Los supermercados tienden una trampa a las marcas líderes y de rebote impacta en tu monedero
En muchos casos se les acusa de competencia desleal.
La creciente inflación que ha afectado al mundo en los últimos años, derivada de una serie de eventos significativos como la pandemia y conflictos bélicos, ha generado un desafío de gran magnitud en los hogares españoles y en todas las esferas de la sociedad.
Uno de los aspectos más relevantes en la actualidad económica se centra en el incremento de la inflación, cuyo impacto se hace sentir especialmente en la cesta de la compra de los ciudadanos españoles. En los últimos años, se ha observado un aumento significativo del 47%, lo que supone un incremento alarmante para los bolsillos de todos. Este fenómeno negativo está generando preocupación entre la población, ya que repercute directamente en su poder adquisitivo y en la capacidad de afrontar los gastos cotidianos.
En este contexto, los supermercados están llevando a cabo diferentes estrategias para hacer más atractivos sus productos para los compradores, aunque en algunos casos, pueden estar incurriendo en prácticas poco lícitas y que algunos tildan de "competencia desleal".
Hablamos de un método utilizado por muchos supermercados, y que consiste en dar prioridad a los productos de marca blanca -los del propio establecimiento-, que son más económicos que los artículos de las primeras marcas. Según un estudio realizado por Kantar Worldpanel, la empresa líder mundial en datos de marketing y análisis, la presencia de estos productos se ha incrementado hasta el 44%.
Esto ha provocado que algunos de los fabricantes de primeras marcas como pueden ser Danone, Heineken, Pascual o Campofrío entre otros, no vean esta nueva situación con buenos ojos y aseguran que esto sucede porque los supermercados buscan cada vez con mayor empeño, en dar prioridad a sus productos frente a los de las grandes marcas.
De acuerdo con los datos de Kantar, los seis supermercados principales de España han disminuido en un 23% -entre 2018 y 2023- la oferta de primeras marcas, en favor de las suyas propias, algo que desde las grandes firmas consideran que no se ajusta a la realidad del mercado, y que en muchos casos se podría estar incurriendo en competencia desleal.
Además, si se consultan los datos aportados por la consultora The Brattel Group, los márgenes que aplican los supermercados a las primeras marcas pueden llegar a ser de tres veces superior respecto a los de marca blanca, algo que se puede traducir en que los precios de los productos de fabricante puedan llegar a ser hasta un 160% más caros que los del distribuidor.
¿De qué forma afecta a nuestros bolsillos?
Según explica Alex Alegret, profesor de EAE Business School, a 20minutos, "a corto plazo, el consumidor se beneficiará de un control de la inflación en su cesta de la compra", pero asegura que esto terminará por ser un "espejismo" a medio plazo, ya que los productos de marca blanca se encarecerán también y se habrá perdido "la innovación y el valor añadido".
Asimismo, Alegret sostiene que los supermercados estarían incurriendo en una "competencia desleal" y afirma que "es bastante frustrante", ya que se invierte mucho dinero para aportar el mejor servicio y que luego "un producto muy inferior al tuyo, ocupe el espacio que te corresponde", aseguró al medio citado.
Pese a todo, no se espera que las primeras marcas corran peligro de desaparecer de los estantes de las grandes cadenas de supermercados, aunque "hará daño", ya que "cada vez venderán menos, y eso conlleva unos costes de fabricación por falta de economías de escala", aseguró el profesor.