El drama de Ablaye: una última voluntad, miles de apoyos y un visado in extremis para su hijo
Con una enfermedad terminal muy avanzada, el senegalés Ablaye pidió poder despedirse de su hijo. Miles de personas se movilizan para luchar contra la burocracia... y lo consiguen.
“A Ablaye le quedan pocos días de vida y sólo quiere despedirse de su hijo que vive en Senegal”. Así comienza la petición que hace unos días lanzó el enfermero Pablo Guardado en la plataforma Change.org. Guardado trabaja en el hospital de Marbella (Málaga) donde está ingresado Ablaye, originario de Senegal y residente en España, a quien los especialistas comunicaron una enfermedad terminal hace cinco meses.
En el texto de la petición, Pablo Guardado expresa la urgencia -“no nos queda tiempo, no podemos esperar ni un minuto más”-, al tiempo que lamenta la burocracia que está impidiendo a Cheick, el primogénito de Ablaye que vive en Dakar, cumplir la última voluntad de su padre.
En el año 2010, a Ablaye le diagnosticaron una enfermedad rara llamada hipertensión arterial pulmonar que le provoca fatiga, mareos, acumulación de líquido en el abdomen, pérdida de peso y problemas de corazón, entre otros síntomas.
Aunque durante estos años ha recibido tratamiento médico, la enfermedad ha progresado y los médicos creen que tiene poco tiempo de vida, según cuenta a la agencia EFE Pablo Guardado.
“El diagnóstico es muy grave y creemos que su corazón no aguantará más de dos o tres semanas máximo, pero su hijo se está encontrando con muchísimas dificultades a nivel burocrático para venir hasta aquí”, explica Guardado. “En noviembre no hay ninguna cita disponible y hasta el 25 no se abre el plazo para coger citas en diciembre y para esa fecha tememos que sea demasiado tarde”, cuenta en la petición. “Llevo cinco meses intentándolo y su cita NUNCA llega pero a su padre se le agota el tiempo”, lamenta Guardado.
En busca de un visado urgente
Ablaye, que trabajaba como vendedor de ropa ambulante en la playa y camarero en temporada de verano, está “en una fase terminal y aquí no tiene familia que le cuide, apenas puede comer”, explica el enfermero.
La petición está dirigida a la Subdelegación del Gobierno de Málaga, al Consulado de Senegal en España y al Ministerio de Exteriores. Guardado pide que Cheick pueda, primero, conseguir una cita urgente en el consulado, o bien que se emita “inmediatamente un visado humanitario o de turista” para que el joven pueda llegar a España en los próximos días.
Y de repente... el ‘milagro’
Las casi 60.000 firmas logradas estos días en Change han movido finalmente algo: este lunes, 14 de noviembre, a Cheick se le ha concedido el visado para poder viajar a España. “Posiblemente la semana que viene podamos ser testigos del reencuentro de padre e hijo”, celebra el enfermero Pablo Guardado.
El hijo mayor de Ablaye, de 35 años y de profesión carpintero, tiene ahora un visado de tres meses para viajar a España y poder acompañar a su padre durante sus últimos días de vida. Según ha explicado a EFE Pablo Guardado, está previsto que el chico vuele a España a principios de la próxima semana.
Guardado celebra el apoyo de la ciudadanía, sin el cual “no habría sido posible” hacer frente a una burocracia injusta, pero no baja los brazos. “Hasta que Cheick no esté aquí, os pedimos que sigáis compartiendo esta actualización y esperamos daros buenas noticias pronto”, dice.
Pablo Guardado comenta que Ablaye está consciente y orientado y que se ha puesto muy contento al saber que podría ver a su hijo de nuevo: “Está eternamente agradecido, no da crédito a lo que está pasando”.