El Colegio Electoral ratifica el triunfo de Joe Biden en las elecciones de EEUU
Ha recibido ya oficialmente el voto de 302 de los 538 delegados electorales.
Ha pasado casi un mes y medio desde las elecciones, pero a Joe Biden le ha valido la pena la espera. El candidato demócrata ya tiene la ratificación definitiva de su victoria en los comicios del pasado 3 de noviembre. La certificación legal llega tras haber recibido el voto favorable de la mayoría de los delegados electorales de los 50 estados y al superar un sinfín de recursos y berrinches fallidos de Donald Trump.
En concreto, Biden ha conseguido ya 302 de los 538 votos del Colegio Electoral, por encima de los 270 necesarios para obtener la mayoría, y lejos de los 232 obtenidos por el presidente saliente y candidato a la reelección, Donald Trump. Se espera que Biden sume 306 votos en total.
Cada estado reúne a sus electores normalmente en el Capitolio para votar según el sistema fijado por la legislación estatal y a la hora que deciden sus autoridades. Así, tras varias horas de votación, los 55 votos de California han sido los que han decantado definitivamente la balanza a favor de Biden, a quien todos los medios le daban ya tratamiento de presidente electo.
Donald, asúmelo
Biden, tras confirmarse su victoria, pidió a Trump que reconozca su derrota de una vez. “Respetar la voluntad del pueblo es parte esencial de nuestra democracia. Incluso cuando encontramos esos resultados difíciles de aceptar. Pero esa es la obligación de quienes han asumido el deber jurado de respetar la Constitución”, dijo el presidente electo en un discurso. El demócrata fue más directo que nunca condenando los esfuerzos del republicano para deslegitimar los comicios, apenas minutos después de la última votación.
“306 votos electorales son los mismos que recibieron Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence cuando ganaron en 2016. En ese momento, Trump calificó su ventaja en el Colegio Electoral como una victoria aplastante”, afirmó Biden. “Según sus propios estándares -agregó-, estos números (306 a 232) representaron una clara victoria en ese entonces, y yo sugiero respetuosamente que también lo hacen ahora”.
Biden calificó su victoria de “clara”, lamentó que ni los recuentos en varios estados ni los varapalos judiciales “hayan parado las afirmaciones infundadas sobre la legitimidad de los resultados” y condenó los intentos de revertir la voluntad popular por parte del mandatario saliente. “Afortunadamente el Tribunal Supremo de manera unánime rechazó por completo y de inmediato estos intentos. El tribunal envió un claro mensaje al presidente Trump de que no serían parte de un asalto sin precedentes a nuestra democracia”, sostuvo Biden. Por todo ello, el presidente electo pidió a Trump “pasar página”.
“En esta batalla por el alma de Estados Unidos, ha prevalecido la democracia (...) La integridad de nuestras elecciones permanece intacta. Y ahora es hora de pasar página, de unirnos, de sanar”, afirmó.
Un par de pasos aún por dar
Estos sufragios de los electores se enviarán ahora a Washington, donde han de ser certificados por el Congreso el 6 de enero. Dos semanas después, el 20 de enero, Joe Biden podrá jurar su cargo en las escaleras del Capitolio.
Con la confirmación de Biden llega la de Kamala Harris, que se convertirá en la primera vicepresidenta en toda la historia del país, una vez se produzca la ceremonia oficial.
La votación del Colegio Electoral, un proceso rutinario en el procedimental estilo americano, ha ganado mayor notoriedad esta vez debido a que Trump no ha reconocido hasta ahora su derrota en los comicios. De hecho, acumula demandas en estados claves para alegar, sin pruebas, el fraude electoral en el voto por correo que lleva clamando desde antes, incluso, de que se votara.
Una tras otra han ido cayendo las acusaciones del aún presidente americano, que el pasado viernes recibió el ‘puntillazo’ legal, cuando el Tribunal Supremo rechazó una demanda presentada por Texas.
El fiscal general renuncia
Esta vez, la reacción en caliente de Trump, siempre vía Twitter, no ha sido la esperada (insultos, más acusaciones y descrédito del sistema democrático), sino con un anuncio sorprendente, el de la dimisión del fiscal general de EEUU, William Barr, que dejará el cargo el 23 de diciembre. Eso ocurrirá pocos días antes de que el magnate se coja vacaciones tras su paso por la Casa Blanca.
“Acabo de tener una reunión muy agradable con el Fiscal General Bill Barr en la Casa Blanca. Nuestra relación ha sido muy buena, ¡ha hecho un trabajo excelente! Según la carta, Bill se irá justo antes de Navidad para pasar las vacaciones con su familia”, ha escrito el aún presidente en su cuenta oficial.