Un producto básico se dispara a la sombra de la aceite de oliva
Malas noticias para los más golosos.
La crisis de precios del aceite de oliva, provocada principalmente por la bajada de producción que ha supuesto la sequía, ha opacado la escalada de otros productos que han seguido una senda muy similar, como bien señalan algunas empresas especializadas en el manejo de datos como Statista.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), consultados por El Periódico, se aprecia una subida generalizada en productos como la leche y de los productos lácteos, de los cereales, los huevos, al que se puede sumar sin ninguna duda el tan preciado aceite de oliva. Pero hay otro tan básico como ese que ha subido incluso más.
Hablamos del azúcar. En el último año se ha encarecido nada menos que un 40%, lo que traducido a las etiquetas de los lineales de los supermercados da como resultado que el paquete de un kilogramo que antes costaba un euro, ahora marco 1,40 euros, 40 céntimos más.
Efectos colaterales
La subida del azúcar, sin embargo, no afecta solamente al que se puede adquirir a en los supermercados. La subida en el mercado de este producto conlleva un efecto arrastre que contamina a muchas más industrias.
Al igual que el aumento del aceite de oliva supone que las patatas bravas que nos pueden servir en un bar encarezcan su coste, con el azúcar esa misma dinámica también se da de manera generalizada, ya que es un producto que se usa como conservante para las conservas, masas y otros muchos productos.
Y, por supuesto, malas noticias para los golosos. La subida del azúcar afectará a todos los dulces, bollerías, cereales, caramelos y demás delicias. Todo apunta a que quien quiera mantener sus niveles de glucosa altos, tendrá que rascarse el bolsillo.