Una empresa española cae en la estafa de las piedras preciosas de África
La Fiscalía solicita 4 años de prisión para cuatro implicados.
Una multinacional del sector del motor, con sede en Navarra, se ha metido en el ojo del huracán después de ser víctima de la estafa de las piedras preciosas de África e ingresar en una cuenta errónea 180.081 euros. Cuatro acusados, uno de ellos en rebeldía, enfrentan cargos por urdir un intrincado plan que ha quedado claro en un juicio que se ha celebrado en un caso que ha llegado a la Audiencia Provincial.
La acusación sostiene que en noviembre de 2019, según explica el Diario de Navarra, los acusados se hicieron pasar por una empresa de plásticos de Palencia que se puso en contacto con la compañía en Navarra para reclamarle el pago de una deuda legítima. Sin embargo, para cobrar el dinero, proporcionaron un número de cuenta diferente al que figuraba en la base de datos y que está vinculado a una sociedad de dos de los acusados.
La transferencia de los 180.081 euros se efectuó el 28 de noviembre de ese año, y según la Fiscalía, los acusados se apropiaron ilegalmente de dicha suma. Acusaciones que negaron los imputados aunque al hacerlo incurrieron en algunas contradicciones.
El propietario de la empresa receptora del dinero, jubilado en ese momento, aseguró no tener conocimiento de la transacción hasta que recibió un burofax informándole del embargo de sus cuentas. Su hijo, por otro lado, admitió el ingreso, pero su versión de los hechos fue muy diferente.
Según el hijo, alguien que se llamaba Enrique y al que conocía por haber trabajado previamente en la construcción de la embajada de Nepal, por ejemplo, le habló de un acuerdo que había firmado para llevar a cabo instalaciones y obras de ingeniería. Él ejercería de intermediario, por lo que realizaría todas las gestiones, incluso les decía el número que debía figurar en las facturas. Según la versión del hijo, Enrique les informó de un supuesto ingreso como anticipo para el proyecto, del que obtuvo una comisión de 26.000 euros, en concepto de dividendo.
El tercer acusado, que declaró con un intérprete, negó recibir las comisiones y se desvinculó de la trama. En un giro aún más peculiar, mencionó su conexión con el segundo acusado a través del comercio de piedras preciosas y oro en África, sugiriendo que esta actividad era la base de su relación. “Yo compraba piedras y oro en África y él buscaba compradores”, explicó.
El tribunal deberá decidir ahora sobre este enredo de estafa, que se juzgó en la Sección Segunda de Pamplona, y por la que la Fiscalía pide 4 años de cárcel para cuatro acusados, uno de ellos en rebeldía.