50 inmigrantes desembarcan en una playa de Zahara y echan a correr ante la sorpresa de los bañistas

Una patera con 50 inmigrantes a bordo desembarcó este miércoles en la playa de los Alemanes, en el municipio de Zahara de los Atunes (Cádiz). A su llegada a la orilla, a las 15:47 horas, emprendieron la huida a pie nada más tocar tierra, ante el asombro de los bañistas que disfrutaban de su jornada agosteña.

Una escena, según informa Diario de Cádiz que es quien ha difundido las imágenes del momento, más habitual de lo que se piensa y ya se ha repetido en otras ocasiones en distintos puntos de la costa de Cádiz. Los veraneantes que se encontraban en la playa no tardaron en grabar y difundir en las redes sociales lo que sucedía. Vieron cómo los inmigrantes rápidamente abandonaban el bote -una lancha neumática-, sorteando a los turistas, y se dirigían hacia la zona de pinares que flanquea esa restringida playa, entre Zahara y el Faro de Camarinal. Un visto y no visto.

Los migrantes, la mayoría procedentes de Marruecos aunque puede que también viajasen en el grupo personas de otros países, llegaron en aparente buen estado de salud.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han vuelto a poner de manifiesto la situación de precariedad del servicio marítimo y de los efectivos de tierraque están padeciendo los efectivos de Salvamento Marítimo ante la oleada de pateras de este verano. De hecho, en el momento del suceso de Zahara sólo había un guardia civil en tierra, en una patrulla unipersonal.

La llegada de inmigrantes a las costas andaluzas se ha disparado en las últimas semanas. Sólo en el primer semestre, Málaga registró el mismo volumen de personas rescatadas que en 2016, por ejemplo. La Delegación del Gobierno en Andalucía sostiene que hay un incremento en general de la inmigración irregular en las costas andaluzas en lo que va de año, en el que se ha registrado la llegada de un total de 7.418 inmigrantes, lo que supone ya 1.300 más de los que llegaron a las costas de la región en el pasado año.

La dureza de la travesía por Libia y el Mediterráneo, con la presencia incluso de mafias esclavistas, y el buen tiempo podrían explicar este repunte.