2020 ha sido un desastre para el planeta
El clima está cambiando, sus efectos son letales y cada año el problema se agrava.
El clima está cambiando, sus efectos son letales y cada año el problema se agrava. Aunque se esperaba que las emisiones de carbono descendieran un 7% este año debido a las restricciones por la pandemia, los investigadores de Naciones Unidas aseguran que “las históricas y progresivas secuelas de la actividad humana en el clima de la Tierra solo se han frenado brevemente, pero ni mucho menos eliminado”.
Este año hemos vivido temperaturas, incendios y tormentas históricas y António Guterres, Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, ha instado a todos los países a declarar la emergencia climática.
Especialmente dañina ha sido la presidencia de Donald Trump, cuya administración eliminó numerosas protecciones ambientales, pero Joe Biden y Kamala Harris han asegurado que el cambio climático es una de sus prioridades y el presidente electo ha anunciado la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París en su primer día en el cargo, después de que Trump retirara a su país.
Estas son algunas de las catástrofes que ha vivido la Tierra este año.
Este año California ha vivido unos incendios históricos. De hecho, cuatro de los cinco incendios forestales más grandes de la historia de California han tenido lugar este año.
Los incendios han empeorado progresivamente en los últimos años a medida que ha aumentado la temperatura media y ha avanzado la desertificación del país, y los científicos no tienen ninguna duda de la influencia del cambio climático.
“EL. CAMBIO. CLIMÁTICO. ES. REAL”, tuiteó en septiembre Gavin Newsom, gobernador de California, mientras los incendios arrasaban miles de hectáreas, teñían los cielos de naranja e infestaban el aire con niveles tóxicos de humo.
Este año va camino de convertirse en uno de los dos años más cálidos de la historia del planeta desde que se tienen registros. La Tierra ha vivido su septiembre más caluroso y su segundo julio y noviembre más calurosos de la historia, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
En agosto, el Valle de la Muerte, ubicado al sureste California, registró su temperatura más alta de la historia con 54.4ºC, superando un récord que databa de hace más de un siglo.
Globalmente, los cinco últimos años han sido los más calurosos de la historia de la Tierra, con 2016 en cabeza, seguido por 2019, 2017, 2015 y 2018. Queda por ver si 2020 acaba en primer o en segundo lugar.
Estos picos máximos y aumentos de la temperatura media son el producto de décadas de actividad humana en el planeta, especialmente por sus emisiones a la atmósfera. No es un asunto menor porque está estudiado que a mayor temperatura, hay más riesgo de inundaciones, huracanes, incendios forestales y muertes.
2020 ha sido el año con más tormentas peligrosas desde que hay registros. La tormenta subtropical Theta en noviembre fue la 29º de la temporada atlántica de huracanes, otro récord preocupante. Es la segunda vez en la historia que se termina la lista predeterminada de 21 nombres para designar este tipo de desastres naturales, lo que ha llevado a los científicos a recurrir al alfabeto griego para poner nombre a las 8 tormentas restantes.
Varios de los huracanes y tormentas tropicales de este año han sido letales, como fue el huracán Isaías, el huracán Delta y el huracán Zeta, que provocaron muertes, incontables daños materiales e importantes cortes de agua y electricidad. En Centroamérica y Asia, también han sufrido tormentas devastadoras, como la Eta, Iota y el tifón Vamco, que provocaron decenas de muertes y dejaron a cientos de miles de personas sin hogar.
Los científicos han demostrado que el cambio climático ha intensificado la actividad de los huracanes. Según un estudio publicado en la revista Nature en noviembre, los huracanes cada vez duran más tiempo, vienen con vientos más intensos y provocan mayores inundaciones, ya que han acumulado más humedad por la evaporación de los océanos, cada vez más cálidos.
Este año, la capa de hielo del mar Ártico ha alcanzado su segundo mínimo histórico desde que hay mediciones a finales de los 70, según la NASA. Y los 14 mínimos históricos han tenido lugar en los últimos 14 años, advierte la NOAA.
La capa de hielo del Ártico, medida en octubre, ha perdido un 10% de extensión por década y, desde que empezaron las mediciones en 1978, ha perdido el equivalente a cuatro veces la extensión de la península ibérica, según el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) de Estados Unidos.
El hielo ártico es “un componente fundamental de nuestro planeta porque influye sobre el clima”, asegura el NSIDC. A medida que progrese el calentamiento global, habrá menos superficies blancas que reflejen la luz solar y el planeta absorberá más calor, lo que acelerará aún más este círculo vicioso. Del mismo modo, el nivel del mar seguirá subiendo y poniendo en peligro la pervivencia de ciudades históricas como Venecia.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) actualizó recientemente su Lista Roja de Especies Amenazadas y, entre las malas noticias, destacó la extinción de 31 especies en 2020. La peor parte se la han llevado las especies acuáticas del lago Lánao (Filipinas), donde se han contabilizado 15 extinciones, y los anfibios de Centroamérica, donde se han perdido tres especies de ranas.
Además de estas 31 extinciones, muchas otras especies han entrado en la categoría de en peligro de extinción o probablemente extintas, como es el caso del tiburón perdido. A partir de este año, todas las especies de delfines de agua dulce han pasado a estar amenazadas.
En la gran mayoría de los casos, el motivo ha sido la acción directa o indirecta del ser humano.
Este artículo ha sido publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.