Acoso, amenazas y armas: cuatro exmiembros de Vox denuncian en 'Salvados' las prácticas abusivas dentro del partido

Acoso, amenazas y armas: cuatro exmiembros de Vox denuncian en 'Salvados' las prácticas abusivas dentro del partido

La falta de democracia interna es su principal queja, además de los métodos coercitivos que algunos han llegado a sufrir por mostrar su disconformidad

Santiago Abascal e Ignacio GarrigaSOPA Images via Getty Images

Falta de democracia interna, imposición de listas, opaca financiación y acoso a los discrepantes. Cuatro exmiembros de Vox han contado este domingo en el programa “Salvados” de LaSexta sus oscuras experiencias durante su paso por la formación política. Un relato transparente que pondría en evidencia el férreo control que la cúpula mantiene sobre el partido y sus estrechas relaciones con miembros de ideología fascista.

Juan Jara, exvicepresidente primero y portavoz nacional del partido; Nuria Almagro, exconcejal en Águilas (Murcia); Luis Miguel Núñez, expresidente provincial de Vox en Toledo, y Fernando Moya, ex portavoz de Vox en la provincia de Barcelona han sido las voces que han contado en primera persona su desengaño y han proclamado de forma abierta sus discrepancias ante la figura de Abascal y el resto del actual equipo directivo de Vox.

Falta de transparencia

El oscurantismo en Vox es una constante en todos sus testimonios. Juan Jara ha contado a Gonzo que en las reuniones del partido “no había actas porque nada quedaba en el papel”. “Cuando hay papeles, un juez te los puede pedir”, ha dicho. El exvicepresidente primero y portavoz nacional del partido considera que esto era una estrategia “deliberada” para que no hubiese constancia de lo que en dichas reuniones se decidía y evitar posibles problemas judiciales futuros.

Además, todos los protagonistas coinciden en que las cuestiones económicos “son un tabú en Vox”. “Un día tuvimos que firmar un documento por el cual la asignación del Ayuntamiento al grupo de Vox debía ir directamente a la Dirección Nacional”, explicaba por ejemplo, Luis Miguel Núñez, expresidente provincial en Toledo.

″¿Qué le pasó a usted cuando empezó a ser pesadito con lo de la petición de cuentas?”, le pregunta Gonzo a Jara. “Me echaron de los chats corporativos, me bloquearon, generaron cuentas fantasmas en las redes sociales para denigrarme... Mafia digital”, responde.

Sin democracia interna

La falta de democracia interna es la principal denuncia que hacen, además de los métodos coercitivos que algunos han llegado a sufrir. Nuria Almagro, exconcejal en Águilas (Murcia), comenta que le ofrecieron ocupar un cargo relevante en el futuro a cambio de ser “sumisa” y aceptar la inclusión en su equipo de una persona designada a dedo. “Me propusieron una persona para mi equipo con un currículum falso y cuando traté de revocar su contratación me dijeron que fuese sumisa para tener a cambio una recompensa”, ha dicho.

Luismi Núñez se plantó ante las directrices de la dirección nacional, lo que le llevó a ser apartado. “En ese momento, empieza el acoso y derribo para que tú te marches. Te empiezan a limitar las comunicaciones, a cortar teléfonos, a cerrar puertas...”, relata. El episodio más oscuro lo vivió cuando fue encerrado en una habitación en la sede nacional del partido con dos personas: “Uno hacía de poli bueno y el otro de poli malo”. Le llegaron a amenazar con un futuro muy complicado de no cumplir las órdenes: “No vas a volver a trabajar en tu vida y ojo, que están los Servicios Sociales y tienes dos niñas”.

‘Dictadura’ de Abascal

Todos ponen el foco en Abascal, que dirige el partido como si se tratara de una dictadura. “El Comité de Garantías es el que garantiza que Abascal siempre gane, es la Stasi, la policía política de Abascal”, señala uno de ellos.

“Hay una adoración al líder supremo, no se puede cuestionar ni una sola de las ideas, y no te muevas de la línea que te casco. Vox es como una pseudosecta en la que no hay libertad de expresión”, cuenta por su parte Núñez. Jara lo resume así:  “Abascal es un hombre mega pragmático con pocas convicciones, su discurso del odio es para ganar votos”.

Veto a algunos medios

El expresidente de Vox en Toledo también ha confirmado que Vox tiene vetados a varios medios de comunicación. “Cuando estaba en el partido había una serie de consignas para que no hablara con LaSexta, la SER y otras cadenas”, ha reconocido.

Relación con miembros nazis

El excoordinador de Vox en Barcelona, Fernando Moya, ha destapado que la dirección nacional colocaba a personas de ideología neonazi en el partido. Concretamente, abrieron la puerta de la Ejecutiva de Barcelona a miembros de Plataforma per Catalunya, Movimiento Social Republicano y Hogar Social. De hecho, cuenta que Ignacio Garriga - actual líder del partido en Cataluña y secretario general - “va de la mano de neonazis”. Moya alertó en su momento del peligro para el partido que suponía la entrada de estas personas pero solo recibió, a cambio, la reprimenda de Ortega Smith a través de un mensaje de texto.

Uso de armas

Por último, Moya también ha desvelado en “Salvados” que una persona muy cercana a Ortega Smith le preguntó si sabía dónde conseguir armas para autodefensa “porque nos podían agredir”. Algo que provoca la sorpresa de Gonzo. “Bueno, Santiago Abascal va con pistola. Así que no creo que tenga problemas en que los demás vayamos con una también”, aseguraba el exportavoz de Vox en Barcelona.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es jefe de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es