Temor por lo que van a durar los precios locos de la gasolina
Los recortes de la producción anunciados por la OPEP+ esta semana abren una nueva etapa de incertidumbre en la economía mundial.
El pasado fin de semana, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) anunciaba por sorpresa que, con efectos inmediatos, se procedería al recorte "voluntario" en la producción de barriles de petróleo diarios. Concretamente, más de 1,66 millones.
La decisión de este grupo que controla cerca del 40 % de la oferta mundial de crudo sorprendió en unos mercados donde los analistas habían dicho que no esperaban que la OPEP+ modificara en estos momentos los niveles de su oferta. Pero, si a esto le añadimos el veto de la UE al petróleo procedente de Rusia, el impacto sobre el precio al que se pagaba el barril de crudo Brent -referencia para fijar precios en Europa- no se hizo esperar, disparándose hasta los 84 dólares.
¿Por qué se ha recortado la producción de crudo?
Arabia Saudí, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait, junto a sus aliados encabezados por Rusia, son los responsables de este recorte de la producción y, a través de un comunicado, justificaban la decisión como medida de precaución para garantizar la estabilidad del mercado.
El Centro de Política de Energía Global de la Universidad de Columbia, en cambio, vinculó este recorte a las ambiciones geoestratégicas de Arabia Saudí y su cada vez mayor alejamiento de Estados Unidos. En un documento publicado esta semana por la universidad estadounidense, esta subida "orquestada" por Riad responde a la necesidad del país árabe de garantizar fondos para financiar su ambicioso plan de diversificación económica llamado Vision 2030 y también a la intención de Arabia Saudí de buscar una estrategia diplomática no alineada frente a las cada vez mayores tensiones entre Estados Unidos, Rusia y China.
Asimismo, la Agencia de la Información de la Energía (EIA, por sus siglas en inglés) anunció este jueves que los inventarios de petróleo en la semana que concluyó el viernes 30 de abril descendieron en 3,7 millones de barriles, por encima de las estimaciones.
Por su parte, el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, advirtió que la decisión de la OPEP+ deja en evidencia que el del petróleo "es un mercado artificial" y abogó por abandonar las fuentes fósiles lo antes posible. "Después de esta decisión, es urgente, verdaderamente urgente, dejar de ser dependientes de las energías fósiles porque los que las controlan, o al menos controlan una mayor parte, juegan con eso", declaró Breton en una entrevista.
¿Cuánto va a durar esta situación?
Pese a la subida de los precios de los barriles de crudo de referencia para fijar los precios en Europa, los consumidores no han notado todavía en los precios de las gasolineras ese recorte de la producción. De hecho, el precio medio del diésel en España ha bajado esta semana un 1,03 %, hasta los 1,53 euros por litro, mientras que el precio medio de la gasolina ha subido un 0,21 %, hasta los 1,63 euros el litro, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos.
Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal. Pese a todo, los analistas se mantienen cautos y los hay que se atreven a fijar una fecha para que los consumidores noten la subida de los precios del petróleo en las estaciones de servicio.
La previsión es que los miembros de la OPEP+ mantengan la decisión del recorte durante varios meses, lo que ha puesto en alerta a los mercados, donde temen ahora un cambio drástico en una situación que aparecía equilibrada entre la oferta y la demanda.
Los analistas se muestran preocupados porque se repita un escenario similar al que ocurrió en 2022 después de la invasión rusa de Ucrania.
De acuerdo con El Economista, lo primero y previsible es una subida de los precios, algo que puede arrastrar a los bancos centrales a subir los tipos para evitar una inflación tanto o más descontrolada como la que se vivió en 2022. Todos los escenarios son posibles tras el recorte de la producción y se abre, otra vez, una etapa de incertidumbre en la economía mundial.