Adriana Cerezo conquista a todos con lo que ha hecho nada más perder el oro
"¡Qué lección!".
No pudo ser. A falta de siete segundos, el oro olímpico se lo llevó una patada de su rival. La jovencísima Adriana Cerezo cayó en la final de taekwondo en la que estuvo a punto de hacer historia.
La madrileña, de apenas 17 años, luchó hasta el final para igualar la final, pero terminó perdiendo por un ajustado 11-10 ante la tailandesa Wongpattanakit.
Cerezo, que lo tuvo en la mano, no pudo evitar derrumbarse tras la derrota. Las lágrimas le brotaban pero no perdió las formas y mostró su grandeza con un gesto que está dando la vuelta al mundo.
En lugar de irse a lamentarse, se acercó a su rival y levantó su mano, proclamándola ganadora.
Un gesto muy comentado en redes: