La oposición israelí alcanza un acuerdo para echar del Gobierno a Netanyahu
El centrista Yair Lapid, un paso más cerca de establecer un Ejecutivo en Israel.
A tres días de que expire su plazo para formar Gobierno, el centrista Yair Lapid, en la oposición, está un paso más cerca de establecer un Ejecutivo en Israel, que incluiría una rotación en el cargo de primer ministro con el ultranacionalista Naftali Benet y acabaría con más de 12 años consecutivos del conservador Benjamín Netanyahu en el poder, según los medios locales.
Tras varias semanas de idas y venidas, la decisión de Benet de apoyar al denominado “Gobierno del cambio” habría inclinado la balanza en favor del bloque opositor, de acuerdo con los medios.
Esta tarde, a las 20:00 hora local (17:00 GMT), Benet realizará una rueda de prensa donde dará detalles sobre su postura, informó a Efe un portavoz de su partido Yamina.
De confirmarse esta información y contar Benet con el apoyo de los siete diputados de Yamina, el bloque anti-Netanyahu dispondría del apoyo de 58 de los 120 miembros de la Knéset (Parlamento), y necesitaría tres más para alcanzar la mayoría mínima de 61 escaños con la que formar Ejecutivo.
Algo que podría conseguir con el respaldo externo del partido islamista Raam, clave para acabar de determinar la situación con sus cuatro diputados.
Durante los primeros dos años Benet ocuparía el cargo de primer ministro en el nuevo Gobierno, y se alternaría con Lapid para los siguientes dos.
Durante una reunión hoy, Benet recibió el apoyo de seis de los siete parlamentarios de Yamina para “formar un Gobierno y evitar unas quintas elecciones”, concretaron medios locales.
Según el diario israelí Haaretz, durante el encuentro Benet habría dicho a sus compañeros de facción que si bien “este no es un Gobierno soñado”, “el objetivo es que funcione”.
El nuevo Ejecutivo estaría compuesto además por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, los centristas de Azul y Blanco y Yesh Atid (liderado por Lapid) y dos formaciones de centro-izquierda: el Partido Laborista y Meretz.
Esta mezcla de ideologías había sido hasta ahora el principal obstáculo para formar un “gobierno del cambio”, sobre todo por los ataques a Benet y a Guideón Saar, líder de Nueva Esperanza, por su posible alianza con partidos a la izquierda del espectro político.
A tres días del final de plazo con el que cuenta Lapid, sin embargo, aún queda tiempo para cambios de último momento, algo habitual en la impredecible política israelí y más aún si se trata del posible final del mandato de Netanyahu.
El actual primer ministro realizó esta mañana una propuesta a Benet y Saar para establecer un Gobierno derechista con una triple rotación entre ellos en el cargo de jefe de Gobierno, que Saar rechazó de forma casi inmediata.
Una de las alternativas que le quedan al actual mandatario es intentar seducir a tránsfugas de los partidos derechistas del bloque opositor y esperar así contar con el apoyo de Benet. Este último, si bien ha expresado que lo ideal sería un Gobierno de derechas, ante la aparente imposibilidad de materializarlo estaría priorizando una alianza con los opositores para evitar unas quintas elecciones.
De conformarse un Ejecutivo, Israel saldría de un bloqueo político de más de dos años y que llevó en marzo de este año a los cuartos comicios desde 2019.