10 claves para ser resilientes en tiempos del Covid-19
Las personas resilientes analizan sus errores sin caer en la flagelación.
Todas las personas podemos tener es nuestras manos la posibilidad de afrontar de la mejor manera posible nuestros problemas cotidianos. Para ello es importante mantener una autoestima sana que te permita afrontar las dificultades que te va ir poniendo la vida. Se trata de que seas consciente que es posible enfrentar la vida de la mejor manera diariamente. Para ello es necesario que analices la forma en cómo haces las cosas y si es posible cambiarlas para mejor.
Una de las herramientas para mantener una sana autoestima es la aceptación de la realidad, aceptar que no somos perfectos, que como seres humanos tenemos límites y cometemos errores. Es necesario ser congruentes con nuestro estilo de vida y valores.
Un modo que te permite saber si tienes una buena resiliencia es hacerte una serie de preguntas que pueden resultar incómodas pero que conectan con tu realidad, como por ejemplo:
- ¿He cumplido con mis sueños?
- ¿El tipo de vida que llevo es lo que realmente quiero?
- ¿Me gusta lo que hago en mi día día?
- ¿Me siento cómodo con lo que soy?
- ¿Estoy conforme con las personas que me rodean?
Es importante que disfrutes de la soledad, saber estar solo, ser independiente. Saber decir que no y poner freno a las presiones de los otros, de tal modo que puedas construir autoconfianza y así sentirte más seguro.
Otro aspecto que te ayuda en la resiliencia es que cambies de rutinas, que realices actividades nuevas. También suele ser beneficioso que mantengas un humor positivo, buscar un lado más humorístico de la situación de forma tal que tendrás una perspectiva más saludable. La risa tiene la capacidad de conectar con la creatividad y fomenta la comunicación, genera cohesión social, facilita las relaciones interpersonales con el entorno y contigo mismo.
Las personas resilientes analizan sus errores sin caer en la flagelación, se centran en los aciertos, practican la generosidad, la empatía y mantienen buenas relaciones. Quienes reparten generosidad reciben mucho más de lo que dan.
Ante una crisis generalmente desconocemos el porqué de lo que está ocurriendo, incluso resulta incierto el pronóstico futuro, por lo que resulta complicado pensar en formas de actuar debido a la incertidumbre. Para poner en práctica la resiliencia se requiere estar en estado de calma, se trata de recuperar el norte y mantenerse encaminado hacia el futuro.
- Dosifica las noticias: Los medios de comunicación están abarrotados de información las 24 horas, lo cual es un estímulo comunicativo de tensión constante que puede agravar el estrés emocional. Es necesario mantenerse informado, pero también regular la cantidad de tiempo que se pasa escuchando las noticias.
- Mantener el contacto social: A pesar de que las medidas actuales requieren distanciamiento físico, es necesario para el ser humano mantener relaciones e intercambio social, lo cual es posible por medio de las redes sociales y los diferentes medios de comunicación. Es posible incorporarse en actividades virtuales o incluso tomar la iniciativa para impartir alguna iniciativa voluntaria que se pueda transmitir por Internet con el objetivo de integrar a varias personas en un tema común, de modo tal que les permita ocupar el tiempo y los pensamientos en temas de interés.
- Utilizar los medios de comunicación de forma positiva: Existen diferentes actividades que se pueden hacer con los recursos que siempre se usan, es posible darles una utilidad lúdica o de distracción como ver una película, leer un libro, entro otras cosas de recreación positiva.
- Tomar el control de las cosas que puedes controlar: Es posible organizar las comidas, hacer alguna receta diferente, actividades recreativas en familia, llenar la agenda de diferentes actividades para sentir mayor estabilidad y evitar pensar en la crisis sanitaria todo el tiempo.
- Cuídate y mantén una vida saludable: Mantener una alimentación equilibrada es importante para evitar complicaciones tanto físicas como psicológicas. Al igual que las rutinas de descanso adecuadas y sueño, que facilitan el bienestar emocional ante los malos momentos.
- Ayudar: Tratar de ayudar en alguna actividad que puede ser dentro de la casa o también por medios virtuales a quienes lo necesiten, es un momento donde todos necesitamos apoyo y la ayuda es una acción positiva que beneficia a quien da y quien recibe. Te permitirá sentirte útil y puede marcar una diferencia en tu vida y la de los demás.
- Buscar ayuda: Al igual que es idóneo y necesario saber dar, también lo es pedir ayuda en caso de necesitarla.
- Manejar las dificultades constructivamente: Aprender de forma positiva, sin culpabilizarse, entendiendo el aprendizaje que está inmerso en cada momento de dificultad.
- Mantener el optimismo: Con una actitud optimista y alegre, llena de esperanza es más probable conectar con energías positivas que beneficien tu salud mental.
- Búsqueda de fortalezas: Muchas personas después de haber vivido unas circunstancias difíciles sienten que han crecido después; con el tiempo es posible descubrir las fortalezas que se tienen para afrontar las situaciones y darles una visión constructiva. Esto permite conocer aspectos positivos de tu personalidad. Es posible lograr una apreciación de la vida mucho mayor que antes de la situación de crisis.