Acuerdo de pesca UE-Marruecos: un tratado ilegal y a espaldas del pueblo saharaui
La Unión Europea está a punto de sellar un acuerdo de pesca con Marruecos que ahonda en el expolio y vulneración de los derechos del Sáhara Occidental. Dicho acuerdo, que se vota hoy en el pleno del Parlamento Europeo de Estrasburgo, permitiría a los barcos europeos faenar en las aguas saharauis de la costa exterior de Cabo Blanco. Esto es una flagrante vulneración no sólo de los acuerdos de las Naciones Unidas sino también de las sentencias emitidas del propio Tribunal de Justicia de la UE sobre esta cuestión.
El acuerdo es irresponsable también con nuestros pescadores, puesto que aboca a la incertidumbre su actividad y la de sus barcos. Añade inseguridad jurídica a su actividad pesquera en la medida en que ésta se desarrollaría sobre la contradicción entre el texto del nuevo acuerdo y lo dictaminado en las sentencias de la corte de justicia europea. Ésta dejaba fuera de cualquier acuerdo pesquero con Marruecos las aguas saharauis salvo consulta y consentimiento expreso del Frente Polisario, elementos que no se han producido en ningún caso.
Por lo tanto, desde Podemos pedimos sensatez para no ratificar el acuerdo y llamamos a todas las fuerzas de carácter progresista y respetuosas con la legalidad internacional a confrontar con este acuerdo para, con ello, abrir la puerta a un horizonte internacionalmente amparado con quien es el legítimo responsable de esas aguas: el pueblo saharaui y sus legítimos representantes políticos.
El Sáhara Occidental no es marroquí y ni Rabat ni Bruselas tienen legitimidad para negociar nada que afecte a este territorio ni a sus aguas territoriales, y mucho menos sin obtener el consentimiento del pueblo saharaui.
Desde la Delegación de Podemos en la Eurocámara hemos denunciado repetidamente que posicionarse a favor de esta medida supone ser cómplice de la vulneración de la legislación internacional y dejará en una situación de inseguridad jurídica a muchos pescadores artesanales de la costa andaluza.
Por eso, queremos que el Tribunal de Justicia de la UE vuelva a pronunciarse sobre el contenido del acuerdo antes de que la Eurocámara lo ratifique. ¿Quién puede votar en contra de esta propuesta? Sólo quien sabe que el acuerdo vulnera varias sentencias de dicha corte europea porque no ha contado con el consentimiento del pueblo saharaui y porque este acuerdo vulnera sus derechos; o quien es consciente de que este tratado pesquero socava el proceso de paz de la ONU y las incipientes negociaciones para una solución política del conflicto; y quien, en definitiva, antepone oscuros intereses al derecho internacional.
Nos enfrentamos a un grave problema de credibilidad en el Parlamento Europeo si ni tan siquiera se respeta lo que dictan nuestras instituciones.
El Acuerdo de Colaboración para la Pesca Sostenible (SFPA, por sus siglas en inglés) entre la UE y Marruecos no tiene, en realidad, nada de sostenible. Se trata de una opaca negociación en la que Marruecos cede aguas que no son suyas a cambio de embolsarse 50 millones de euros anuales. Como trasfondo: el refuerzo de la Europa Fortaleza, ya que Marruecos es clave en la retención y apresamiento de miles de personas que huyen del hambre, la muerte y la miseria.
Las oscuras negociaciones bilaterales que se han llevado a cabo entre la Comisión Europea y Marruecos, para reconocer explícitamente las aguas saharauis en el acuerdo fueron validadas hace tan sólo un mes en la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo por los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) y por una mayoría de socialdemócratas europeos, con el apoyo de los liberales.
El Parlamento Europeo tiene hoy una última oportunidad para echar abajo el acuerdo y hacer justicia a un pueblo al que le hemos robado 430 millones de euros en estos últimos cuatro años en concepto de valor de capturas, cánones y derechos de acceso.
Con el nuevo acuerdo, las licencias y las capturas otorgadas a la flota europea aumentarán, pero cualquier nueva sentencia de anulación del acuerdo de colaboración por parte del TJUE en un futuro dejaría en una situación de vulnerabilidad legal a muchas embarcaciones.
Los intereses de nuestros pescadores andaluces, canarios y gallegos y los derechos legítimos del pueblo saharaui son compatibles. La Unión Europea no puede ni debe violar las sentencias de sus propios tribunales ni mucho menos la normativa internacional.