Unos jóvenes holandeses cumplen el gran sueño del vino en España: 60.000 botellas al año que riegan por Europa

Unos jóvenes holandeses cumplen el gran sueño del vino en España: 60.000 botellas al año que riegan por Europa

Para la compra de la finca, la casa y el material necesario para arrancar la pareja necesitaba 300.000 euros, capital que lograron a través de un crowdfunding. 

Paisaje de viñedos en Cataluña en una imagen de archivo.Getty Images

La pareja de holandeses formada por Dido Voorma y Jurriaan Morsink llegó al Alt Empordà, en Girona, una de las principales regiones vinícolas de Cataluña con el objetivo de fundar su propia boda de vinos naturales. Y así lo hicieron en 2018, cuando nació Vinyes Tortuga. 

Seis años después describen su vida como "un sueño". Dido y Jurriaan han formado una familia, expandido su negocio con la compra de una cooperativa local y producen cada año 60.000 botellas que exportan a varios países del mundo, según ha informado El Periódico de España

"Mi familia tiene una casa de veraneo aquí. Yo siempre desde pequeña he venido y tengo una conexión con este lugar", ha explicado la viticultora en una entrevista con el mismo medio. El mundo laboral, sin embargo, les separó temporalmente: Jurriaan, ingeniero de profesión, fundó una agencia de viajes privados en el sureste asiático, mientras Dido cursaba, en Sudáfrica, estudios vinculados a la antropología, aunque centrados en el sector vinícola. 

"Después de esto viajamos durante seis o siete años aprendiendo de vino en diferentes lugares: trabajamos en Chile, Australia, el Priorat y el Penedés. Aprendimos a elaborar vino y queríamos empezar por nosotros mismo en el Empordà, pero era complicado y tuvimos que trabajar para una gran bodega durante un año con el fin de ganar dinero y adquirir experiencia", han relatado ambos.

Finalmente, pudieron comprar una finca de 9,5 hectáreas con una pequeña casa sin, ni siquiera, acceso a la corriente eléctrica. "Para mí era muy pequeña, aunque con unas vistas increíbles al mar y las viñas alrededor. Jurriaan lo vio claro y rápidamente instaló placas solares para lograr tener una casa autosuficiente", ha señalado Dido.

Para la compra de la finca, la casa y el material necesario para arrancar la pareja necesitaba 300.000 euros, capital que lograron a través de un crowdfunding en Países Bajos con quince socios y del que ya han devuelto la mitad gracias a la producción de Vinyes Tortuga, nombre de la bodega por la alta presencia de tortugas de tierra en el viñedo. 

Desde el inicio se centraron en los vinos naturales. "No ser ecológico con las viñas es una locura porque, de lo contrario, estás añadiendo veneno a la tierra, convirtiéndola en 20 o 30 años en inservible. Hoy en día ya está pasando, lo que ha obligado a algunos productores a arrancar sus viñas y plantarlas en otro lugar. En la fase de producción hay 80 aditivos que se le pueden añadir al vino. Esto solo hace que se pierda el sabor y la conexión con la tierra en la que nació", defiende la pareja.

En 2020, además, adquirieron la Cooperativa Sant Julià, ahora rebautizada como Fruita Analógica, en Rabós. "Cuando compramos los primeros viñedos no teníamos una bodega para producir los vinos. Encontramos esta cooperativa, que llevaba más de diez años abandonada. Intentamos alquilarla, pero la dueña se negó, aunque al final acabó cediendo. Estaba en ruinas, había fugas en el tejado y un montón de mosquitos”, relata Jurriaan.

Los viticultores se asociaron entonces con Bart Obertop, expropietario de la cervecera holandesa Brouwerij ´t IJ, que la visitó, degustó los vinos y vio el potencial del edificio. "En 2020 empezamos a comprar uva a productores vecinos, lo que nos ha permitido hacer vinos más económicos que los de Vinyes Tortuga bajo la marca de Fruita Analógica”, resume Dido.

Titania
Titania
Santander

La pareja produce alrededor de 60.000 botellas al año: 20.000 botellas de la bodega Vinyes Tortuga, vino producido a partir de las uvas de las 9,5 hectáreas originales, y 40.000 de Fruita Analogica, además de un formato en barriles de 20 litros que se exporta a Escandinava y Países Bajos para servirse a través de tiradoras en pubs, como la cerveza.