2019: Año Internacional de la Tabla Periódica
En 1869, el químico ruso Dmitri Mendéleiev (Tobolsk, 1834) presentaba la primera versión de la Tabla Periódica de los Elementos en San Petersburgo ante la Sociedad Química de Rusia con la pretensión de clasificar y ordenar todos los elementos presentes en la naturaleza de una manera sistemática. Esta primera tabla incluía únicamente los 63 elementos que se conocían en aquella época, pero también incorporaba huecos vacíos para elementos que se descubrirían en el futuro y para los cuales había predicho algunas de sus propiedades.
Durante mucho tiempo, Mendéleiev estuvo pensando cómo organizar los elementos de forma que aquellos que presentasen un comportamiento similar estuviesen agrupados. Para ello, había anotado las propiedades y la masa atómica relativa de cada uno de ellos en una especie de cartas que disponía sobre una mesa y que reorganizaba una y otra vez, como si se tratase de un juego de cartas. Finalmente, dio con la tecla que resolvería el crucigrama. Al ordenar nuevamente los elementos según su masa atómica de menor a mayor, se dio cuenta de que ciertas propiedades se repetían de manera más o menos periódica. Según cuenta la leyenda, el químico ruso tuvo un sueño revelador que le indicaría cómo ordenar los elementos en orden ascendente de masa atómica y agrupando los elementos con un comportamiento similar en columnas.
Con motivo del 150°aniversario de su creación, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió proclamar este año 2019 como el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos con el objetivo de reconocer la función crucial que desempeñan las ciencias fundamentales, especialmente la química y la física, a la hora de aportar soluciones a los muchos de los desafíos que afrontan los Estados Miembros para aplicar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Además, esta celebración servirá también para rendir homenaje a los cuatro últimos elementos en ser descubiertos y sintetizados que fueron agregados a la tabla en 2016: nihonio (Nh), moscovio (Mc), teneso (Ts) y oganesón (Og). Hasta la fecha, han sido descubiertos 118 elementos y científicos de todo el mundo están tratando de sintetizar el elemento 119, bautizado provisionalmente como Ununennio (Uue), que inauguraría una nueva fila (la octava) en la tabla periódica.
Por ahora, únicamente tres elementos (o más bien dos y medio) han sido descubiertos por científicos españoles: el platino (Pt), el wolframio (W) y el vanadio (V) (a medias con Suecia). El platino fue descubierto por Antonio de Ulloa y de la Torre Giral, astrónomo y marino, en un viaje a la América Meridional (Colombia) en 1735. Posteriormente, el británico Charles Wood estudiaría en detalle las propiedades del metal. El wolframio o tungsteno fue el único elemento aislado en suelo español, llevado a cabo por los riojanos Juan José y Fausto de Elhuyar en 1783 en el Real Seminario Patriótico de Vergara (Guipúzcoa). El vanadio (en recuerdo a Vanadis, la diosa escandinava de la belleza debido a su gran variedad de colores) fue descubierto en primer lugar por Andrés Manuel del Río Fernández en 1801 en una mina de plomo mexicana y que bautizó como eritronio. Sin embargo, años más tarde le dijeron erróneamente que no había conseguido aislar el elemento 23 (número atómico del vanadio en la tabla periódica). En 1830, el vanadio fue redescubierto por el sueco Nils Gabriel Sefström y un año más tarde se confirmaría que era el mismo elemento que había descubierto del Río anteriormente.
Con motivo de la celebración del Año Internacional de la Tabla Periódica, se están organizando diversas actividades en todo el mundo que pueden ser consultadas en la web del International Year of the Periodic Table (IYPT2019). Por ejemplo, en Murcia se va a celebrar el Simposio internacional sobre la Mujer y la Tabla Periódica, ciudad donde además se encuentra la Tabla Periódica más grande del mundo situada en la fachada de la Facultad de Química de la Universidad de Murcia (UMU).