo nos referimos a esto, a no permitir injerencias de otras formaciones. Me parece gravísimo. Es un motivo más para apoyar a Sánchez. Nosotros siempre hemos defendido que con el PP podemos llegar a acuerdos en materia antiterrorista o en otras cuestiones de Estado, pero no vamos a apoyar presupuestos restrictivos o políticas neoliberales.
¿Por lo tanto podríamos dar por finalizada la legislatura si gana Sánchez?
Eso pregúnteselo al PP. Es su responsabilidad, porque bien que ha llegado a acuerdos con las formaciones de derechas de la Cámara para otros asuntos, que por cierto tienen mayoría absoluta. Al PSOE no se le necesita para nada. Lo que hizo fue doblegarlo para que al final nos abstuviéramos y estar en una situación de debilidad extrema. La única persona que nos puede sacar de la debilidad extrema como partido para recuperar la credibilidad y la coherencia es Pedro.
¿Le gusta el acuerdo de la gestora y el PSC?
Bueno, si le gusta a Miquel Iceta, a mí también. Lo que nunca hubiera hecho era someter a revisión el acuerdo con el PSC por haber votado en contra de Rajoy. Me pareció una barbaridad y una salvajada. Me alegro que los compañeros del PSC puedan participar en las primarias.
Una cosa que está llamando la atención es que se han convertido en un fenómeno crowdfunding. ¿Cuánto llevan recaudado? ¿Le da euforia esto?
El martes llevábamos cerca de 70.000 euros. Los compañeros que son muy solidarios querían aportar al proyecto de Pedro. Quisimos hacer el crowdfunding de manera transparente, legal, real, que todo el mundo pueda ver a lo que se dedica. Pedro siempre ha querido un partido ejemplar. Estamos muy contentos y muy sorprendidos. Estoy un poco sobrepasada y no me imaginé tanto.
Fue una de las últimas sanchistas en abandonar Ferraz el día del fatídico Comité Federal. Iba sola por la calle...
Con la cabeza muy alta.
¿Qué recuerdos tiene de aquel día? ¿Cómo lo vivió?
Mucho dolor, veía cosas que no entendía. No era capaz de asimilar comportamientos de algunos compañeros, los insultos, los intentos de agresión. Fue una situación dantesca. Lo único que pretendían era lo que pasó. No entendía por qué se negaban a una votación en urna. Luego ya lo entiendes todo. Ese día no entendía en lo que se había convertido mi partido. Cuando veía a compañeros llorando, sabiendo lo que nos venía después, la abstención con el PP... Lo más duro era saber que lo que realmente se estaba votando era la abstención, romper con la palabra dada y una ruptura interna muy grande con las bases del partido.
Llegó a la Ejecutiva del PSOE federal en el verano de 2014 teniendo como padrino a Javier Fernández. ¿Se ha roto totalmente ese vínculo? ¿Habla con Fernández? ¿Qué opina de él hoy en día?
A Javier le tengo mucho respeto, estuve en la dirección política con él en Asturias catorce años. Es mi presidente de Asturias y mi secretario general. Hubiera preferido que Javier no fuera el presidente de la gestora. Sabía que la gestora iba a ser la encargada de pilotar la abstención y todo lo que ha acontecido. Y Javier, que siempre ha sido una persona muy respetada en el PSOE, ha perdido parte del crédito que tenía. Pero le sigo teniendo mucho cariño personal y mucho afecto. Es verdad que hace muchos meses que no hablo con él.
Sánchez ha dicho que él no es la misma persona que hace unos meses...
Yo tampoco. Ja ja ja.
¿Cómo es ahora?
Conmigo siempre fue igual. Siempre he tenido una relación fantástica, es un líder que siempre me ha escuchado. Cuando dice que ha cambiado, es que ahora sabe dónde va, cómo es el partido, a lo que nos enfrentamos como izquierda en España y la socialdemocracia. Tiene un conocimiento más profundo.
¿Ha pactado con Sánchez que si gana usted será la secretaria de Organización o la portavoz en el Congreso?
No, por favor, no he pactado nada. Yo estoy en los sitios por convicción.